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TaeHyung miraba sin algún propósito la mesa perdido completamente en sus propios asuntos jugando con sus manos entrelazadas como si así pudiera calmar el mar de emociones que le azotaba por dentro.

No podía pensar con claridad y si tan sólo trataba terminaba en un completo desastre...

Suspiró dejándose caer en el respaldo de la desgastada silla de madera para luego mirar el césped.

—Wow, ¿Por qué tan solo Kim? —La voz de Jacskon Wang se escuchó en aquel rincón del campus donde iban a tirar todo lo que ya no servía más de la institución.

Tae se sobresalto al escucharlo llevando enseguida su mirada a él un tanto desconcertado.

—Uh, hola Wang —Le saludó con confianza agitando la mano mientras el chico se acercaba peinando con una mano su cabello hacía atrás. —¿Qué haces por aquí?

—Más bien la pregunta es, ¿Qué haces aquí? —Hizo énfasis en la palabra mientras se recargaba en una de las paredes de piedra. —Estaba buscando a mi novio pero escuché el chillido de una silla y me acerqué a ver

TaeHyung se encogió de hombros pensando en que decir como excusa.

—Quería despejarme un poco de todo... ya sabes el ruido y sentir la pesada vibra que tienen los demás... aquí estoy tranquilo al menos por un rato —Habló tratando de soñar confiado en sus palabras y que el mayor se las creyera enteras.

—Uhm, por un momento pensé que te estabas drogando o fumando un cigarrillo como cualquier otro que viene aquí —Río levemente mirando una colilla anaranjada de cigarro tirada entre el verde césped mal cortado. —¿Seguro que no haces nada de eso?

—Maldición Wang —Soltó varias risas nasales cuando escuchó aquellas palabras negando varias veces. —Las drogas y los cigarrillos no están en mi lista de cosas por probar... saben igual que la mierda

—¿Ya la probaste? —Inquirió el contrario dejando salir sus risas a lo que TaeHyung rodo los ojos.

—Ugh, hyung por Dios —Negó varias veces cuando escuchó otros pasos hacer crujir el césped cada vez más cerca de ellos.

—¿Jackson?... con que aquí esta- —Mark se detuvo de repente al ver a TaeHyung pasando saliva con dificultad mientras escondía sus brazos y manos detrás de su espalda con cierta timidez. —Je... Hola T-TaeHyung...

El mencionado sólo abrió los ojos como platos al ver a su amigo ahí parado con su mandíbula cayendo, sintió incluso que podía tocar el suelo con ella.

Mark al igual que TaeHyung era un jardinero, y ahora ambos se habían encontrado de la manera quizá menos adecuada.

Por su parte Wang se acercó a su pareja para rodear su cintura con su brazo y dejar un casto beso en su frente.

—Lo siento, te estaba buscando y fue entonces cuando me encontré con Tae, ¿Ya se conocían? —Miró a ambos repetidas veces sin tener una mínima idea.

—Uh, si desde la preparatoria —Intervino enseguida el azabache con un intento de sonrisa.

—¿Aunque tu eres mayor que TaeHyung? —Esta vez Jackson se dirigió a Kim.

—Siempre he sido un chico bastante sociable —Tae se levantó de su desgastada silla para caminar a donde estaba la dulce pareja. —Una vez vi a Mark hyung y parecía agradable así que pensé, "Debería hablarle" y fue entonces cuando nos conocimos —Levantó su dedo pulgar con una radiante sonrisa que convenció a el más alto.

—Como siempre eres tan tú estilo Kim —Echó su cabello hacía atrás tomando la mano de Mark. —Vamos hay algo que quiero mostrarte bebé

El chico asintió y cuando Jackson se dio la vuelta murmuró un suave "Gracias" con sus labios hacía Tae despidiéndose mientras se alejaba.

El chico suspiro llevando sus manos a sus bolsillos para caminar en otra dirección a la de ellos con el aire jugando con sus cabellos.

Fue directo a uno de aquellos robles grandes que daban sombra a los extensos terrenos forrados de verde césped para sentarse debajo de uno de ellos cruzado de brazos pensando en aquel sentimiento que empezaba a sentir volverse más y más grande en su interior.

No podía dejar de pensar en JungKook desde hacía unos días.

Su mente sólo giraba en aquel chico de dientes de conejo, piel de porcelana y desordenados mechones de cabello con ese característico tono carmín que siempre aparecía en sus mejillas cuando él se acercaba de más.

Sonrió con la simple imagen mental de él, TaeHyung aseguraba que nunca ningún chico o chica lo había hecho sentir así, simplemente era como probar algo que te hacía sentir incluso mejor que tomar chocolates en las tardes de lluvia.

Al menos para el peculiar y confundido Kim TaeHyung.

Cualquier otra persona hubiera aceptado aquellos sentimientos de amor con facilidad, pero simplemente él no podía... tenía miedo e inclusive curiosidad por aquellas emociones tan dulces y a la vez, agrias.

Kim nunca fue el típico príncipe azul de los cuentos de hadas, ni el Romeo de las novelas de Shakespeare... o el héroe de los cómics que leía de niño, todas sus aventuras amorosas tendían a ser un fracaso.

Pensaba que su padre lo odiaba y el mismo cupido le hacía la vida de ese tipo imposible... siempre terminaba por flecharlo con la persona equivocada y al final su corazón lleno de heridas sangraba de dolor.

Una muy familiar sensación para él.

A la lejanía logró divisar a aquel chico que no le dejaba dormir por las noches y hacía que todo se le hiciera un nudo.

Tae supo desde un principio que JungKook terminaría por ser alguien especial en su vida y vaya que se estaba ganando aquel título cuando una sonrisa se formó en su rostro al verle correr directo a su siguiente clase hecho todo un lío.

Tienes que aceptarlo... no va a pasar nada.

No lo aceptes, es mala idea Kim, sólo vas a sufrir como las veces anteriores.

TaeHyung se sentía entre la espada y la pared en aquellos momentos.

Pero sabía que lo amaba...

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⚘『Jardinero de almas』⚘   ✦TaeKook✦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora