4| la razón

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una sonrisa se formó en sus labios, se giró sobre sus talones y regresó a su silla, pero sin sentarse, solo se recargó.

- déjenos solos- ordenó, todos los hombres obedecieron y caminaron hacia la salida, dejándolos solos y en un silencio ensordecedor.

- Shinsuke Kita... pero prefiero que se refieran a mi como "Kita"- respondió, terminando su cigarro y dejando salir el humo por sus labios.

- ¿que estoy haciendo aquí?- preguntó la mujer, sentándose en la mesa y cruzando sus piernas, pues si seguía de pie, temía que estas le delataran su evidente temblorina.

- estás aquí porque me gustas- Kita se sentó en su silla, cruzando sus piernas y haciendo su peso hacia adelante. su objetividad y lo directo de su respuesta le provocaron una descarga de nervios en su espalda.

tardó en procesar la información... ¿como es que gustaba de ella, si ni siquiera se conocían? al menos, ella no recordaba nada sobre él, si es que en algún punto de la vida fueron cercanos.

y/n tragó saliva, desviando su mirada de Kita y dirigiéndola hacia el ventanal y la increíble vista que poseía. ¿acaso era un excéntrico millonario?

- ¿vas a lastimarme?- inquirió nerviosa.

- no, nunca lo haré, al contrario, me comprometí a protegerte- explicó sereno, dando otra calada a su cigarro.

la mujer no respondió, se quedó en blanco. su lengua no reaccionaba... ¿en que momento ella necesitaba protección? más importante aún, ¿en que momento se había cruzado con alguien peligroso como el?

pasaron algunos minutos, ninguno de los dos se atrevía a hablar.

- ¿como me conoces?- preguntó una vez más- es que creo que yo... no te recuerdo- aclaró incómoda, poniéndose de pie y paseándose por la habitación.

- tú a mi no, pero yo a ti si... te estuve observando por mucho tiempo, y/n, me atrevería a decir que soy tu más grande admirador- contestó con simpleza, disfrutando del momento tan extraño que vivía.

esto comenzaba a darle más miedo... ¿la vigilo por cuanto tiempo?

- tus manos son hermosas, tus expresiones cuando te dejas llevar por la música que creas... dios, de tan solo imaginarte me extasió- el peli blanco sujetó nuevamente sus manos, entrelazándolas con las de la mujer.

ahora todo tenía sentido.

la orquesta... el conservatorio... los conciertos. ahí la vio, y seguramente ahí se obsesionó.

pero comenzaba a sentir algo además del miedo... ¿acaso era satisfacción?

- ¿me has visto tocar?- preguntó con incredulidad.

- así es, no me he perdido ni una sola presentación- respondió, en efecto, su mirada aparentemente se suavizó con el recuerdo de ella haciendo magia con su violín.

¿la satisfacción era porque finalmente alguien la veía a ella, y no a la corista?

- por eso te traje aquí... quiero que toques solo para mi, que solo me deleites a mi... esos idiotas de la orquesta, lo he visto, y creo que tu también y/n- continuó explicando, invitándola a ponerse de pie. la guió hasta el ventanal para admirar la vista.

la ciudad se veía preciosa.

- no te valoran lo suficiente, no aprecian el verdadero talento... no te dejan brillar porque tienen miedo de que opaques a los demás... y como odio un potencial desperdiciado- Kita continuó con su monólogo.

- no quiero que te sigan haciendo menos, ni tú ni nadie...- susurró en su oído, el aroma de su colonia fue como una caricia en su alma.

un nudo en la garganta se formó en la chica, pero a lo contrario de lo que uno pensaría, no era por miedo, sino por frustración.

porque sabía que ese hombre, que apenas conocía y que se fijó en ella de entre toda la multitud, tenía razón.

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holaaa! aquí les dejo el cuarto cap de esta bella historia. espero que les haya gustado, ya saben, dejen su estrellita y un bonito comentario, que se agradece mucho.

nos vemos en el siguiente capítulo! bye bye! <3

White Violin || Shinsuke. KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora