Rachel
No puedo entender su actitud. No había demostrado ningún interés durante este tiempo y ahora de la nada se hace el más interesado en arreglar lo nuestro; si es que hubo verdaderamente algo real entre los dos alguna vez.
Me juré que no iba a caer de nuevo, que sería fuerte por primera vez en la vida y que iba a superarlo, pero cada vez que lo veo, ese sentimiento tan agudo en mi pecho vuelve a invadirme. Mi corazón late apresuradamente cuando lo tengo cerca o cuando nuestras miradas se cruzan.
No puedo olvidar mi norte; mi hija y mi carrera. Mientras continúe cerca de él, no podré superarlo todo como quiero. ¿Qué se supone que haga? ¿Qué debo hacer para arrancarlo de mi pecho, de mi alma y de mi ser?
En la hora de almuerzo, me encontré con Tony en la cafetería. Venimos a almorzar como la mayor parte de los días, pero no podía sacarme a Aiden de la cabeza, aun estando con él. Es como si pudiera ver en cámara lenta todo lo que ocurrió esta mañana. Nunca lo había visto tan seguro. Sus palabras han quedado grabadas en mi cabeza. ¿Será cierto lo que dijo?
—¿Te sientes bien? Te noto distraída.
—Estoy bien, es solo que estoy confundida.
—¿Confundida? ¿Por qué?
—Es Aiden — confieso.
—¿Qué sucede con él?
—Ha estado actuando extraño. Antes se había estado manteniendo distante, pero últimamente está detrás de mí, como si estuviera buscándome la vuelta.
—Y si ese fuera el caso, ¿qué piensas sobre ello?
—No sé qué pensar. Solo sé que se me hace difícil cruzarme con él cada vez.
—¿Difícil en qué sentido? ¿Te trae malos recuerdos?
—Ese es el problema, que no son los malos recuerdos los que me invaden.
—¿Y qué recuerdos vienen a tu mente?
—Prefiero no mencionarlos...
—¿Sigues amándolo?
—Realmente no sé qué es lo que siento hacia él. He pensado que lo mejor es que ambos tomemos un camino diferente, cada quien, por su lado, buscando su propia felicidad, pero la vida se empeña en hacer todo más difícil. Pensé que manteniendo la distancia iba a lograr olvidar lo que vivimos, pero es que cada vez que veo a Alana, es como verlo a él y solo revive esos sentimientos que creía muertos. Me recalco muchas veces que ese hombre y yo no tenemos futuro; él me abandonó en ese lugar, me alejó de mi hija, ni siquiera fue capaz de decirme lo que estaba ocurriendo y tampoco se ha disculpado.
—Ustedes dos deben tener una charla larga y tendida, pero no sobre el pasado, sino en lo que ambos sienten.
—Lo siento mucho. Te juro que mi intención nunca ha sido mentirte o usarte.
—Rachel, desde ese primer día que tuvimos el placer de conocernos, tenía muy claro que tú estabas con alguien más y en común tenían una hija. Sé muy bien que necesitas tiempo para aclarar tus sentimientos y por esa misma razón te prometí que iba a esperarte todo el tiempo que necesites. Sea lo que sea que decidas, recuerda que siempre estaré aquí, no solo como tú terapeuta, sino también como un amigo. Ahora bien, los dos necesitan sentarse a hablar. De ahí, luego de conocer ambos puntos de vista, podrán decidir lo que harán de ahora en adelante. Sé bien que ambos han sufrido. Los dos han tenido que lidiar con el peso de la culpa. Pero de todo lo malo siempre se obtienen cosas buenas. En el caso de ambos, tienen una hermosa hija que deben guiar por el camino del bien entre los dos. Y si ambas partes no se comunican y se entienden, ¿cómo sabrán qué dirección tomar por el bien de ella?
Tony ha sido una persona muy buena conmigo. Siento que es el único que me comprende. Ha sido mi apoyo durante este largo proceso. Cuando más sola me sentía, él estuvo ahí para escucharme y, aunque sea parte de su obligación como terapeuta, todavía hoy fuera de ese lugar lo hace.
Quisiera poder corresponder sus sentimientos, pero mi corazón ahora mismo está en un momento donde necesita tiempo para sanar las heridas.
A veces me cuestiono el por qué tuve que enamorarme de alguien como Aiden. Si no lo hubiera hecho, no tendría que pasar por esto.
Cuando estaban mis padres yo era genuinamente feliz; no me faltaba nada, no debía preocuparme por nada, era escuchada y, sobre todo, querida.
Ahora mismo me encuentro en un laberinto sin salida. Cada camino me obliga a encontrarme con Aiden. Mi propia hija me lo recuerda en todo momento, por más que trato de olvidarlo.
Ver a otras familias tan unidas y felices, me hace sentir envidia, porque así era como visualizaba lo nuestro. Veía un futuro muy bonito juntos, compartiendo en pareja y viendo crecer a nuestra hija, pero la vida nos tenía preparada otra cosa. Ojalá todo pudiera ser como antes, cuando las cosas entre los dos estaban en su mejor momento.

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Culpable [✓]
RandomLa cárcel es el infierno en la tierra, donde encierran a los seres más despiadados y son sometidos a enfrentar la justicia y pagar por sus atroces crímenes. Al pasar por el cedazo de la justicia y ser juzgado, de ser hallado culpable; deberás cumpli...