49| punto de inicio

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Los esfuerzos por elaborar un plan perfecto y liberar a y/n de las águilas no han sido en vano, no se han detenido.

Los roces entre los zorros no han sido remediados o pulidos, para nada. Los chicos se distanciaron entre ellos y cualquier leve pelea o disputa que surja entre estos solo haría que algo mas grave explotase, asi que por consenso y votación -e idea de Aran- decidieron no buscarse hasta que todo regresara a su curso nuevamente.

Pero eso no sería posible sin la cooperación y apoyo de Kita.

Ahora estaba trabajando por su cuenta, totalmente solo y manejando las cosas a su antojo y conveniencia, sin tener que da explicaciones a nadie y sin tener un grupo de cinco chicos hormonales (casi todos) que lo pudieran cuestionar. Era un aire fresco y renovado para él, pero le gustara admitirlo o no, había ocasiones en las que necesitaba tener compañía y no actuar solo él.

Era una sensación agridulce y se rehusaba a creer, tan siquiera pensar, que esos muchachos se habían ganado su cariño y devoción.

Por el momento se mantenía vigilando a la policía, en especial a su recto y respetado comandante de policía, que aún tenía ciertos problemas para atar cabos sueltos y hacer un hilo cronológico de los hechos.

Cada vez que el castaño preguntaba como iba el avance de la investigación, sus subordinados solo decían que no encontraban rastro o conexión alguna, y qué tal vez era hora de considerar una fuga imprevista de la joven. Pero el reporte del 911 decía otra cosa, así que terminaban contradiciéndose entre todos y peleando con su jefe, dejando así a Daichi haciendo lo que podía a pesar de tener a sus ineptos compañeros.

Vaya, que raro, ¿no?

Y con eso llegamos a este día, este momento, este lugar; A Dark Horse tattoos nuevamente, con un peliblanco que se encontraba de un buen humor aunque no lo demostrara y un coqueto artista de piel que seguía atendiendo a sus clientes.

Kita después de un par de días de aislamiento y compresión, logró idear una forma para entrar al Nido sin que las águilas, en especial Joker, o mejor conocido como Tendou, supiera o intuyera que algo no iba bien.

Era hora de contarle su plan a Iwaizumi.

— ya puedes pasar.

Los pensamientos de Shinsuke se vieron interrumpidos por la fornida figura bronceada de Iwaizumi, tirando de los guantes desechables y abriéndose paso para dejarlo pasar.

— querías hablar conmigo, ¿que tienes en mente?— La voz de Hajime fue directo al grano.

Kita se retiró su saco de la espalda, únicamente sobrepuesto en su espalda ya que odiaba los choques de estática con su piel y la fricción de la tela.

— la idea para poder entrar al nido sin que tus ruiseñores ni y/n corran peligro— el peliblanco explicó, sentándose en la silla acolchada para los clientes.

Hajime acercó la silla y se sentó de forma peculiar, recargando su pecho y brazos en el respaldo y sus piernas abiertas, reposando y soltando un suspiro agotado. Kita era terco y persistente, para este punto le sorprendía que siguiera inquieto con salvar a esa chica.

y es que una vez que le perteneces a Ushiwaka, es difícil poder librarte de él.

— no puedo creer que sigas con eso...

— cállate y escucha.

El joven de cabello níveo regañó, y se acomodó en su lugar para poder explicar con peras y manzanas lo que se llevaría a cabo en unos días. Si no tenia el apoyo de Iwaizumi, tendría que pensar en algo más.

White Violin || Shinsuke. KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora