Culpable [✓]

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Durante los siguientes meses, mi enfoque era Alana. Cada día que pasa está mucho más grande. Siempre creí que esta etapa la disfrutaría plenamente en compañía de Rachel, pero me equivoqué. Daría lo que fuera porque ella estuviera aquí y pudiera ser partícipe en el crecimiento y desarrollo de nuestra hija. A pesar de todo eso, cada día confirmo que mi amor por ella crece y se fortalece más con el tiempo. Aunque no esté conmigo, para mí ha estado presente en mi mente y mi alma. La pienso todo el día y la sueño cada noche. Si esto no es amor, entonces no sé qué sea.

Hoy me dieron la noticia de que por fin podré volver a verla, creo que la emoción me ha hecho perfumarme demasiado. ¿Cuál será su reacción al verme? ¿Será que aún me guarda rencor? ¿Será que aún sus sentimientos hacia mí siguen intactos? Pese a esa inseguridad, siento que es un avance poder tener el privilegio de verla. Me prometí a mí mismo ser paciente, darle tiempo, comprenderla y eso haré. Incluso si sus sentimientos hacia mí han cambiado, haré lo posible por ganarme su amor de nuevo.

—Iré a ver a mamá luego de tanto tiempo. Si todo sale bien, estará de regreso con nosotros muy pronto, mi princesa — me despedí de mi niña hermosa con un beso en la frente.

La he dejado con Nany, ya que no me permiten llevarla al hospital. Me hubiese gustado que Rachel la viera.

—¿Cómo está, Tony?

—Se encuentra bien. Ha seguido al pie de la letra el tratamiento y a puesto de su parte en las psicoterapias. Se ha abierto mucho desde que llegó, al menos con su pasado.

—¿Y sobre mí?

—He tratado de trabajar con ello y se podría decir que habla de lo más natural sobre ti. Aunque, eso no implica que haya superado todo. Aiden, quiero que tengas presente que hoy solo estaremos haciendo una pequeña prueba para evaluar cómo será su reacción cuando te vea. Debes entender que para su condición no hay cura, solo tratamiento para mantenerla controlada. Ha ido recordando muchos detalles de su pasado y a veces entra en una crisis nerviosa, pero son menos frecuentes que antes. Antes de darle de alta, tienen que someterse a una terapia grupal. Debemos asegurarnos de que esto no le afecte y que sufra algún otro episodio. De ser así, probablemente se extienda su estadía en la clínica.

—Lo comprendo.

—Te llevaré a verla.

Me trajo a un cuarto y me senté en una silla en espera de que la trajeran. Estaba sudando de los nervios. Cuando la vi entrar me puse de pie. No sé si es por el tiempo en que no la veía, pero se ve muy hermosa. Sus labios han adquirido un hermoso tono rosado y lucen tan apetecibles que decidí no observarlos más para no incomodarla. Su cabello está mucho más largo que antes.

—Rachel... — quería abrazarla, pero no vi intenciones en ella de querer lo mismo.

—Hola, buenos días — se sentó en la otra silla que quedaba justo al frente de mí y Tony se mantuvo de pie cerca de ella.

—¿Cómo estás? — me senté de vuelta en la silla.

—¿Cómo crees que estoy? — se mantuvo en silencio unos instantes y luego sonrió—. Por supuesto que bien. ¿Y mi hija? ¿Cómo está?

—No me permitieron traerla, pero está muy bien. Cada día más grande y extrañándote. Te he traído una foto de ella — saqué de mi bolsillo la foto y se la entregué.

Se quedó contemplando la fotografía con una sonrisa.

—De todo lo que me he perdido, ¿eh? — la guardó por dentro de su manga y miró a Tony—. ¿Es esto suficiente, Tony?

—¿Te sientes mal, Rachel? — le puso la mano en el hombro.

—No, pero ya me dijeron lo que quería saber.

¿Así que aún me guarda rencor? Se supone que debía estar preparado para esto, pero me duele su indiferencia, especialmente porque moría por decirle lo mucho que la extrañé y que la amo desde el fondo de mi alma.