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JungKook trataba de concentrarse mientras limpiaba las paletas donde los alumnos colocaban las muestras de pintura para mezclar colores o ya sea bien para usar los que venían pre fabricados tallando las mismas con fuerza notando como el agua que usaba se teñia de aquellos tonos.

Aunque no quería darle muchas vueltas al tema de sus sueños, era algo que simplemente no lo dejaba descansar ya que se estaban volviendo más frecuentes y difíciles de olvidar.

En cada uno de ellos estaba en aquel bosque, lo perseguían a caballo, corriendo, aparecía dentro de trampas o cosas que siempre lo llevaban a la muerte... porque sus sueños tenían en común que terminaban en la muerte, y que siempre habían rosas específicamente rosas pero lo más curioso de todo era que en el último TaeHyung estaba con él.

Y que precisamente ese era el sueño más borroso que tenía pues a penas podía recordar el rostro del mayor tratando de tomar su mano.

Y aunque había buscado en miles de páginas de Internet, siempre llegaba a la misma respuesta de que estaba rodeado de personas que le deseaban algún mal o bien que estaba destinado al fracaso... en cualquier otro momento hubiese aceptado aquello pero se negaba... porque su mente le decía que no solamente era un sueño, y para variar... sentía que alguien lo estaba siguiendo siempre a todo lugar.

Dejo las paletas que no terminó de lavar en una cubeta con agua para que la pintura se despegara de estas mismas mientras soltaba un pesado suspiro y luego se giraba para llevarla a una esquina de aquel cuarto saliendo después del mismo.

Tomó sus cosas y como era costumbre se despidió y salió de aquel lugar yendo directo a su departamento, entró a su cuarto y no dudó en sacar enseguida un cuaderno donde había hecho bocetos de cada uno de aquellos sueños desde que se volvieron constantes, cada escenario estaba perfectamente hecho.

Movía el lápiz con agilidad sobre el papel cambiando después por un lapicero de tinta negra... la habilidad y rapidez con la que el castaño podía hacer trazos y en general dibujos era sorprendente.

Pero a medida que avanzaba sentía como si alguien lo estuviese observando... no podía evitar sentir pánico corriendo por toda su sangre... en cada línea sentía un peso sobre sus hombros y una mirada asesina.

En repetidas veces se giró para mirar a sus espaldas, se levantó y reviso debajo de la cama, en las puertas de su closet y debajo de su escritorio pero no había nadie...

Quizás sólo estaba alucinando.

O eso pensaba.

Exhausto y agobiado por los pensamientos que lo seguían se sentó en la cama abrazando sus rodillas contra su pecho mirando las sábanas blancas que cubrían su colchón.

Últimamente a JungKook también le costaba dormir.

No por el hecho de que sabía que tendría aquellos sueños, si no porque de la nada su cuerpo dolía, sus muslos a veces se inflamaban más de la cuenta al punto de no entrar en sus jeans favoritos, se despertaba a mitad de la noche cuando se sentía asfixiado, ahora ni siquiera podía hacer el más mínimo ejercicio sin sentir que había corrido todo un maratón porque su corazón comenzaba a latir como loco y su respiración a sentirse escasa.

Le habría contado a sus padres pero ellos enseguida saltarian con el tema de la homosexualidad del castaño y que aquellos eran un castigo del señor.

Y preocupar más a su novio que, ya tenía sus propios problemas tampoco sería una buena opción.

Su única solución era, dormir sentado sobre su cama con una almohada en su nuca para apoyarse y no amanecer con un dolor muscular en aquella zona... JungKook nunca sintió en que momento se quedó en un profundo sueño que lo sacó completamente de la realidad en la que estaba.

La cuestión era que Kook no era está vez el protagonista de este sueño, si no que empezó a ver desde otra perspectiva como el amigo de TaeHyung, Mark Tuan estaba sentado de rodillas con un charco de sangre debajo de él.

El corazón de JungKook comenzó a latir con fuerza al ver a una mujer irreconocible sentada en un trono rodeado de espinas... el mismo era de metal pero se notaba oxidado y con partes rotas... a unos pocos centímetros adelante estaba el mismo hombre que lo perseguía en sus sueños sosteniendo una especie de guadaña en su mano con fuerza.

Los nudillos de sus manos se tornaron de blanco.

Sólo se escuchaba el llanto de el azabache a medida que el hombre se acercaba a él.

La perspectiva de el castaño comenzó a cambiar girando un poco notando que el rostro de el mayor estaba lleno de moretones, heridas que sangraban, manchas moradas y diversos golpes con sus ropas completamente rotas y empapadas en sangre.

El chico se quedó congelado cuando los ojos de Mark se cruzaron con los suyos mientras esbozaba una cansada sonrisa en el rostro con lágrimas corriendo por su mejilla.

—JungKook... cuidate a... ti y a... TaeHyung, d-dile a Jackson... —Las palabras salían arrastradas de sus labios en a penas un hilo de voz. —Que lo amo...

Y justo después de esas palabras cuando estaban a punto de pasar el objeto por el cuello de el mayor se escuchó la voz de la mujer castaña sobre el trono.

—Matenlo.

Los ojos de JungKook fueron vendados y en ese momento despertó del sueño completamente asustado con su respiración fallando bastante, está vez el menor no podía respirar.

Tomó su teléfono y el primer número al que llamo fue el de su novio... pero al no recibir respuesta y con su garganta casi cerrándose llamó a Jinyoung... ni siquiera podía hablar correctamente.

Lo último que el chico miró, fueron las flores que su pareja le había obsequiado.

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⚘『Jardinero de almas』⚘   ✦TaeKook✦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora