54| god is a woman

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La bella mujer se ve así misma en el espejo del auto; la vanidad fluye por sus venas. Revisa si sus cejas están bien peinadas, revolotea con gracia esas largas y coquetas pestañas bañadas en rímel, le da un retoque a su labial carmín y sonríe al verse. Extraordinaria, lista para cazar a su siguiente presa.

Sale del lujoso Supra, y cierra la puerta detrás de ella. Un hermoso vestido entallado negro de corte sirena logra acentuar sus exóticas curvas, las abraza y las acoge de la forma más sensual posible. Acapara la atención y roba las miradas tanto de hombres como mujeres, les parece peculiar ver a una mujer tan arreglada en un lugar como ese.

Su celular vibra en su mano, alertando que tiene un mensaje, apenas baja la cortina de notificaciones se topa con un texto del hombre más jodidamente persistente del planeta.

<< Cuento contigo bombón >>

Sonríe al leer el apodo, enaltece su ego y a medida que se acerca a la entrada del lugar, con cada sonido de sus tacones siente que tiene el control de todo.

No le cuesta trabajo seducir al cadenero y guardia de seguridad que custodia la puerta, uno cae ante la tentación de tener esos redondos pechos casi en su rostro, pero el otro tiene que ser sobornado con un par de yenes. Así se abre paso, donde es bien recibida con la música, el alcohol y el olor a todo tipo de sustancias ilícitas; La luz parpadeante de la pista de baile la ciega por unos minutos hasta que sus bellos ojos verdes logran acostumbrarse a la penumbra y vívidas luces.

La bella dama se dirige a la barra, donde se sienta y pide un whiskey en las rocas, paciente lo espera mientras analiza y observa a la gente que la rodea: pole dancers en la pista, parejas a punto de tener sexo, un grupo de hombres perdiendo la razón ante el alcohol en la parte "terrenal" del club.

Alza su vista, hasta unos palcos en la parte más alta, donde cruza miradas fugaces con un galán de traje, mirada seria y de pocos amigos. Estando tan abajo no puede ver a detalle si es uno de los hombres que busca, así que usa sus encantos a su favor para abrirse paso en la pista y atravesar hasta las escaleras.

No cambia mucho el panorama, lo único diferente es que la música se amortigua en las paredes y cada vez es más distante e imperceptible; unas lindas lámparas de farol alumbran el camino hasta los palcos, donde la pelirroja sube discreta hasta que siente que ahora si, el ambiente cambia: se siente el poder, la sensación de ser vigilada y estar en peligro es latente en el aire.

Parece ser qué hay cuartos privados, pues el se hace presente el eco de los sonoros gemidos de muchas prostitutas; La joven se cohibe, y pasa de largo por esa zona.

El burdel sin duda es largo, pasional e infinito, le es difícil encontrar en que parte están escondidos aquellos hombres de aura poderosa que tanto esta buscando. Se haya enfrente de una puerta decorada con terciopelo y un letrero con la leyenda "VIP" se puede leer, le sorprende que no haya nadie que cuide o custodie la entrada y sin esfuerzo o cansancio atraviesa esta.

La música es más suave y no hay sillas, en su lugar hay sofás semicirculares, es extraño porque aquí las meseras y bartenders usan antifaces para cubrir sus identidades, pero los clientes y huéspedes carecen de estos.

La joven espía y se escabulle por las mesas hasta que se encuentra lo más cerca que puede de sus hombres, y repasa mentalmente el archivo que le fue entregado con la descripción del hombre que tanto busca.

Ahí está, observando el show de pole dance que ofrece una bailarina vestida de ángel; se relame los labios y no pierde de vista por ningún motivo esas delgadas y trabajadas piernas.

White Violin || Shinsuke. KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora