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Kim pasó alrededor de tres horas sentado en la sala de espera, Park le había contado todo lo que pasó desde que él y Yugyeom habían llegado al departamento de JungKook y lo habían llevado al hospital.

Tae sentía que la culpa recorría su cuerpo y aunque sus amigos trataban de hacerlo sentir mejor simplemente una helada corriente recorría cada centímetro de su cuerpo helando el mismo.

A pesar de que trataron de calmarlo, el sentimiento de culpa era más fuerte.

En cuanto el médico salió para dar informes, el pelinegro se levantó de un salto del sillón de color verde donde se encontraba y se giró para verlo realmente interesado, el hombre de pelo canoso lo miró de arriba a abajo.

—¿Es algún tipo de familiar del joven Jeon?

El chico asintió con la cabeza repetidas veces.

—Soy su pareja...

El médico se quedó en silencio unos segundos meditando las palabras que saldrían de sus labios cruzando los dedos de sus manos entre si tomando una respiración muy larga, Tae sintió que los segundos se le hacían eternos.

—Bueno, me veo en la necesidad de decirle que el joven Jeon sufre de cardiomiopatia. —Carraspeo manteniendo el ceño serio que tenía. —Lo que sufrió fue a penas un ataque... aunque creo que ya tenía síntomas y no había venido —Enmarcó una ceja en dirección a Kim. —¿Usted sabía de algo?

Inmediatamente TaeHyung negó y el hombre se limitó a moverse de adelante hacía atrás en su lugar unos segundos mirando a las personas en la sala de espera.

—Él ya ha despertado, traten de no hacer que tenga fuertes emociones o sean bruscos con él, mañana lo daremos de alta y es preferible que pase de una a dos personas. Que tengan linda noche.

—Muchas gracias

TaeHyung hizo repetidas reverencias desesperado en señal de agradecimiento y luego se giró para ver a los demás con la ansiedad corriendo por sus manos haciéndolas temblar.

Jinyoung rodo los ojos desviando su mirada a Yugyeom que se mantenía sonriendo mirando a el azabache.

—Yo creo que deberías entrar primero Tae... luego iremos nosotros

Le hizo un gesto con la cabeza de asentimiento al igual que los demás y enseguida TaeHyung les devolvió la sonrisa caminando con rapidez por el pasillo blanco hasta estar frente a la puerta donde se encontraba Kook.

Paso saliva sintiendo como está misma se atoraba en su garganta mientras su mano se posaba sobre la manija redonda y giraba la misma con lentitud.

Se sintió sumamente culpable en cuanto vio a Jeon acostado en la camilla con su rostro y su cuerpo en general más pálido de lo normal, sus rosados labios partidos y las bolsas debajo de sus ojos además de las cosas conectadas a sus cuerpo.

Entró haciendo el mínimo ruido que pudo pegando su espalda a una de las paredes escuchando el pitido de la máquina que marcaba cada uno de sus latidos.

El castaño movió con dificultad sus dedos como si hubiesen estado congelados y poco después su labio inferior tembló siendo seguidos de como sus pequeños ojos marrones escasos de brillo se abrían... JungKook se notaba cansado, y aunque trato de hablar las palabras simplemente se quedaron atascadas.

—JungKookie.... tú... Perdóname —El mayor de ambos se acercó para tomar la mano helada de Jeon que sólo lo seguía débilmente con la mirada.

Asintió suavemente con la cabeza y en lentos movimientos logró entrelazar su mano con la de su pareja cerrando sus ojos.

—Es... tas a-quí —Arrastró cada una de las letras que componían las palabras y el corazón de Kim se le hacía pedazos, estaba lastimado a JungKook.

Estaba hiriendo a la persona que amaba.

Las lágrimas amenazaron con salir de sus ojos picando los mismos y una punzada de culpa le recorría el pecho.

Se sentó sobre sus rodillas acariciando la mano de Kook que no dejaba de sonreirle y rozó la punta de su nariz contra la suave y helada piel de su novio cerrando también sus ojos por unos segundos acariciando con sus dedos pulgares.

—No me... pidas perdón, Tae... —Logró decir JungKook arreglando algunos mechones del cabello de su novio que estaban sobre su frente. —No es tu... culpa...

Nuevamente el menor cerró sus ojos como en un inicio, estaba cansado y eso era claro.

Tae lo miró, cada una de las facciones de su rostro las recorrió con la mirada grabando en su mente el más mínimo detalle de aquel rostro.

Si el jardinero no corta la flor roja, está morira de forma lenta y dolorosa.

Una ley imprescindible de aquel tortuoso ciclo en el que ambos estaban encerrados.

Pero TaeHyung se negaba a todo aquello que lo separase de su amado.

Y haría de todo, con tal de estar a su lado por más de una vida.

—Voy a salvarte JungKook... voy a salvarnos...

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⚘『Jardinero de almas』⚘   ✦TaeKook✦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora