A pesar de que la mayoría de las clases las tenían juntos, había una en la que solo Max se encontraba inscrito, era la materia de poesía, al inicio del semestre intento convencer a Erik de que entrara con él, pero no lo convenció y cuando quiso invitar a Dante mucho menos lo consiguió, así que en esa hora estaba solo, pero para su agrado visual era el único hombre en el aula, aunque parecía ser invisible para el resto de sus compañeras quienes lo evitaban cada vez que tenían oportunidad.
Terminando la hora, se disponía a levantarse de su lugar, pero mientras acomodaba sus libros en su mochila, tres chicas se acercaron a él, por un momento se sintió contento y levanto la cara mostrando su hermosa sonrisa, sin embargo, no fue correspondida y se apagó de inmediato, frente a él se encontraba Lía y dos de sus amigas, quienes lo miraban con repudio:
- ¿Se les ofrece algo? – les preguntó mientras guardaba su material en su mochila.
- Si se me ofrece algo, ¿estás dispuesto a cumplirlo? – le pregunto Lía mientras le sonreía burlonamente.
- No te lo puedo asegurar, pero si tienes algo que decir, te escucho.
- Muy bien, quiero que te alejes de Erik – le ordeno mirándolo molesta.
- ¿Qué dices? ¿Por qué lo haría? – contestó alterado – eso no va a ocurrir.
- Ya vez, ese es tu problema, no lo entiendes – suspiro – simplemente eres un estorbo.
- ¿Porque soy un estorbo? ¿Que tienes en contra mía? – trato de ponerse de pie pero una de la chicas se lo impidió.
- Ya ven, les dije que era un tonto – meneo la cabeza mirando a sus amigas – como se le ocurre que puede estar cerca de Erik, solo sería un obstáculo para su carrera, como no puede entenderlo, además, ¿en su casa no tiene espejo? – y las tres se rieron de forma escandalosa.
De pronto Lía se acercó empujándolo hacía su silla como retándolo:
- Además, ya tiene a Dante, así que creo que deberías darte cuenta de que junto a él eres todavía más insignificante, en algún momento no tendrá ojos para ti y entonces te darás cuenta de lo inútil que eres al aferrarte a estar a su lado.
Max agacho su cabeza, estaba a punto de llorar, no sabía cómo responder, porque en alguna parte de su cabeza, creía que ella tenía razón, se paralizó frente a ellas, hizo todo lo posible por esconder su cara para no avergonzarse más, quería alejarse, pero sus piernas no le respondían, estaba a punto de desplomarse en su silla y soltarse a llorar como un niño, cuando escucho una voz conocida.
- ¡Dejen de molestar a mi amigo, aléjense de él! – les grito Dante quien ingresaba al aula buscándolo.
El trío de chicas volteó hacia la puerta, mientras Max levantaba el rostro en la misma dirección, descubriendo a Dante quien las miraba tan aterradoramente que las hizo temblar por un instante, al verlo molesto, Lía trato de componer las cosas:
- No le estamos haciendo nada, solo platicábamos ¿no es cierto Max?
- ¡Crees que soy tonto! – la interrumpió - escuche todo lo que dijeron, realmente son todo un caso, en especial tú, como puedes concentrar tanta maldad en – hizo una pausa apuntado su cuerpo de arriba hacia abajo – eso.
- Te refieres a mí como ¿eso? – contestó ofendida.
- De que otra forma me puedo referir a ti, no creo que merezcas ninguna otra apreciación, por lo menos de mi parte, así que deja de molestar a Max, con todas esas afirmaciones tuyas fuera de contexto, porque si de verdad te preocupa el futuro de Erik, no es de Max de quien se tiene que alejar, sino de ti.
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El Hijo de la Muerte
Ficção GeralLa muerte ronda a tu alrededor. ¿Cuantas veces hemos escuchado esta frase? Pero que pasaría sin en vez de llevarte, te mostrará lo que es encontrar el amor de una forma pura y sin restricciones, contradiciendo este mundo lleno de etiquetas y estereo...