55| peligrosa tentación

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¡Contenido sugestivo!

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— ¿Cómo está tu muñeca?

Semi no obtiene respuesta, solo una mirada gélida y desprecio. Hay un silencio incómodo que corta el oxígeno en el ambiente, es pesado y apenas si es fácil de respirar. Él está consciente de lo que y/n posiblemente sienta en estos momentos, sabe lo que piensa y tiene una idea de todo lo que quiere hacerles por venganza.

Y/n no necesita de su falsa lástima e interés para seguir soportándolo, esta mas que bien si se continúan ignorando hasta que el día de la famosa venta llegue.

— Déjame verla, por favor.

Eita le suplica y extiende su mano, con la intención de recibir el dorso de la mano de la joven y poder examinar cómo va esa quemadura debajo del brazalete eléctrico. Se ve rosada, y seguramente arde y se siente en llamas, pero y/n es obstinada y nuevamente lo ignora.

— Mira, no puedes tener ninguna lesión visible o el precio podría bajar y serias un producto defectuoso, valdrías menos en el mejor de los casos. — explica el chico de hebras cenizas, aún tiene paciencia, la intenta mantener pero simplemente la gente tan necia como ella lo sacan de sus casillas.

— Solo te importa sacarme de tu departamento para que tengas tu vida feliz y tranquila de vuelta.— y/n espeta con rencor, con su mano sin brazalete le da un manotazo a Semi para que se aleje de ella.— Su estupido negocio me importa un bledo, déjenme en paz.

No va a dejarla ir, eso seguro; tampoco va a dejar que se encierre sola hasta matarse de hambre (como ya lo ha intentado) y mucho menos va a descuidarse para que en cuestión de tres segundos y/n ya haya sacado un cuchillo de la cocina.

Así que cuando predice la siguiente acción de la joven, que es salir por la puerta principal a "tomar aire", se interpone en esta y la acorrala antes de que pueda hacer un movimiento más.

— He intentado ser lo más cordial y paciente contigo princesa.— Susurra en su oído, sus respiración caliente choca contra los pliegues del cuello y clavícula de y/n.— Sigue siendo una mocosa desobediente y esta vez yo me encargaré de ti.

— Oh, ¡mira como tiemblo de miedo!— se burla en su cara, toma muy a la ligera el repentino cambio de actitud del chico— ¿Que vas a hacer? ¿golpearme?

Busca sacar ventaja de esta situación, pues sabe que a pesar de todo pronóstico, Ushijima le había ordenado categóricamente a Semi que no podía tocarla. Era inmune ante esas palabras, entonces la amenaza del chico no tendría efecto, solo le causaría más problemas.

Semi entonces se distancia de ella, la deja respirar pero no da una respuesta concreta, esta vez es él quien se queda callado.

— Ja, eso pensé.

Y/n lo ve con superioridad, pues ya esa harta de esperar y no poder hacer nada; de no sacar provecho a algo de esta horrorosa situación. En cuestión de unas semanas, o tal vez días, había comprendido que Kita no vendría por ella. Que Daichi está ocupado con mejores casos que atender. Que nadie la iba a rescatar.

Se cansó de esperar y de ser una damisela en apuros que no puede valerse por si misma ante la vulnerabilidad.

Entonces, con un poco de análisis y de observar el comportamiento de su "compañero de cuarto", entendió que podía hacer algo al respecto con Semi; tal vez no ponerlo de su lado y que mágicamente traicione al resto, pero algo bueno tendría que hacer.

Y/n procede a abrir la puerta y sale del lugar, aparentemente Semi no la sigue y no hace el mínimo esfuerzo por detenerla, de hecho no le sorprende porque seguramente quería que Ushijima la castigara nuevamente por su rebeldía.

No llega muy lejos en cuanto siente un fuerte tirón en su ante brazo y como de un ágil movimiento, Eita logra abrir una de las tantas puertas y se meten ambos dentro de este nuevo cuarto.

Resultaba ser algo parecido a una "zona de entretenimiento", pues había dos sofás rojos de piel, una mesa billar, un mini bar un poco empolvado con varias botellas a medio tomar y una bonita vista con ventanales que presumían la magnificencia de la ciudad.

— Sabes, comienzo a creer que eres una jodida masoquista.

Y/n lo observa, detalla que esta vez puso seguro a la puerta para que nadie pueda entrar o salir. Se dispone a caminar hasta llegar a la preciosa mesa de billar, juega un rato con las bolas de colores y se detiene para acariciar el palo con el que tienes que golpear estas. Lo empuña, se ve bastante segura... desde este ángulo parece un arma poderosa.

— ¿Qué? ¿Acaso la florecita de Ushijima quiere golpearme para escapar? Dame un respiro, y no seas tan obvia.

Semi usa el apodo de forma despectiva, con odio, con resentimiento. Se ve molesto, pero tal vez no con ella. Le arrebata el palo y lo deja caer al suelo, ahora y/n se encuentra entre la mesa y el pecho del chico.

No se dejan de ver a los ojos, una constante lucha de quien tiene el dominio de esta extraña pero bochornosa situación se lleva a cabo. Ninguno quiere ceder.

— Te odio.

— Ya lo sé.

Semi sostiene con firmeza las mejillas de y/n, y la besa. La mujer se sorprende y al principio le es difícil seguir el ritmo desenfrenado y rápido, no termina de entender el porque ella está correspondiendo y tan receptiva a los jugosos y carnosos labios del chico, tampoco entiende esa abrupta decisión por besarla.

¿Por qué ambos lo están haciendo?

No puede ser que sea porque extrañe sentir la sensación de la excitacion fluir por sus venas, ¿o si?

No recordaba cuando había sido la última vez que Kita la había besado y tocado, no tenía ni cabeza en ese borroso y lejano momento.

Cuando la sensación de recibir oxígeno de vuelta a sus pulmones es inminente, ambos se separan y se observan con deseo, ambos esperan el siguiente paso.

— Preguntaste que iba a hacer si seguías colmándome la paciencia...— Susurra Eita, roza peligrosamente los labios contra los de Y/n, no rompe el contacto visual cuando ya sus manos curiosas y juguetonas están colándose por la ligera y traslúcida blusa de la mujer hasta llegar a sus pechos.— Hay una forma más placentera de castigarte.

Y/n se retuerce y suelta un suave quejido al sentir como los callosos dedos de Semi están apretando sus pezones, tira de estos y los pellizca, masajea sus senos y se mantiene atento a los gestos que hace la preciosa mujer delante de él, con sus sentidos totalmente despiertos e inquietos.

— Semi~

— Ushijima y su estupida regla se pueden ir al carajo.— el que creyó que era un joven muy callado resultó ser muy parlanchín en este momento, tener la sensible piel del cuello de Y/n y succionar esta no parece ser un impedimento para continuar hablando.

— Está noche voy a tocarte todo lo que yo quiera, princesa.

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¡Hola chicos! aquí está el capítulo cincuenta y cinco de esta hermosa historia.

*Hace una entrada épica* ¡HE VUELTO!

Disculpen si no fue lo que esperaban, estuve mucho tiempo pensar en cómo mejorar el enemies to lovers de estos dos y salió esto xd (no me maten)

PERO por fin después de muuuuuchos capítulos sin nada de contenido picante, el siguiente estará potente y ahora el papucho de Semi será el protagonista.

¿Le gusta caminar o prefieren quedar como bambi?

de todas formas espero que les haya gustado, ya saben, deje una estrella y un lindo comentario, se agradece mucho.

¡nos vemos en el próximo capítulo! ¡adiós! <3

White Violin || Shinsuke. KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora