Los fundíbulos y balistas abrieron fuego en el mismo instante en que las trincheras prendieron, rojas y doradas. El ejército de los muertos se abalanzó como una inexorable, fría, violenta y letal marea, no deteniéndose, más numeroso que nunca, más letal. Las llamas les envolvieron sobre sus cabezas, al tiempo que las dos filas de arqueros sobre los muros lanzaban las descargas de flechas de fuego y vidriagón.
La hija de lord Eddard Stark apretó la mano con la que sostenía la empuñadura de su daga de acero valyrio, y movió a Aguja entre sus dedos, escuchando su hermosa y aguda música, cortando la brisa gélida. Nuevamente los muertos se volvieron tan numerosos que los cadáveres se agolpaban de forma imparable sobre las empalizadas, cayendo a los fosos tras ellas y formando pasillos que permitiesen entrar a los demás espectros. Cuando estuvieron bajo la muralla se comenzaron a lanzar piedras y frascos de fuego valyrio, que se extendía como la peste en un barrio cerrado.
—¡¡Es el momento!! —Gritó Tyrion Lannister, seguido de una docena de cuernos —¡¡Debemos ejecutar nuestro plan, retirada, retirada, retirada!!
Todos comenzaron a bajar de las murallas, bajo la cobertura ofrecida por los arqueros. Arya permaneció en las almenas, alentando a la batalla y observando todo. En ese momento Drogon y Rhaegal descendieron con rápidas alas sobre el enemigo, y la tormenta de fuego bañó el campo de batalla, creando un muro de llamas de catorce varas frente a la muralla de Desembarco del Rey.
—¡Ahora! —Gritó a los arqueros —¡Corred, corred, es el momento!
Los espectros se detuvieron ante el fuegodragón, nada semejante al fuego vulgar de hace unos momentos. Arya corrió tras los arqueros, observando las calles de la ciudad. Solo transitaron las pintadas de blanco. El blanco era la vida, lo demás no era otra cosa que la muerte. Atravesó calles hasta que llegó a la primera empalizada, formada por una montaña de argamasa, rocas, escudos, madera y planchas de acero. Los arqueros ocupaban los tejados, y tras la barrera había un batallón de soldados del Occidente y el Dominio con los escudos y lanzas en ristre.
Las llamas aún se podían divisar desde ahí, pero entonces el aliento que brotaba de los pulmones de la joven loba se heló cuando abandonó sus labios, y una tormenta de nieve recorrió toda la ciudad, una nube antinatural, como ocurrió en Invernalia, que hizo que el brillo del fuego se esfumase. El Rey de la Noche había llegado.
Un tercer rugido impregnó el cielo, y sobre sus cabezas apareció Viserion, pero con las bellas escamas color cremas tornadas a gris, azul y un blanco ceniciento, mientras que las alas translúcidas eran del color de los carámbanos.
Unas calles más allá fueron rociadas por el fuego, Arya escuchó los gritos de cientos de hombres. Pero entonces el dragón se elevó y se detuvo. Drogon apareció sobre él, y los dos se precipitaron hacia abajo a una gran velocidad, hasta que el dragón del Otro extendió las alas y clavó las zarpas en el abdomen de su hermano. Drogon rugió y los dos reemprendieron el vuelo hasta perderse en las nubes.
«Esa era la señal», se dijo.
—Tres toques de cuerno. Dad la señal.
Sus órdenes fueron ejecutadas al instante. El silencio siguiente duró muy poco, otro toque de cuerno, proveniente de los tejados, avisó del avance enemigo. Los hombres ondearon las banderas sobre los edificios.
Los muertos recorrieron la calle en tropel, agolpándose entre ellos, contra los muros y el suelo, sin dejar de avanzar.
—¡¡Ahora!! —Ordenó.
Una flecha surcó el suelo hacia la encrucijada entre varias calles, y se clavó con seguridad sobre una casa. Los segundos siguientes fueron como si el corazón de la chica estuviese siendo estrujado, pero latió el doble de rápido cuando el suelo tembló bajo sus pies, y un susurro se transformó en un grito, y el grito en una explosión verde que reventó todo a su alrededor y se extendió como brazos largos y coléricos.
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Canción de hielo y fuego: Hijos de Valyria
FanfictionEscaparon de su casa en mitad de la noche, con lo puesto, durante años huyeron de ciudad en ciudad, escapando de los puñales de quienes les perseguían y malviviendo en callejuelas y de la corta cortesía de los ricos y poderosos. Viserys, el Rey Mend...