Max regreso a buscar a sus amigos después de su encuentro con la misteriosa chica, seguía muy emocionado, a pesar de que casi no hablo con ella, el solo hecho de contemplarla por tanto tiempo, ver sus expresiones y gestos mientras le leía, lo habían cautivado. Además de que era muy bonita y ni en sus sueños se habría imaginado que una chica así, podría estar sentada junto a él tanto tiempo, ni mucho menos que le tocara la mano, agregando como cereza al pastel, que le había dado un obsequio porque tenía intenciones de volverlo a ver.
Por lo que simplemente no cabía de la felicidad que sentía en ese momento, misma que proyectó, en cuanto entró en la habitación, ante la sorpresa de sus compañeros que se encontraban tranquilos sentados en sus respectivas camas leyendo:
- ¡Estoy feliz! – se sentó emocionado sobre la cama frente a Erik.
- Eso se nota – se burló mientras lo miraba interrumpir su tranquilidad– ¿debo preguntar el motivo? – lo miro tratando de descifrarlo.
- ¡No seas así Erik! ¡realmente me acaba de pasar algo único! no me lo echen a perder ¿quieren? – les hizo puchero tratando de convencerlos.
- Parece que te pasó algo emocionante – le dijo Dante – cuéntanos que te tiene tan feliz – mientras cerraba su libro para escuchar su historia.
- ¡Conocí a una hermosa chica! – suspiró mientras recordaba cada detalle de su encuentro.
- ¡Una chica! - contestaron al unísono sorprendidos porque era la primera vez que Max mencionaba tener interés en una mujer.
- ¡Siiii!, me pidió ayuda, se sentó a mi lado y ¡quiere volver a verme! además me dio un regalo ¡miren! – les mostró la pulsera en su muñeca.
- ¿Seguro que era una chica? – miró a Dante de reojo -¿no era una ilusión? – se burló Erik.
- ¡Que gracioso! – lo empujó indignado porque no le creían su historia.
- ¡No le hagas caso! que bueno que conociste una chica – le dijo Dante para evitar que se molestara – pero ... ¿no entiendo porque te causa tanta emoción eso? – porque no se imaginaba que se hecho causara tal emoción.
- ¡Que par de amigos tengo! – se cruzó de brazos - ¡son unos insensibles! – meneo la cabeza – ¡que voy hacer con ustedes!, pero bueno... no tienen remedio – contestó resignado – pero a ver... díganme, quiero saber si lo que siento es amor – se dirigió a Erik - ¿Qué se siente cuando estás enamorado? – clavando su tierna mirada en él.
- ¿Por qué me preguntas a mí? – contestó indiferente mientras se volteaba a un lado.
- ¿Cómo porque?, ¡tú estuviste enamorado! ¿no? – dudo un poco pronunciar esas palabras temiendo recordarle un mal momento.
- La verdad, ya no lo recuerdo, no creo poder responderte – cambio su semblante de burlón a serio.
- ¿Y tú? – se dirigió a Dante – ¿cuál es tu opinión? – esperando una mejor respuesta que la recibida por Erik.
- ¿Mi opinión? – se quedó pensativo - lo siento, no tengo nada que decirte, nunca me he enamorado – levanto los hombros sin darse cuenta del efecto que tuvo esa respuesta.
- ¿Nunca? – mientras miraba a Erik quien bajaba su mirada al escuchar esa respuesta - vaya que son complicados y no ayudan en nada – suspiro - solo quería darme una idea sobre lo que estoy sintiendo en estos momentos – colocó su mano en la rodilla de Erik – eso es todo – lo miro con ternura tratando de disculparse por lo que provoco su pregunta.
- Bueno, ahora lo recuerdo – se repuso al ver a su compañero apenado por él – cuando éstas enamorado, sientes que nada más importa, solo quieres estar con esa persona, piensas en ella todo el tiempo, buscas compartir todo lo que haces, vives para verla feliz, simplemente... se vuelve el motor de tu vida – suspiró profundo – creo que es algo así.
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El Hijo de la Muerte
General FictionLa muerte ronda a tu alrededor. ¿Cuantas veces hemos escuchado esta frase? Pero que pasaría sin en vez de llevarte, te mostrará lo que es encontrar el amor de una forma pura y sin restricciones, contradiciendo este mundo lleno de etiquetas y estereo...