Capítulo 54

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Después de una larga charla en el dormitorio, Erik trataba de aclararle a Max sobre lo sucedido con Lía, estaba tan confundido como él, pero aunque no recordaba nada de lo que aconteció la noche anterior, el solo hecho de despertar a su lado lo hizo sentirse muy incómodo y molesto consigo mismo, porque llegó a confirmar que desde que Dante se fue, el ya no era el mismo de siempre.

Además trato de explicarle lo que sucedió entre Dante y él, porque de igual forma, a pesar de que trataba de acomodar las palabras cada vez que lo repetía, se sentía culpable por haberse comportado de esa forma y haber conseguido como consecuencia de ello, que Dante se fuera sin dejar rastro.

Al terminar de escucharlo Max trató de animarlo, de antemano sabía la carga que Erik tenía y el dolor que sentía por la pérdida de su amigo, porque hasta cierto punto entendía los motivos de su comportamiento. Así que no era nadie para juzgarlo o criticarlo porque no estaba en sus zapatos y no tenía idea por lo que estaba pasando en esos momentos de frustración. Pero también le preocupaba que Dante se hubiera ido así, sin decir a donde y sin tener forma de localizarlo.

Además le incomodaba que se hubiera ido sin despedirse de él y aunque en ese momento lo importante era investigar como poder ubicarlo, lo primero que haría en cuanto escuchara su voz, sería reclamárselo tanto, hasta que se arrepintiera de haberlo hecho y no le quedaran ganas de volverlo hacer.

Lamentablemente después de estar un buen rato meditando, no se les ocurría por dónde empezar a buscar, no les contestaba cuando lo llamaban porque el teléfono seguía apagado o fuera del área de servicio, por lo que se imaginaban o presumían que se encontraba en el extranjero, lo que les complicaba las cosas en primer lugar. Sin contar que hasta ese momento descubrieron que no sabían nada de la vida de Dante, de su casa o familia, así que no tenían idea de a quien le podrían preguntar sobre ello.

En eso a Erik se le ocurrió que podrían visitar a Alex, a lo mejor él podría saber sobre la familia verdadera de Dante, pero Max recomendó que no lo hicieran, porque no había la certeza de que supiera su paradero y lo más importante, le preocupaba que, al enfrentarse Erik con él, sucediera algo que no pudiera manejar, así que la eliminaron de sus opciones de búsqueda.

- ¡Qué vamos hacer! – Erik se agarró la cabeza con ambas manos- ¡que estúpido fui¡ ¡cómo no me imagine que esto ocurriría!

- No te culpes Erik – trato de calmarlo – tal vez no lo dejan hablar y lo tienen encerrado ¡no lo sabes! las familias ricas son muy extrañas.

- ¡Ves muchas series Max! – levanto el rostro – solo espero que este bien y que no esté muy enojado conmigo.

- ¡Claro que está bien¡ de eso no hay duda – lo empujó – ¡es Dante! no te preocupes por ello – medito unos segundos – más bien creo que estamos exagerando un poco – tratando de convencerse así mismo también – a lo mejor no tarda en llamarnos, tal vez solo tengamos que esperar un poco ¿no crees?

- Espero que así sea, porque yo ...... estoy enloqueciendo por no saber dónde está.

Al final Max convenció a Erik, de que si bien podría estar molesto con él, por las diferencias que tuvieron al final, a lo mejor a él lo llamaba después, porque tal vez estaba esperando que terminaran sus vacaciones con su padre para no interrumpir, tal y como lo había hecho Erik antes de embriagarse y hacerlo. Así que convencidos de esperar a que llamara, terminaron en la habitación enviándole correos electrónicos esperando que los leyera y los contestara en algún momento como una segunda opción.

Por otro lado, Vanko entro a la estancia agarrando a Mika del brazo o más bien jalándola con fuerza, quien hacía lo posible por soltarse sin resultados. Al verlos ingresar de esa forma Eren la miró molestó y luego se dirigió a Vanko esperando una explicación de lo sucedido:

El Hijo de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora