CAPITULO 5

7K 400 203
                                    

Mi jefe era un completo idiota.

Habían pasado alrededor de dos meses desde que había enfrentado a Miller en su oficina, y desde entonces parecía empeñado en hacer que me fuera.

Estaba todo el tiempo molesto, dando órdenes a la nada y gritándole a todo el mundo.

Lo que había comenzado como un trabajo tranquilo, había terminado siendo un ambiente tenso y lleno de estrés.

Tenía casi el doble de trabajo, y el tiempo encima.

Pero aún así me encantaba estar ocupada. De esa manera me evitaba pensar en otra cosa. O persona.

A veces pasaba por el cuarto de las copias, y no podía evitar que mis ojos se desviaran a la puerta donde semanas atrás había estado empotrada.

Me encontraba acomodando la sala de conferencias, preparando todo para la reunión que tendría lugar en los próximos minutos. Ya habían llegado varios miembros de la reunión, y se encontraban platicando en pequeños grupos a lo largo de la sala.

Estaba terminando de ordenar los panecillos que había comprado especialmente para esta ocasión, cuando una sombra cae sobre mi, al darme la vuelta me encuentro de frente con un hombre alto y corpulento. El cabello rubio caía despreocupadamente sobre sus ojos marrones.

El hombre destacaba entre los demás, pues en lugar de usar traje, llevaba una camisa de algodón blanca y unos pantalones azules junto con botas de trabajo. Me resultaba atractivo, y por su lenguaje corporal, deduje que él me encontraba atractiva también.

-Hola- Su voz era grave y suave, ocasionando que algo se removiera en mi vientre.

Su postura relajada logró que me sintiera cómoda en su presencia, algo que apreciaba estos últimos días.

-Hola- Respondo, sonriendo.

-Devon Hills- Se presenta, estirando una mano en mi dirección.

La tomo, sintiendo como sus dedos apretaban suavemente los míos.

Le doy mi nombre y su sonrisa me deslumbra por un momento.

¿Acaso era necesario parecer un modelo para trabajar aquí?

Y yo yendo a bares de mala muerte a buscar algo de acción.

-Rebeca- Dice, susurrando mi nombre- Es un hermoso nombre. ¿Sabes si tiene algún significado?

-¿Mi nombre?- Frunzo el ceño- Bueno, la verdad es que nunca lo había pensado.

Sus ojos brillantes sonríen con algo parecido a la victoria.

-¿Quieres saber su significado?

-Claro, eso sería genial- Respondo, recargando la cadera en la mesa de los refrigerios.

-Perfecto. Te lo diré mañana.

-¿Mañana?, mañana es sábado- Respondo frunciendo el ceño, confundida.

-Lo sé. Te lo diré en nuestra cita.

¿Cita?

Para ser sincera el tipo estaba buenísimo y era evidente que sabía lo que hacía.

¿Porqué no divertirme un poco?

Antes de poder contestar, una mano se apodera de mi cintura, ocasionando que el pulso se me dispare. No tengo que girarme para saber que es Miller.

El rostro de Davon se contrae una milésima de segundo, antes de adoptar una sonrisa relajada nuevamente.

-Hola, Miller.

The BossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora