Investigué su horario de la universidad para tener claro el tiempo en que podría usarlo a mi conveniencia. No quiere verme porque está resentida conmigo y me odia, y lo entiendo, pero haré que las cosas cambien. De ahora en adelante haré que me vea más a menudo, no voy a permitir que me siga evadiendo.
Debo probarle a ella que soy mucho mejor partido que mi rival. En condición física estoy por delante, aunque hace tiempo no me ejercito. Por eso me levanté bien temprano para ir a correr y hacer ejercicios. Estaba pendiente de la hora, debo llegar a la casa minutos antes de que ella vaya a salir. Dejé todo planchado con Manu para que dependa un poco de mí, pues se ha vuelto muy independiente y eso no me ayuda en lo absoluto ahora.
Entré a la casa sin aire. Creí que mi condición física estaba bien, pero estoy bien jodido. Tal parece que los años se me están cayendo encima. Rachel se me quedó viendo al verme en estas fachas. No quería hacer ridículo frente a ella, por eso seguí corriendo hacia el área de la cocina. Ella estaba con la niña en la sala, estaba vestida ya para irse a la universidad.
—Dame agua, Nany.
—¿Qué está haciendo, Sr. Aiden? — preguntó Nany en voz baja—. ¿Por qué está sin camisa dentro de la casa?
—Estaba haciendo ejercicio y hace mucho calor — dije en un tono alto, con intenciones de que Rachel también lo escuchara.
—¿Dónde está Manu? — escuché a Rachel detrás de mí y no podía creer que realmente ha sido ella quien se ha acercado.
—Tuvo una emergencia esta mañana y salió. ¿Por qué? ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?
—Mi auto no enciende y anoche estuvo funcionando bien. No sé qué está sucediendo. Manu es el único que sabe y no está. Los demás muchachos me dijeron que no saben qué sea lo que tenga.
—Puedo darle una ojeada a ver qué le sucede.
—¿Crees que sea breve el problema? Si tarda demasiado, será mejor que llame un Uber.
—No te impacientes.
—Pues tengo que impacientarme porque llegaré tarde.
Levantó el bonete de su auto y fingí estar mecaneando y buscando la raíz del problema. Las mentiras no son buenas, pero es una mentira inofensiva y sana.
—¿Aún nada? ¿Realmente sabes algo de mecánica?
—Sé de mecánica lo mismo que sé de sexo.
—Ah, pues asumo que estamos perdiendo el tiempo aquí parados.
¿Es mi imaginación o acaba de seguirme la corriente?
—¿Estás segura de eso? Creí que habías estado satisfecha lo suficiente en ese aspecto — la miré fijamente y fue ella quien desvió la mirada primero.
—¿Ya terminaste de dar lástima?
—No — la acorralé contra el bonete, pero no intentó evadirme.
—¿Crees que soy la misma estúpida que no se da cuenta de tus intenciones e indirectas?
—Si ahora te das cuenta, dime, ¿qué es lo que quiero?
—Sexo. Parece que eso es en todo lo que piensas.
—Lamento informarte que estás equivocada. Contigo lo quiero todo.
—Estás sudado — puso sus manos en mi pecho con la intención de empujarme.
—¿Y qué hay de raro en eso? ¿No me has visto así muchas veces? — sujeté sus manos para que no siguiera empujándome y mantuviera sus manos en mi pecho.
—Vas a ensuciar mi ropa y tendré que ir a cambiarme.
—Antes te gustaba tener mi olor encima.
—Tú mismo lo dijiste: antes.
—Y ahora también. ¿Por qué habría de cambiar eso de la noche a la mañana? A mí gusta oler a ti, a tu perfume y a tus fluidos.
—Eres un pervertido de la peor clase.
—Sé que me odias y tal vez suene inapropiado decirte esto ahora, pero te he echado mucho de menos. Cada día que transcurre te siento más distante y me duele. He querido respetar tu espacio y dejar que sanen poco a poco tus heridas, pero siento que entre más tiempo pasa, las cosas se siguen deteriorando. Escúchame bien, Rachel, así me tenga que mantener lejos de ti de ahora en adelante porque tú quieras seguir con esto, quiero que entiendas que no voy a renunciar a ti. Y no, no haré esto por nuestra hija, si quiero volver a tenerte a mi lado es porque te amo, es porque eres la mujer con la única que visualizo mi futuro y con la que me veo felizmente casado. Voy a conquistarte, haré que me ames como alguna vez lo hiciste y mucho más que antes. Y esta vez será sin mentiras o trucos baratos como este. Te lo juro.
—¿Desde cuándo te has vuelto tan directo? ¿Acaso te han movido los cables en el cerebro?
—Estoy diciendo lo que siento, Rachel.
—No te he pedido que lo hagas. Aiden, no quiero que pierdas el tiempo, ni tampoco que me lo hagas perder a mí. Somos lo suficientemente maduros, como para comprender lo que nos conviene. En nuestro caso, como una vez dijiste, lo nuestro está irremediablemente muerto, así que deberías superar el pasado, así como lo hice yo. Te quise y mucho, pero eso murió el mismo día que decidiste encerrarme en ese lugar, alejándome de mi hija, de ti, sin siquiera tener los huevos de decirme lo que estaba ocurriendo. Me dejaste sola, me abandonaste, la confianza que alguna vez tuve en ti, ese día la perdiste.
—Lo nuestro no está muerto, y lo sabes bien. Hay muchas cosas que quisiera decirte, pero la distancia que has puesto entre los dos no nos ha favorecido a ninguno. No me has dejado explicarte nada. Te has negado a recibir una respuesta de mi parte, probablemente porque me temes y piensas que mis intenciones son lastimarte. Las cosas ya no son como antes. Y sí, me equivoqué muchas veces, pero quisiera que me des una oportunidad para demostrarte lo importante que eres para mí y lo mucho que te amo. Te he estado esperando todo este tiempo.
—¡Basta, no quiero oírte más!
—Aunque no quieras oírme más y estés alejándome de nuevo, quiero que te quede claro que lucharé por ti hasta el final y no pienso renunciar por nada ni por nadie. Tú serás mi futura esposa, así que grábatelo, dulzura mía — conecté la batería de su auto.
—Tu... tú sabías lo que tenía...
—No pienso mentirte. Por supuesto que sabía, pero despreocúpate, pequeña. No acudiré más a estos juegos sucios, de ahora en adelante iré de frente, aunque te pongas roja como un tomate, como ahora.
—¿Quién se pondría así por ti, idiota?
—Espero tengas un buen día. Estudia mucho.
La esperanza estuve a punto de perderla, pero su expresión en ese momento que le llamé «dulzura mía», me confirmó que aún queda algo dentro de ella hacia mí; para mí eso es suficiente para esforzarme y volverlo a intentar.
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Culpable [✓]
CasualeLa cárcel es el infierno en la tierra, donde encierran a los seres más despiadados y son sometidos a enfrentar la justicia y pagar por sus atroces crímenes. Al pasar por el cedazo de la justicia y ser juzgado, de ser hallado culpable; deberás cumpli...