⚘『Jardinero de almas』⚘ ✦TaeKook✦

⚘|81|⚘

•❥────────✧❃✧───────❥•

Los últimos días, Kim se sentía completamente perdido... ajeno a todas las situaciones que lo rodeaban simplemente no podía concentrarse del todo y eso le estaba generando bastantes problemas en la Universidad y también consigo mismo.

Últimamente no dormía bien, a veces comía y otras no o simplemente tomaba cualquier fritura o comida que se le cruzara.

Se quedaba horas viendo un punto fijo simplemente pensando con la mirada perdida.

Y claramente Jeon se había dado cuenta.

Aquella tarde el castaño estaba en el departamento de su novio notando como el azabache se mantenía en silencio dibujando todo tipo de cosas sobre un trozo de papel moviendo agilmente el lapicero de tinta negra entre sus dedos.

No era incómodo para ninguno el ambiente que había entre ellos, estaban acostumbrados a darse su espacio y privacidad propia, pero esto iba más allá de privacidad.

Jeon se acercó con una taza de té limón al escritorio donde estaba su novio dejando la misma con cuidado sobre la mesa además de unas pequeñas tartaletas de fresa.

—Te hará bien comer un poco TaeTae —El menor miró con una cálida sonrisa a su novio apartando el cabello de su frente para dejar un casto beso.

Camino con suavidad detrás de él mayor sin hacer el más mínimo ruido posando sus manos sobre los anchos hombros del chico acariciando los músculos de su espalda con las yemas de sus dedos pulgares y luego empezar a hacer un masaje apretando un poco las zonas sintiendo la tensión de su novio que poco a poco relajaba su cuerpo haciéndole esbozar una sonrisa.

Kim se acomodó en el respaldo de la silla cerrando los ojos dejando salir un largo suspiro, su mente estaba acabando de a poco con él y su única salida de todo aquello era JungKook.

No respondió y simplemente se giró lo suficiente como para poder llevar su brazo a la cintura de el castaño para que diera vuelta y luego hacer que se sentara encima de sus piernas abrazando su cuerpo contra el suyo escondiendo su nariz entre la curvatura del cuello de el menor aspirando su aroma a frutos rojos que le fascinaba mientras su mano acariciaba la espalda del chico que sólo soltaba suaves risas que ocasionaban una sonrisa inigualable en el rostro de su novio.

—JungKook... me haces tan bien...

Murmuro contra la piel del mencionado haciendo que un escalofrío recorriese su cuerpo por la calidez de su voz y sus palabras.

—Tú me haces bien TaeHyung... —Las pequeñas manos del castaño subieron por el cuello de su novio acunando sus mejillas levantando así su rostro.

Los ojos de ambos se unieron en un lazo indescriptible, lleno de amor y dulzura... sus ojos se cerraban a medida que la distancia entre sus rostros era mínima chocando su respiración y finalmente  se unieron en un beso de lento vaivén.

Las juguetones manos de Tae no evitaron empezar a acariciar la cintura de el castaño metiendo sus manos por debajo de la suave tela de la playera que el chico usaba y empezar a acariciar su piel sin separarse de aquellos dulces y adictivos labios con sabor a moras.

JungKook no podía quedarse atrás mientras su cuerpo enseguida reaccionaba a aquellas caricias de las cuales se había hecho adicto... empezó a subir hasta llegar a los mechones del azabache empezando a revolver su sedoso cabello, en aquellos momentos sólo existían el uno para el otro.