White Violin || Shinsuke. K

7| planes

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- Entonces, ¿cuáles son tus planes para hoy?- preguntó Kita, apoyando la barbilla en sus manos.

- Lo de siempre- y/n fue sencilla y objetiva, sin dar muchos detalles de lo que hacía en un día normal de su vida.

-lo tengo claro, aunque francamente me esperaba otra respuesta...- añadió el hombre, su tono sereno le provocó un nudo en el estómago.

No importaba lo mala o vaga que fuera la respuesta que le diera, él siempre permanecía tranquilo e imperturbable, o eso parecía.

Y eso daba miedo.

y/n le miró durante unos segundos, fijando la vista en el plato que tenía delante, debatiendo si debía contestarle y darle la respuesta que quería, permanecer aparentemente misteriosa, o simplemente no continuar la conversación.

Y su intuición le decía que en realidad no importaba su respuesta porque Kita, tarde o temprano, se saldría con la suya hasta conseguir lo que buscaba.

O al menos así se lo hizo saber cuando la llevó ante él.

- ¿De verdad te interesa saber lo que hago en un día normal?- preguntó incrédula, fijando su mirada en él a la mínima expresión.

Nada. Continuó con su rostro serio.
Él simplemente asintió como respuesta.

- Bueno, voy a trabajar, y después de mi turno voy al reformatorio... a veces a casa de mi abuela, pero eso es casi siempre los miércoles- explicó brevemente y lo más rápido que pudo, no quería extenderse en su vida personal.

y tenía miedo de intercambiar palabras con Kita.

- interesante... ¿a qué te dedicas?- otra pregunta. hoy está muy hablador y curioso.

- Trabajo en una cafetería, soy camarera y en caso de emergencias también cajera- respondió la joven, dando un sorbo a su vaso de agua.

sus frases eran tan simples y cortas que el hombre finalmente la miró severamente a los ojos.

esto hizo que y/n se confundiera y entrara en pánico. ¿había dicho algo malo?

- comprendo que tengas miedo, todo esto es nuevo, no sólo para ti, sino también para mí. no tienes que tener cuidado ni medir tus palabras, no habrá ningún castigo ni nada por el estilo- buscó su mano, apoyándose en la mesa, y puso su mano sobre la de ella.

y/n tragó en seco; sabía que a veces sus emociones eran perceptibles y predecibles, por lo que no le sorprendió el comentario tan acertado del hombre.

- Lo siento...- se disculpó, sonrojándose en el proceso. La mano de Kita era extrañamente suave, con dedos largos y algunas callosidades en las yemas y nudillos de color cereza que coloreaban la palidez de su piel.

Apenas se fijó en los acabados de los anillos que llevaba: una serpiente enroscada en el dedo corazón, uno completamente plano en el anular y otro que imitaba cadenas en el índice.

- no hace falta que te disculpes... cambiando de tema, Aran será tu chófer personal, si no te importa, claro. pensé que te sentirías más cómoda con él teniendo en cuenta tu reacción cuando lo conociste- continuó hablando, quitó su mano de la de ella y siguió disfrutando de su desayuno.

Si su memoria no le fallaba, Aran era el moreno de aspecto amable y voz tranquila.

- ¿Fui tan obvia?- preguntó con ironía, mirando su plato.

- Un poco tal vez, pero no te culpo, Aran inspira paz aquí, además es como un hermano para mí; estarás en buenas manos- Kita miró su reloj por unos segundos, resoplando ante el comentario de la chica.

- Tiene indicaciones para llevarte a casa a recoger tus cosas importantes... por la ropa no hay que preocuparse, le pedí que saliendo de tu rutina diaria, te llevara al centro comercial más cercano y que eligieras la ropa que consideraras necesaria para tu estancia aquí- añadió, poniéndose finalmente de pie agradeciendo a Emiko por la comida y el servicio.

y/n se puso de pie a su lado... no podía estar hablando en serio.

- ¡pero no es necesario Kita! Es demasiado... la ropa que tengo aún está en buen estado- se negó rotundamente y lo detuvo antes de que pudiera caminar.

Kita la sujetó por los hombros, llevó su mano derecha hasta su mejilla y le acarició suavemente el pómulo con la yema del dedo. Y/n no estaba acostumbrada a ese trato, se notaba en sus pequeñas acciones.

- Mi angelito, insisto en que así sea; todo correrá por mi cuenta, si es el dinero lo que te preocupa- la voz de Kita, su tacto, todo empezaba a ser adictivo.

- El dinero no me preocupa, pero no me lo merezco. Me tratas tan bien, eres... raro- objetó, ese último adjetivo salió de sus labios accidentalmente, un comentario que le pareció adorable a Kita.

- Si pudiera darte tu peso en oro, créeme que lo haría. Ya te lo dije y/n, no dejaré que tú ni nadie te menosprecie de nuevo, y por supuesto que te lo mereces querida- su forma amable de responder a cualquier cosa era sorprendente.

Por segunda vez, sabía exactamente qué palabras utilizar.

Era como si sus palabras se atascaran y no quisiera seguir quejándose y negándose.

- ¿Alguien te ha dicho que eres muy amable para ser una mala persona?- comentó con sarcasmo, apartando su mano de la cara. No era un movimiento arisco, sino delicado, temerosa de maltratar aquellas finas manos.

- Me temo que no, aunque depende de la definición personal de "mala persona"- atacó en su respuesta, acercándose unos pasos a ella, hasta que sus labios rozaron el lóbulo de su oreja.

- Nos vemos luego querida- susurró, plantando finalmente un beso en su mejilla.

y/n se quedó congelada en su sitio, analizando todo lo que había pasado en cuestión de minutos, y cómo tras formarse un inexplicable nudo de emociones en su interior, Kita se marchó sin más.

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holaaa! aquí les dejo el séptimo cap de esta bella historia.

Kita tiene unas manos preciosas, no tengo pruebas pero tampoco dudas :)

espero que les haya gustado, ya saben, dejen su estrellita y un bonito comentario, que se agradece mucho.

nos vemos en el siguiente capítulo! bye bye! <3