46| se busca

370 44 8
                                    

*: ・ ゚ ✧ *: ・ ゚ ✧ *: ・ ゚ ✧ *: ・ ゚ ✧ *: ・

— y/n está desaparecida.

Sintió que su corazón dio un vuelco de 360° al escuchar tremenda declaración. El policía se dio la vuelta, y velozmente regresó hasta el trío de chicos que estaban ahí, parados a mitad de la estación de policía.

Los escoltó hasta su oficina, sacándolos del ojo público del resto de cuerpo policial, y se encerraron ahí, los cuatro, listos para conversar el porque tenían aquella idea tan loca. Y/n no era del tipo que simplemente se esfumaba.

— Dejen de bromear— regañó Daichi, recargándose en el escritorio, ambas palmas sobre el escritorio e inclinado hacia adelante.

— ¡Jamás bromearíamos con eso!— Bokuto respondió, entrando a la defensiva pues esperaba una reacción quizá poco amigable del policía. Después de todo, habían sido él y Oikawa quienes lo habían corrido de la cafetería— No contesta nuestras llamadas, no ha ido a trabajar y su abuela está muerta de angustia.

— dicen que lleva dos días así, desde la última vez que la vieron— Akaashi añadió, sosteniendo el trabajado brazo de su novio, invitándolo a que tomara asiento nuevamente.

Daichi giró los ojos irritado.

— ¿Y no se les ocurrió venir antes?— nuevamente regañó, rascándose la nuca y parte de sus mechones de cabello con ira. Esto no podía estar pasando.

— En lo que a mi concierne, la policía suele pedir unos días de espera para poder declarar a una persona como desaparecida— Aone añadió en voz baja, su pierna izquierda rebotando de arriba hacia abajo.

En eso tenían un punto válido, pero aún así, desde el primer momento en el que y/n no aparece, debieron haber contactado con él, o así lo sentía Daichi.

Miró a su gigantesco pizarrón, llena de fotos de casos e hilo rojo conectando estos. En una de esas fotos, había varias de gente desaparecida, entre ellas Tooru Oikawa, quien se había declarado como tal gracias a la denuncia de su hermana.

Primero Oikawa y después y/n... esto se tornaba cada vez más raro. 

— mire oficial, no se en que términos están todos aquí con usted pero parece que en unos no muy amistosos— Keiji habló, jugueteando con un pedazo de su pantalón, nervioso e intimidado por la presencia de la autoridad— aún así, espero que pueda ayudarnos.

— no lo hagas por nosotros, porque si fuese así, no hubiéramos acudido a ti en primer lugar— Bokuto rezongó, mirando con malos ojos al policía— hazlo por ella.

Sawamura suspiró, dejando salir aire que no sabía que estaba acumulando en sus pulmones; sacó de uno de los cajones un formato de papel, y les extendió una pluma negra.

— llenen el formulario mientras van respondiendo mis dudas— ordenó el oficial, tomando asiento en la silla, aún sin quitarle la mirada al chico enérgico. Akaashi con ayuda de Aone, comenzaron a rellenar algunos datos que sabían, como sus rasgos físicos más sobresalientes, las prendas que usó por última vez, señas particulares, entre otras.

Bokuto se veía aún más nervioso, intentaba corregir a su novio y amigo cuando sentía que había algo mal escrito y relatado en el papel. Estaba aterrado, ese estaba echando la culpa y flagelando su conciencia. El había sido de las últimas personas en verla bien, en darle ánimos, y nunca hubiera imaginado que esa sería la última vez que vería a su amiga.

— ¿cuando fue la última vez que la vieron?— cuestionó el oficial.

— en la cafetería, saliendo y lista para ir al conservatorio.

White Violin || Shinsuke. KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora