White Violin || Shinsuke. K

13| una mirada dice mas que mil palabras

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- ¿quienes eran ellos?- fue la primera cosa que preguntó al ver de regreso a su captor, tan sereno e imperturbable como siempre.

- Sakusa y Komori. unos socios, vinieron para hablar de negocios pendientes- explicó caminando hacia ella, extendiendo sus brazos para rodearla por su cintura.

nunca le mentía o le escondía nada, al menos de momento la respuesta parecía ser honesta.

- no me agrada el pelinegro- confesó y/n, desviando su mirada de Kita, segura de que aquella confesión podría traer consecuencias.

- para ser sincero ni a mi, pero me conviene tenerlo cerca y como aliado- respondió el peliblanco, sujetando con sus dedos el mentón de y/n para que pudieran conectar sus miradas.

y/n quería decir algo, pero lo estaba reservando. Y las miradas no mentían.

sus ojos hablaban sobre la inseguridad y preocupación que le causó Sakusa, a pesar de estar lejos de él, intuía que sus intenciones no eran buenas o amigables con ella.

ni siquiera con el mismo Kita.

- se que estás preocupada, pero si te sirve de consuelo, Sakusa tiene prohibido acercarse a ti... no te hará daño, lo prometo- susurró el hombre, leyendo sus pensamientos mientras depositaba un suave beso en su mejilla.

nueva novedad, el hombre también podía leer pensamientos.

- y si alguien te lastima a ti para herirme a mi, también serás capaz de protegerme?- preguntó y/n inteligentemente con un toque de incredulidad en su voz.

"eso estoy intentando" fue la primera respuesta rápida que pudo formular.

así que en vez de hablar y responder, solo sostuvo sus manos y entrelazó sus dedos, asintiendo suavemente ante la pregunta.

se separó de ella, dejando a la mujer anhelando un toque más de sus bellas manos. ¿porque quería eso?

era su captor y pensar en eso era inconcebible.

pero... no le hacía daño. claro, solo habían pasado dos días desde su llegada y era incorrecto asumir cosas positivas de este hombre. Pero viendo la lista completa de cualidades y atributos positivos que Kita poseía -o al menos presumía- eran bastantes comparados con los negativos.

¿en dos días ya estaba confundida y sobre pensando las cosas?
si, así es.

después de dejar a y/n un tanto inquieta pero conmovida con aquellas palabras de protección, la mujer relató todo lo que sucedió en su primer día del reformatorio. El la escuchaba con cautela y atención, sin dejar pasar ningún detalle por alto.

se veía tan orgulloso de ella, y porque no, confiado de que la decisión que habían tomado fue la correcta.

- Kita... se que puede parecer algo apresurado, pero, ¿podrías ir a la presentación? significaría mucho para mi tener un poco de apoyo en el público- inquirió la chica, acariciando y abrazando sus propios brazos con nerviosismo.

- me halaga que quieras mi presencia en un día tan importante como ese, ángel mío- respondió sorprendido, encaminando su presencia hasta su cuarto.

- ¿entonces es un si?- preguntó sin entender y siguiéndolo a paso rápido.

- lo es- aceptó el hombre, deteniéndose para mirar sobre su hombro a su invitada.

- ¿y quien soy yo para rechazar una invitación como esa?- guiñó uno de sus ojos y le dedicó una gentil sonrisa.

Kita era un misterio que comenzaba a generar interés en y/n.