The Boss

CAPITULO 9

Miller se había ido hace un par de horas, con la promesa de regresar por mí más tarde.

No sabía que era lo que me tenía más nerviosa, sí estar a solas con Miller de nuevo, o conocer a su familia. Ni siquiera habíamos empezado a salir formalmente, y el hombre ya estaba metiéndome de lleno en esto.

La última vez que alguien me presentó a sus padres, las cosas no habían salido nada bien para mí.

Terminando mi maquillaje, sonrío frente al espejo.

Me había puesto un vestido blanco que me llegaba un par dedos arriba de las rodillas, con tiras delgadas que lo sujetaban en mis hombros. Había optado por unas sandalias planas, ya que los pues seguían matándome de la noche anterior como para usar tacones.

No volvería a beber.

Saliendo de mi habitación, siento como los rizos rozan suavemente mi espalda al caminar, lo que me recordó que debía cortarme el cabello en los siguientes días.

Reviso mi teléfono para matar el tiempo, eliminando el correo basura y contestando viejos mensajes.

-¿Sabes a donde irán?

Levanto la vista del móvil, viendo a Kate salir de su habitación con un top lila sin tirantes junto con unos vaqueros desgastados. Y ella si estaba usando tacones.

-¿Cómo puedes usar tacones después de lo de ayer?

Se mira los pies, encogiéndose de hombros.

-Es un don, supongo. Mamá sigue usándolos todo el tiempo, y no me hagas hablar de Franny.

-A veces creo que Franny camina mejor en plataformas que yo- Murmuro.

-Probablemente eso sea cierto -Responde caminando hacia la nevera, sacando una botella de vino y sirviéndolo en dos copas- ¿Y bien?, ¿Dónde crees que ese adonis te presentará a su familia?

-No lo sé, no dijo mucho. Solo que sería una pequeña fiesta en una especie de jardín.

-Se escucha lindo.

-Lo sé.

Me ofrece una copa y la acepto gustosa, tratando de ahogar mis nervios con el vino.

-Tal vez sea una recaudación de fondos. Ya sabes que a la gente rica le encanta presumir.

La miro horrorizada.

-Espero que no. Este vestido no es apto para una recaudación de fondos.

Kate evalúa mi ropa con ojos entrecerrados.

-Pareces una ramera- Contesta al fin, dándole un sorbo a su vino.

-¡Kate!

-Una ramera cara. Ya sabes, de las finas- Aclara.

Me levanto rápidamente y voy directa al espejo de cuerpo completo que se encuentra en la estancia

-Yo creía que me miraba bien. ¡No puedo conocer a su familia pareciendo una puta!

La risa de Kate resuena a mis espaldas.

-¡Sólo bromeaba!. Dios debiste ver tu cara.

Le lanzo una mirada molesta antes de regresar a mi lugar, bebiéndome el contenido de la copa de un trago.

-Inseguridades sobre cómo luzco, es justo lo que no necesito antes de irme.

-Vamos, ¿Porqué estás tan nerviosa?. Ni que fuera la gran cosa conocer a sus hermanos.

-Para ti es fácil decirlo.

-Pues si, no hay nada que temer. Lo peor que puede pasar es que no les agrades.