Cuando salimos de la oficina, fue un poco complicado tratar de explicar qué es lo que estábamos haciendo. Pero Miller despachó a los espectadores diciendo que había surgido un problema legal con uno de los libros próximos a publicar.
Después de eso me arrastró de vuelta a la limo, diciendo que él se iría en su auto, ya que era más seguro de esa forma. Lo atribuí a por si algún paparazzi se aventuraba a sacar una historia conmigo y con Miller como foco de atención.
El camino a mi departamento se me hace eterno, mi pierna no deja de brincar, nerviosa.
Sabía de buena fe que ésta noche tendría acción. Y si mi instinto me fallaba, seguro que la erección de Miller al cerrar la puerta de la limo no mentía.
Mi teléfono vibra en mi regazo, sobresaltándome. En la pantalla se ilumina el nombre de Kate.
Por favor dios, que no sea nada malo, necesito con urgencia algo de sexo.
Contesto justo antes de que la llamada se pierda.
-¿Hola?
-¡No vas a creer que lo que me pasó!- Grita histérica.
-¿Estás bien?
-¡Jodidamente bien!, ¡Adivina lo que pasó!
Ruedo los ojos.
Con Kate nunca se sabía, así que jamás adivinaría.
-Sólo suéltalo, pecas.
Grita por el auricular.
-¡Conocí a Brody!
Eso llama mi atención.
-¡¿Bromeas?!
-¡No!
-¡¿Y bien?!
-¡Es más caliente que en televisión!
-¡No juegues!
-¡Lo juro!, ¡Y además será padre!- Prosigue
-¿En serio?
-¡Sí!, ¡Lo anunció por televisión nacional!
-¡Vaya!, ¡Y tú estuviste ahí!
-¡Lo sé!
Suspiro, feliz por escuchar a Kate tan emocionada.
-Pero como sea, dime qué tal está todo en la gala. ¿Ya hablaste con Miller?
Le relato los hechos rápidamente, incluido el discurso de Miller y la riña con Dove.
Bufa en el teléfono.
-Tiene nombre de jabón.
Río.
-Sí, tienes razón.
-¿Irás a casa ésta noche?
-Creo que iremos a su departamento- Comento, viendo por la ventana que íbamos en dirección opuesta de a mi casa.
-Uh, quieren tiempo a solas. Ya veo.
-Eso espero, estoy a un beso para llegar al orgasmo.
Se escuchan voces de fondo, y luego Kate habla de nuevo.
-Oye, necesito irme, ¿Qué te parece si quedamos mañana para almorzar?
-Veré qué puedo hacer.
-Bien, te quiero.
-Yo igual- Contesto, colgando la llamada.
Nunca sabía que tanto necesitaba hablar con Kate hasta que terminábamos de hacerlo.
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The Boss
RomanceRebeca nunca imaginó que una simple noche de chicas y alcohol terminaría convirtiéndose en el pretexto perfecto para iniciar un romance prohibido con su sexy e irresistible jefe, Miller Kent. ¿Ambos podrán resistirse a las tentaciones del otro? ¿E...