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La necesidad de abrir sus ojos surgió después de varias horas de sueño; la luz del cuarto lastimando y nublando su visión causó un ligero punzón en su cabeza.
El dolor que había sentido horas atrás se estaba desvaneciendo, ya no se sentía tan débil y frágil o mucho menos en peligro sin embargo, la confusión era evidente en sus ojos.
¿donde estaba y como había llegado hasta ahí?
Bajó un poco s mirada, a la altura de sus brazos y te topó con que no estabas sola.
Su tibia mano sujetando unos dedos largos y delgados sumamente fríos. Kita estaba sentado a lado de ella, sujetando una de sus manos; su rostro dormido y agachado. Comenzó a arrastrar las yemas de sus dedos en círculos sobre la piel de la persona, buscando hacer fricción para calentar sus manos.ante el repentino movimiento, el peliblanco abrió los ojos de golpe y de incorporó rápidamente, acomodándose en el asiento y acercándose mucho más a la cama.
- ya estás a salvo- aseguró el joven jugando con algunos mechones de cabello de y/n.
- ¿como llegué aquí?- preguntó con un hilo de voz.
- Suna te trajo a casa- fue breve su respuesta.
Los recuerdos e las últimas horas habían vuelto, y un amargo sabor de boca volvió a ella así como una fuerte preocupación por el desenlace del incidente.
- ¿cómo está Aran?- preguntó.
Kita sonrió ante la pregunta, como siempre se preocupaba de todos antes de ella.
- está descansando, tranquila- respondió con calma.
a y/n le había vuelto el alma al cuerpo, no solo literalmente, y un poco de alegria se había reflejado en su rostro.
pero esa paz que había sentido se esfumó cuando los recuerdos de los minutos antes del atentado se reprodujeron en su mente. Un vacío en su estómago se adueñó en su interior y unas incontables ganas de llorar comenzaron a florecer.
- lo siento mucho, todo esto es mi culpa- el remordimiento habló por ella.
- no no, claro que no angelito- Kita cambió su posición, ahora sentándose junto a ella en la cama.
y/n negó con su cabeza, cerrando los ojos con pesadez y respirando pausadamente, buscaba tranquilizar sus sollozos y la culpabilidad en su corazón.
- no me había dado cuenta que nos seguían... si hubiera contestado las llamadas de Oikawa, nada de esto habría pasado- un nudo en la garganta le rompió su voz.
Kita suspiró, y abrazó a su chica; dejó que se le acurrucara y se pusiera cómoda sobre su cuerpo, quería que llorara todo lo que quisiera, que se desahogara con el indicaba que la confianza iba creciendo entre ambos.
- el "hubiera" no existe cariño... tomaste una decisión y este fue el resultado. No fue el mejor, pero sucedió. No te culpes por cosas que no están bajo tu control, menos por asuntos que tienen miles de posibilidades y que tu desconoces todas- intentó consolar el chico, quizá había sonado algo insensible pero era un consejo honesto, el más honesto que pudo dar y que agradecería fervientemente por haberlo escuchado con anterioridad.
- además recuerda que todo tiene solución- recordó el chico, sujetando entre sus dedos el mentón de y/n para que alzara el rostro y se pudieran ver.
sus bonitos ojos llenos de vida y pasión estaban húmedos, hinchados y un poco rojos.
- destruí un auto y un poste de luz... ¿como voy a arreglar eso?- pregunto incrédula la joven, sorbiendo su nariz.
el comentario ciertamente le pareció chistosos a Kita.
- puedo comprar otro y el poste sufrió daños mínimos así que no te angusties por eso- el peliblanco soltó una risita, dejando un beso en la frente de y/n.
- no te rías- se quejó la chica.
- lo siento- se disculpó Kita, sujetó la muñeca de y/n y acarició esta, llevándose un quejido de la joven. Aunque el doctor había asegurado que ninguna herida era de gravedad, la mano y muñeca de y/n habían sufrido cortes y heridas dolorosas.
"esperemos y no dejen cicatrices" pensó Shinsuke horrorizado, soltando la mano de y/n.
Kita conocía muy bien lo que era vivir con cicatrices de por vida, aquellas que se quedan marcadas en tu piel y te resulta difíciles de olvidar, ya sea por cómo llegaron o quien te las hizo. En el aso del joven, era la segunda.
- prometo cuidarte mejor, esto no volver a suceder- Los ojos marrones de Kita discretamente comenzaron a llenarse de furia al ver el estado físico en el que estaba su mujer.
odiaba la violencia, toda su vida la ha detestado desde que conoció a la persona adecuada para educarlo; el dolor en alguien ajeno a él le recordaba su horrible pasado que intentaba ocultar.
Resultaba peor cuando una mujer importante para el sufría así: Moretones, cortadas, quemaduras... y/n no merecía verse así de triste y demacrada.
ni ella ni ninguna mujer en general.
- encontraremos al responsable de esto y haremos que pague por ello- su voz antes tranquila, ahora había sonado grave y un tanto atorada la frase, casi le había costado trabajo articularla bien.
la chica no pudo oír la frase, había caído dormida nuevamente, esta vez parecía más tranquila, hasta sus párpados se veían más relajados que antes.
Dejó un último beso en los labios de sal de y/n, secando con la punta de sus dedos aquella lágrimas que seguían escurriendo por sus mejillas. intentó moverse con suavidad y delicadeza, lento y seguro para no perturbar el sueño de y/n. Al lograr salir de la cama, caminó hasta la puerta y salió de la habitación.
al cerrar la puerta detrás de él, aquella mirada enamorada y compasiva que le había dedicado a y/n se desvaneció. En su lugar, llegó la furia y venganza reflejadas en su semblante y en sus ojos oscurecidos. El agarre del pomo de la puerta de apretó hasta dejar sus nudillos blancos, y algunas venas en su cuello que eran escondidas por el tatuaje comenzaron a aparecer remarcadas sobre este.
¿quien se había atrevido a tocar algo tan preciado para el? ¿quien había sido el bastardo cobarde que osó en tocar a su mujer?
Omimi se acercó a Kita, aclaró su garganta para anunciar y poder dirigirse a su jefe.
- ¿alguna novedad?- preguntó sin siquiera mirar a su subordinado.
Omimi sintió el aura de odio y fría en el ambiente, la tensión y pesadez recaían sobre sus hombros.
-lo tenemos- esas dos simples palabras fueron suficientes para Kita. Se giró en su lugar y asintió, suspirando complacido. Como siempre, sus chicos habían echo un rápido y excelente trabajo en cuestión de horas. Nunca lo decepcionaban.
- vamos, tengo muchas preguntas por resolver- ordenó y se encaminaron hasta el lugar.
aquellas pálidas y finas manos estarían nuevamente manchadas de color carmesí.
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¡Hola chicos! aquí está el capítulo veintitrés de esta hermosa historia.Kita estaba súper vainilla y amable, lo sé, así que finalmente se los voy a enseñar en modo diablo súper enojado jiji. Recuerden, pongan atención a los detalles, varios son importantes para el futuro de la historia.
¿O quizá para el pasado?
de todas formas espero que les haya gustado, ya saben, deje una estrella y un lindo comentario, se agradece mucho.
¡nos vemos en el próximo capítulo! ¡adiós! <3
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White Violin || Shinsuke. K
Fanfiction"Desde que te vi, perdida en las cuerdas de tu violín, supe que me enamoré de ti" (Haikyuu Mafia AU) Kita Shinsuke x Fem Reader