Comenzaba atardecer cuando Erik y Max salieron del cuarto a comprar para comer, porque sin darse cuenta transcurrió el día y no habían ingerido ningún alimento, salvo bebidas y frituras. Al salir del edificio Abel se los encontró en la entrada, así que solo espero a que caminaran unos pasos para ingresar al dormitorio y sacar la mochila que tantos problemas le había ocasionado. Estaba a punto de subir por las escaleras, cuando escucho unos gritos reconociendo al instante la voz de Max.
Inmediatamente regresó para ver que ocurría con ellos, en ese momento vio en el suelo a Erik inconsciente y Max a punto de caer al suelo en el mismo estado. Al verlos a los dos en el piso intentó acercarse pero Eren le impidió el paso y lo empujó sorprendido, porque se suponía que no debería estar ahí si Dante ya no estaba. Fue entonces que comprendió que eso sería un problema en ese momento, porque al sentirse agredido, Abel los enfrentó:
- ¿Quiénes son ustedes? y... ¿por qué están haciendo esto? – les cerró el paso mientras trataba de descifrar quienes eran por sus apariencias.
- ¡Eso no te importa¡ pero ahora que apareciste tenemos que eliminarte – le contestó Eren molesto – ¡Vanko! – llamó a su subordinado - ¡llévatelos antes de que recobren el conocimiento! yo me haré cargo de éste – mirando de nuevo a Abel.
- ¡Eso lo veremos! – contestó Abel mientras aparecía una espada plateada en sus manos – ¡no vas a llevártelos!
En el momento comenzaron a pelear entre ellos, el enfrentamiento y choque de sus respectivas armas destellaban en la oscuridad de la noche como fuegos artificiales, que solo podían ser apreciados por los propios causantes. Mientras tanto, Vanko enlazaba entre sus ramas a los chicos inconscientes y los sujetaba con fuerza hacía él para poder llevárselos, por lo que perdía de vista por unos instantes la pelea que se desarrollaba a unos pasos de él.
Pero a diferencia de él y a pesar de que Abel se encontraba atacando a Eren, no perdía de vista los movimientos de Vanko y en dos maniobras rápidas con su espada hizo que se rompieran las ataduras que sujetaban a Erik y Max logrando que cayeran al suelo nuevamente ante la sorpresa de su captor, quien sorprendido por lo que ocurría trataba de volverlos atar.
Al ver que al mismo tiempo que luchaba con él, Abel impedía la huida de Vanko con algunos disparos aislados, Eren comenzó atacarlo con más fuerza para evitar que lo siguiera haciendo. Pero para su sorpresa, no podía contenerlo por más que lo intentara, estaba asombrado de que Abel tuviera tanto poder, parecía contar con habilidades especiales muy diferentes a las de Deborah, a quien sometió con una gran facilidad y dejó fuera de combate sin tanto esfuerzo, por lo que por un segundo, dudó que estuviera luchando contra un ángel de la muerte.
De pronto su tarea se volvió imposible, porque en el acto sintió que la espada de Abel le acertaba un fuerte golpe en el abdomen, causándole una herida profunda, por lo que se dobló en el piso, quedando al instante fuera de combate, ante la mirada atónita de Vanko, quien nuevamente intentaba atar a los chicos en sus ramas, sin dejar de mirar a Abel que se acercaba a él.
Eren se sentía irritado por el escenario que estaba presenciando, todo apuntaba a que no podrían lograr su misión, trató de incorporarse mientras veía a Abel dirigirse a Vanko para hacer que liberara a sus presas, pero no podía mantenerse de pie por la herida que tenía en su cuerpo. Estaba frustrado por su incompetencia, no daba lugar a lo que estaba sucediendo, si él no pudo contenerlo obviamente Vanko no sería rival para él.
Abel se acercó a Vanko apuntándolo con la espada: - ¡Suéltalos! – le ordeno – ¡desiste de lo que estás haciendo!
Vanko comenzó a liberar las enredaderas inconscientemente, sabía que no podía vencerlo, pero tenía que atacarlo por lo menos para dar tiempo a que Eren se recuperara, así que comenzó a liberarlos lentamente ante la mirada fija de Abel sobre él. Pero en ese momento, por un costado se acercó alguien furtivamente, tomando a Abel por sorpresa del cuello.

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El Hijo de la Muerte
Genel KurguLa muerte ronda a tu alrededor. ¿Cuantas veces hemos escuchado esta frase? Pero que pasaría sin en vez de llevarte, te mostrará lo que es encontrar el amor de una forma pura y sin restricciones, contradiciendo este mundo lleno de etiquetas y estereo...