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—Déjala descansar. Ella necesita recuperarse. Le has obligado a traer a una criatura al mundo que no quería, solo por tu egoísmo. Eres igual a tu hermana, ambos están cortados con la misma tijera. Eres un maldito hipócrita que tampoco merece estar en este mundo. Pienso eliminar a todo aquel que represente un peligro para Rachel; y tú eres el primero en la lista.

—¡Eso no es cierto!

—Sí es cierto. Ella olvida muy rápido, pero yo no. Has querido vengar la muerte de tu hermana, haciéndole vivir un infierno a Rachel. Estoy segura de que, si la has traído aquí, es para darle el golpe final y quedarte con esa criatura. Lamento informarte que te has equivocado de culpable, pues si hay alguien que tenga la culpa de la muerte de Rebecca, esa soy yo. Fui yo quien la vio agonizar. Fui yo quien le arrebató la vida. Fui yo quien le dio el descanso eterno que se merecía. Nadie más que yo. ¿Y qué harás al respecto?

Su rostro palideció, tocó su cabeza en ambos extremos y se retorció en el sofá.

—¿Rachel? — Aiden trató de acercarse a ella, pero ella sola le decía que se alejara—. Tony, haz algo.

—Déjala. Ella estará bien.

—¿Te parece que eso es estar bien?

—Entiendo tu preocupación, pero Rachel está batallando por tomar posesión de su propio cuerpo. No hay nada que podamos hacer, todo esto depende de ella y de su fuerza interior, que por lo visto es muy fuerte.

Sus quejidos fueron poco a poco cesando, sujetaba su cabeza muy fuerte e iba adquiriendo su color.

—Aiden, ven aquí — lo saqué aparte y lo alejé de la paciente—. Aún no hay un diagnóstico preciso, necesito evaluar más tiempo a la paciente para llegar a una determinación. Lo único que hemos confirmado en el día de hoy, es que ha creado una personalidad, probablemente en base a lo acontecido con tu hermana Rebecca. Aunque todavía tengo muchas dudas con respecto al tiempo que lleva esa doble personalidad en ella. Podría tratarse de un escudo que creó para protegerse y se ha refugiado en ella como su única forma de no salir lastimada. Voy a recetarle unos antidepresivos muy fuertes que le ayudarán a poco a poco ir teniendo control sobre esos síntomas. Por otro lado, necesito que ella haga un compromiso conmigo de asistir a las psicoterapias que le estaré brindando. Para la próxima terapia, cuando ella se sienta mejor la estaré evaluando nuevamente, le haré unos exámenes psicológicos que me ayudarán a entenderla, pero para eso necesito de su cooperación. Sobre todo, tu paciencia, porque será un proceso muy largo. Rachel aún no está al tanto de lo que está sucediendo, por eso necesito tomar el tiempo de explicarle mejor la situación y brindarle la ayuda que necesita.

—¿Y qué sucede si se complica, Tony? ¿Qué pasará con ella y con nuestra hija? Yo no quiero perderla.

—Lo sé. Aiden, es mejor tarde que nunca. Ya han dado el primer paso, que es el más importante. Ella recibirá la ayuda que necesita y sé que su hija y tú le darán la fuerza para sobrepasar todo lo que se aproxima. Ella necesita tu apoyo en estos momentos. Ahora es cuando debes demostrarle que la amas y que puede contar contigo. Debes ser más comprensivo y vestirte de mucha paciencia, porque el proceso será muy largo y solo esto va a demostrar si realmente amas a la madre de tu hija como dices. No olvides contactarme si algo sucede. De los síntomas empeorar, lo mejor será hospitalizarla. ¿Lo comprendes? Sé que no quieres alejarla de tu hija, pero a veces hay que tomar decisiones muy dolorosas por el bien de todos. En este caso, por el bien de los tres.

—Me duele la cabeza. ¿Qué me pasa, doctor? — ambos miramos a Rachel, pero fue Aiden quien se acercó más rápidamente a ella.

—Ya se te pasará, princesa. Aparte del dolor de cabeza, ¿qué sientes?

Culpable [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora