Dante seguía a Gabriel sin decir palabra, por un momento se encontraba absorto en sus pensamientos, meditaba en su interior, analizando cada palabra que su padre había mencionado, hasta ese momento seguía sin entender nada, sólo le quedaba claro que ya no formaba parte de esa familia, que había sido entregado por una mujer en un lugar apartado cuando su padre estaba herido, que ambos habían hecho un trato, así como que dicho convenio concluyó en el momento que lo recogieron. Sin embargo, seguían existiendo varias interrogantes, a las que les daba vuelta sin conseguir respuesta, porque el motivo o la razón de todo lo que envolvía su vida hasta ese momento, seguía siendo un misterio.
Absorto en sus pensamientos, no se había dado cuenta que llevaba tiempo caminando, su mente se aclaró de repente, ¿Por qué estamos caminando? ¿No debería haber traído un auto? Fue hasta entonces que observo el lugar por donde andaban, conforme avanzaba su entorno cambiaba, volteo hacia su alrededor y se dio cuenta que ya no se encontraban en la ciudad, sino en un campo muy amplio, con un pasto verde y árboles frondosos que formaban un camino, en eso Dante se detuvo:
- Espera un minuto - le dijo - yo sé que tenemos rato caminando, pero no es lo suficiente como para encontrarnos fuera de la ciudad- volvió a mirar su entorno – mmmm, porque me es familiar este lugar – pensó, pero al instante se repuso - ¿A dónde vamos?
- A tu casa - contesto el guía mientras lo observaba atento.
- ¿Mi casa? mmmm, eso lo entiendo, pero ¿exactamente dónde ésta mi casa? ¿porque todo el lugar es diferente? ¿Si no hemos caminado tanto? - preguntó
- ¿Diferente? - contesto Gabriel – ohh, ya sé a qué te refieres, no te preocupes, eso es normal, no estás acostumbrado a lo que tus ojos pueden ver ahora, pero no le des mucha importancia, los lugares son relativos, ya lo entenderás, sigue caminando – le indicó apuntando hacia la dirección a seguir.
- Esto parece un juego de palabras - meneo la cabeza - solo dime ¿a dónde vamos? - volvió a preguntar
- Como te dije en un inicio, a tu casa - le respondió y siguió caminando.
En eso Gabriel, de nueva cuenta, levanto la mano señalando hacia el frente de donde se encontraban, entonces pudo apreciar con claridad un castillo, era majestuoso, pero con una arquitectura rústica, como esos que se ven en las historias de vampiros, pero en este caso no era sombrío, sino todo lo contrario, los jardines eran muy verdes y llenos de flores de colores.
Cuando entraron en él, apreciaron que en la entrada se encontraban esculturas de personajes que hasta ese momento no conocía, pero con un diseño exquisito, en la estancia y áreas subsecuentes contaba con candiles de cristal que colgaban de los techos altísimos, hermosos vitrales colocados en las ventanas, es decir, todo el lugar estaba decorado con una armonía cuidada hasta el último detalle.
Finalmente llegaron a un salón muy amplio, donde había una sala en medio con tres sillones color vino y una mesa de centro con un hermoso jarrón de cristal azul, a un costado se ubicaba una gran mesa de madera con lámparas y dos sillas a sus costados, pero lo impresionante del lugar, era la enorme librería en su interior, todos los muros del lugar estaban llenos de libros de todos los tamaños imaginables, a simple vista se podía apreciar que los libros parecía de diferentes épocas por sus acabados, Dante estaba anonadado observando cuando escucho a Gabriel:
- Señor mío, aquí está su nuevo discípulo - hizo una reverencia.
En eso Dante miro hacia donde apuntaba Gabriel, no se había percatado que en el lugar, además de los libros, se encontraba un hombre, ya de edad avanzada, que portaba una túnica negra con adornos en rojo, tenía una barba larga y blanca, pero no contaba con cabello, se podía observar una cabeza muy pulcra y pulida, sin embargo sus ojos eran de un negro tan profundo que casi no se le podía apreciar el iris blanco, tenía un aire entre siniestro y misterioso, que lo hacía lucir imponente.
ESTÁS LEYENDO
El Hijo de la Muerte
General FictionLa muerte ronda a tu alrededor. ¿Cuantas veces hemos escuchado esta frase? Pero que pasaría sin en vez de llevarte, te mostrará lo que es encontrar el amor de una forma pura y sin restricciones, contradiciendo este mundo lleno de etiquetas y estereo...