Capítulo 61

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Helena miraba a su hijo con tristeza mientras se llevaba la mano al pecho como si pretendiera oprimir el inmenso dolor que en ese momento estaba sintiendo, sin embargo no se había movido ni un milímetro del lugar donde se encontraba, pareciera como si estuviera esperando a que sucediera algo. Por otro lado Gabriel, presintió que no podía perder más tiempo, algo en el exterior le indicó que no estaban solos en ese lugar, por lo que al darse cuenta que las cosas no estaban saliendo como él lo pensó, se decidió a ir por la daga.

Pero en ese momento no pudo llegar a su objetivo, Gabriel se detuvo de repente, porque a diferencia del padre de Helena que se desvaneció después de clavarse la daga azul, Dante seguía inerte apoyado en su amigo, situación que lo hizo dudar acercarse a él. Pero al darse cuenta que no tenía otra opción, intentó aproximarse al cuerpo de Dante, para extraerle la daga del cuerpo al pensar que en su caso no desaparecería, aunque no entendía el motivo en ese momento.

Pero su intento fue frustrado, el cuerpo de Dante comenzó a invadirse de una luz azul brillante que comenzó a cubrirle todo el cuerpo, por lo que se detuvo de inmediato e inconscientemente comenzó a retroceder, porque lo que estaba viendo ante sus ojos, además de parecer llamativo parecía peligroso, por lo que decidió mantener su distancia.

Por otro lado Dante, en un instante se convirtió en una lámpara resplandeciente, por lo que Gabriel concluyó que se iniciaba el proceso para desvanecerse en el momento, pero contrario a sus expectativas, la luz que lo iluminaba y rodeaba se transformaron en llamas que lo cubrieron en su totalidad como si fueran a consumirlo por completo.

A pesar de lo impactante de la escena, Gabriel confiaba que se trataba de lo mismo que le sucedió a su abuelo, por lo que esperaba confiado que terminara el proceso y en unos instantes se desvanecería Dante de su vista. Pero para sorpresa de todos los observadores, las llamas no lo consumieron, sino que al contrario de eso, lo transformaron. Sus ropas cambiaron a un traje negro elegante bordado en oro el cual arrastraba por la postura en la que se encontraba en ese momento y un anillo plateado con una gema negra conteniendo un dragón en su interior apareció en el dedo índice de su mano derecha. Pero aunque sus ojos seguían cerrados, la imagen y el poder que irradiaba en ese momento, era impresionante.

Al ver los cambios que le estaban ocurriendo a Dante, Gabriel retrocedió unos pasos más y le ordenó a Eren que aumentara el tamaño de las espinas, creyendo que con eso lo controlaría, aunque con ello provocara que el cuerpo de Erik se destrozara por completo. Sin embargo no tuvo tiempo de hacerlo, en ese instante, Dante abrió los ojos y como consecuencia de ello, ocurrió una explosión de poder como si hubieran hecho explotar una bomba expansiva, que hizo que Gabriel y Eren se proyectaran a unos metros de donde estaban y ante tal explosión de poder, los vitrales que antes decoraban el lugar, se estrellaron convirtiéndose en polvo al instante.

De igual forma, el resto de los observadores sintieron de forma clara la presencia y el poder que irradiaba Dante en ese momento, logrando con ello que las llamas de Azrael, que seguían encendidas listas para atacar a su oponente, se desvanecieran al instante en que hicieron contacto con él.

En eso Dante se puso de pie luciendo gallardo y elegante con sus nuevas vestiduras, se sacó la daga del pecho arrojándola a un lado y miró enfurecido a Gabriel y a Eren que seguían observándolo estupefactos por lo ocurrido. Dante estaba a punto de lanzarles parte de sus llamas con la mano para consumirlos con ellas, cuando sintió que le acariciaron los dedos de una de sus manos. Al instante volteo y vio a su amigo que seguía atado a la silla y lo miraba con los ojos llorosos por verlo de pie.

Entonces se inclinó frente a él y lo abrazó, haciendo que las llamas que lo cubrían se extendieran al mismo tiempo sobre el cuerpo de Erik, logrando con ello que las ataduras se fueran incinerando conforme iban siendo cubiertas por ellas, por lo que en unos segundos Erik se encontraba libre sostenido por Dante y como consecuencia al ser liberado con las llamas, al mismo tiempo Max y Deborah también se libraron de sus ataduras.

El Hijo de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora