⚘『Jardinero de almas』⚘ ✦TaeKook✦

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Marzo 20 • Primavera

YoonGi estaba parado a un lado de TaeHyung que miraba ansioso al cielo pasando saliva con dificultad moviendo sus manos rítmicamente mientras el mayor ajustaba el cuello de la camisa que el azabache usaba.

—Joder, no es necesario que nos muestres que ayer tuviste sexo con JungKook —Rodo los ojos entre risas nasales y luego volvió también su mirada al cielo.

Cada primavera todos esperaban ansiosos a ver a las rosas florecer y al solsticio que la Diosa de la primavera estaba a punto de hacer.

Todos los preparativos estaban listos, las flores estarían más radiantes que antes y todos tenían una sonrisa como ninguna...

A excepción de Tae que podía suponer que era lo que iba a ocurrir.

—Cariño... ¿Estas emocionado? —La voz de su madre fue tan repentina que incluso dio un salto del susto con su respiración agitada recibiendo extrañas miradas por parte de los demás.

—Ah, Si mamá estoy... —Hizo una larga pausa. —Bastante emocionado... supongo

—Bueno, más te vale —La mujer ordenó el cabello de su hijo con una suave sonrisa y luego dejo un beso en su frente —Hablamos después cariño, tengo trabajo que hacer...

TaeHyung asintió con la cabeza despidiéndose con su mano, moviendola de izquierda a derecha mirando después al piso completamente inquieto.

El solsticio sería en unos pocos segundos y realmente no quería estar ahí... por primera vez quería irse a su jardín y desaparecer, borrar todo rastro de sus rosas...

Miró como su madre entraba al castillo desapareciendo entre el mismo y entonces empezaron los emocionados murmullos entre los presentes ahí.

Faltaban segundos para el solsticio y siendo completamente cauteloso, Kim comenzó a desvanecerse entre la gente... a desaparecer hasta estar al fondo... detrás de todos mordiendo su labio inferior tan fuerte que incluso empezó a sangrar sintiendo el metálico sabor de la sangre en su boca.

Y finalmente el solsticio ocurrió y varias flores empezaron a germinar.

Pero TaeHyung no se detuvo a mirar aquel espléndido espectáculo de colores escuchando los gritos de euforia de la gente, sin dudar comenzó a correr lejos del castillo aprovechando el escándalo y la emoción de los demás para esconder sus nervios, múltiples rosas comenzaron a abrirse, amarillas, rosas, blancas...

El corazón de azabache latía a mil... corría entre la tierra manchando los tenis que usaba y los pantalones verdes además de sus manos, llegó a tropezar en si carrera por llegar a la parte donde estaban sus rojas y su cuerpo estaba lleno de lodo además de que sus manos eran finamente resaltadas por hilos carmesí que de ellas brotaban hasta que estuvo finalmente frente a sus rosas.

Mientras aquellas flores se abrían, Kim sacó la lista con los nombres de sus rosas que empezaban a aparecer en aquel papel por arte de magia escritos com tinta negra, sus manos temblaban.

El mundo se detuvo.

Sus ojos empezaron a picar.

Incluso su corazón dejo de latir por unos segundos y perdió la respiración.

TaeHyung cayó completamente destrozado sobre sus rodillas.

Había una rosa roja.

Y en la lista, estaba el nombre de Jeon JungKook.

•Un jardinero nunca debe enamorarse de su propia rosa.

•Una rosa roja va a morir a manos de su propio jardinero.

•Es el alma gemela de un jardinero.

—JungKook... no... no, no, no —TaeHyung jalo con desesperación de su cabello negando varias veces, no iba a matarlo, no estaba dispuesto a seguir viviendo si JungKook no estaba a su lado.

Pero morir tampoco era una opción.

TaeHyung iba a vivir por JungKook, e iba a hacer que JungKook continuara viviendo.

Con si corazón hecho pedazos, Kim sacó una maceta de una mochila y una cúpula de cristal.

Sin dudar comenzó a desenterrar la rosa con mucho cuidado, estaba desesperado, tenía que esconderlo en alguna parte del jardín porque tampoco podía sacar la rosa de aquel lugar o moriría.

Al pasar aquella hermosa flor a la maceta, Kim la cubrió dentro de la cúpula de cristal y la guardo en su mochila comenzando a correr, conocía el jardín perfectamente y sabía de un lugar que nadie más conocía porque él lo había hecho.

Se adentro en el bosque sin hacer mucho ruido y justo a lado de un Fresno se sentó de rodillas, sus manos temblaban y estaban llenas de heridas que ardían, Sus mejillas estaban mojadas por lágrimas saladas... sentía que aún vivo, estaba muerto.

De aquel árbol abrió una pequeña puertecilla de madera y sacando la cúpula de cristal de la mochila la metió en aquel fresno, la puertilla ni siquiera se notaba, nadie la había encontrado y esperaba que así fuera por mucho tiempo... al menos el suficiente.

—Por favor Kookie... sólo dame un tiempo para arreglar esto... voy a arreglarlo porque te amo —Apretó sus manos hasta que sus nudillos se volvieron blancos. —Voy a solucionarlo porque prometí estar siempre a tu lado...

Incluso con el corazón en su garganta, el mayor simplemente empezó a caminar a paso rápido, no quería estar ahí... evitó a toda la gente y volvió a Seoul a través del portal entre ambos mundos ignorando que parecía que estaba completamente sucio y herido.

Con la mirada en el piso comenzó a caminar directo a la casa de su novio por las calles de Seoul escuchando los murmullos de la gente y sintiendo sus miradas pero poco le importaba.

Al estar frente aquella puerta de madera la miro por unos segundos y luego la tocó esperando a que su novio le abriera.

—¿Si? —JungKook abrió con una sonrisa pero al ver a Tae sus ojos se abrieron como platos y sólo sintió como su rostro palidecia y perdía la respiración. —Tae... ¡¿Amor qué te paso?!

El castaño acuno sus mejillas y luego lo jalo dentro cerrando la puerta pero Kim no respondió y enseguida se giró para abrazar a su novio con algo de fuerza contra su cuerpo mientras el mayor sólo se quedaba en shock.

—Por favor JungKook... quédate... quedate conmigo un poco más —Arrastró las palabras entre lágrimas sin esconder su llanto. —No me dejes Kookie... te necesito aquí conmigo...

El castaño no supo que responder y sólo abrazo con el mismo sentimiento de amor a el azabache que no paraba de llorar.

—Nunca te voy a dejar Tae... siempre vamos a estar juntos donde sea...

—Te prometo JungKook... que estare contigo...

Incluso cuando el castaño no sabía a que se refería su novio, sabía que era lo bastante serio como para hacerlo llorar...

Y que no quería estar lejos de él...

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