⚘『Jardinero de almas』⚘ ✦TaeKook✦

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TaeHyung caminaba por el pasillo de la casa de JungKook sosteniendo el bowl de palomitas con caramelo que llevaría a la sala además de la bolsa de papas fritas.

Aquella tarde verían alguna película para pasar el rato y era el turno de el castaño de escogerla así que Kim tenía una leve idea de que era lo que le esperaba.

—Aquí están las cosas bebé —Habló Tae dejando las mismas sobre la mesa tomando asiento a un lado de el menor rodeando su cuello con su brazo derecho.

—Gracias por traerlas TaeTae —Jeon río destapando la botella fría de refresco para servirle un vaso a Kim y después a él. —Estaba viendo las películas de Netflix pero a decir verdad no hay alguna interesante...

—Creí que escogerías alguna de anime —Murmuró el más alto mirando como su pareja pasaba las películas. —Digo, esas te gustan bastante... ¿O no?

—Sabes que el anime me gusta bastante pero no soy dado de ver películas... aunque algunas son la excepción prefiero una de acción... ¿Puedo escoger una de Marvel? —Los ojitos de Kook brillaron cuando su mirada se cruzó con la de el contrario que sólo río negando divertido con la cabeza.

—Ponla corazón

—Gracias~ —Canturreo tomando el mentón de el chico para acercarlo a él y frotar la punta de sus narices.

Sin perder tiempo comenzó a pasar aquellos títulos leyendo meticulosamente como si de la primera vez en que fuera a ver una película se tratara.

Parecía que Tae lo conocía a la perfección o que de un alma transparente se trataba pues incluso cuando JungKook parecía tener un aura misteriosa o de suspenso, sabía que siempre iba a terminar en las mismas películas de su súper héroe de la industria favorito.

Iron Man.

—¡Aquí está! —Habló eufórico dando un pequeño salto en su lugar antes de dar en el botón para que la filmación empezara a dar inicio.

—Que novedad, veremos Iron Man por tercera vez —TaeHyung se acomodó en el sillon levantando su playera para ver la cicatriz en su abdomen que le dejó aquel suceso.

A veces se preguntaba como estaría Yon... sabía que logró confrontar a la rosa de la chica pero muy en el fondo sabía que ella también quedaría marcada ya que había tenido que aceptar estar en condena por un año con trabajos sociales y terapias.

Un año perdido por una enfermiza obsesión.

Mientras que los chicos que le ayudaron estarían quince años metidos ahí por haber cometido crímenes anteriores a aquel, tráfico de armas, drogas y asaltos.

Definitivamente cuando salieran de la cárcel se la iban a cobrar muy caro a Yon por admitir todo.

Y él sentía lástima.

—¿Qué sucede Hyungie? —Susurró Kook pasando con cuidado la yema de sus dedos por la rosada cicatriz que se alzaba en la piel de el azabache.

—Ah... sólo estaba pensando en lo que pasó aquel día y que le va a ocurrir a ellos —Murmuró con simpleza encogiendose de hombros tratando de dejar de lado el asunto.

—Oh... bueno

Antes de que la situación se tornara incómoda las manos de Tae fueron a los hombros de Jeon para acercarlo y hacer que se acostara encima de su cuerpo sin lastimarse a él mismo.