Capítulo 67

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Después de la inevitable interrupción inesperada de los padres de Dante y de la visita a los dominios de Eren, de regreso de nuevo en su habitación y esperando que no volvieran a interferir en su reencuentro, Dante y Erik estuvieron de pie en silencio unos minutos, sólo tomados de la mano, sin saber cómo iniciar la conversación después de todos los acontecimientos recientes que les impedían centrarse en lo que realmente deseaban hacer en ese momento.

Pero como si le hubiera caído un rayo, Erik comenzó a recordar de golpe todos los sucesos en los que se vieron envueltos, como si una corriente eléctrica le estuviera recorriendo todo su cuerpo y al cabo de un rato, se sintió un poco nervioso y mareado al volver a visualizarlos en su mente, porque hasta ese momento, no había asimilado del todo su situación, por motivo de tantas interrupciones.

De repente apretó las manos de Dante primero, pero luego las soltó y se acarició el cabello tratando de disimular su confusión dando vueltas en la habitación hasta que termino sentado en el suelo recargado en el borde de la cama, apoyando su cabeza sobre sus piernas dobladas.

Al verlo reaccionar así, Dante comprendió que su situación no era fácil de digerir, porque aparte del giro que dio su vida al conocerlo, ya se había puesto en peligro por su causa y el hecho de saber que existía la posibilidad de que volviera ocurrir, le hizo dudar que quisiera seguir teniendo contacto con él. Entonces lo observó sin perder detalle, hasta que lo vio sentarse en el suelo, entonces se le acercó y de igual forma se sentó a su lado.

- Sé que todo esto es muy difícil para ti – comenzó hablar Dante – pero no quiero que te sientas obligado hacer algo que te cause problemas o te incomode, si crees que lo mejor es que no te relaciones conmigo, lo entenderé.

- No te voy a mentir – al fin respondió Erik después de un silencio prolongado desde que Dante le hablo – todo es muy extraño, nunca me imaginé que me vería envuelto en una situación así – suspiró – sin embargo, también sé, que si no te hubiera conocido, seguramente ya no estaría aquí, porque ...

- ¡No digas eso! – lo interrumpió Dante sabiendo que tenía razón, pero no quería que la conversación siguiera ese rumbo – digamos que lo que nos ocurrió en el pasado es el motivo por el que estamos aquí ahora, sin embargo lo que decidamos hacer a partir de este momento, es porque ambos lo queremos o estamos de acuerdo – le acarició la cabeza tiernamente – no te sientas comprometido por nada, cualquier cosa que decidas, sin importar lo que sea, hare lo necesario para que suceda y estés bien con ello.

- Tengo miedo – le contestó Erik con apenas un susurro, yo ....

- Lo sé – lo interrumpió sintiéndose molesto por causarle esa sensación a su amigo – de verdad lo siento, yo haría ...

- ¡Tengo miedo perderte! – volteó a verlo ante la mirada sorprendida de Dante al escucharlo – porque descubrí que puedes desaparecer con tanta facilidad de mi vida y yo no podría hacer nada para evitarlo – al decir esto una lágrima corrió por su mejilla.

- Erik yo ... - le tocó el rostro limpiando la lagrima que había derramado – te prometo que no habrá nada que impida que me aleje de tu lado, porque aunque no pueda estar físicamente contigo, sabrás que estoy presente en tu vida.

- ¿Lo prometes? – le tomo la mano que sujetaba su rostro – mientras lo miraba feliz de saber que él también quería permanecer a su lado.

- ¡Te lo prometo! – le respondió Dante conmovido por su pregunta, porque al principio creyó que ya no querría estar con él – ¡eres único para mi Erik! – mientras le besaba la frente y recargaba su cabeza sobre la de él.

Después de ese momento de tranquilidad, en el que ambos decidieron que continuarían juntos, se sintieron relajados, porque a pesar de que vivieron sucesos muy dolorosos y confusos en su relación previa, pasaron a ser secundarios o triviales. Porque en ese momento lo más importante para ellos, era confirmar que no se separarían y lo que se les presentara en el futuro, podrían enfrentar juntos.

El Hijo de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora