White Violin || Shinsuke. K

73| fuego cruzado

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El eco de gritos de caos y pánico se adueñaron de los oídos de Y/n. No podía distinguir realmente el característico sonido de los disparos, no con todo el alboroto y su mente concentrada solo en un pensamiento: no morir. Sakusa rodeó la espalda de la joven, ambos corriendo y esquivando no solo los disparos del bando de Kita, sino también los que provenía dentro del casino que apuntaban a las afueras de este: el bando de Ushijima. La cabeza agachada, no con el suficiente valor de ver hacia otro lado por el miedo en que reconocieran que ambos estaban huyendo. Qué Y/n estaba huyendo.

— ¡SAKUSA SACA A Y/N DE AQUÍ!— la voz de Tendou hizo que el pelinegro girase su mirada hacia él, viendo como estaba luchando y devolviendo las balas.

Había cristalería rota en el suelo, licor tintado de rojo sangre, gente herida e incluso muerta tendida por el fuego cruzado. Una imagen impactante, traumática que difícilmente se iría de la mente de Y/n. Pedazos de vidrio roto que rasguñaban y cortaban las plantas de los pies de la joven, quien se había quitado aquellos incómodos y altos tacones para poder correr a gusto, quizá no había sido una buena idea.

— ¡Rápido, por aquí!— Kiyoomi dirigió a Y/n, su izquierda tirando de su mano con fuerza para conducirla mientras que su diestra se aferra a su pistola. Bajaron por unas escaleras de servicio donde el ruido ensordecedor del miedo comenzaba a disiparse a medida que bajan por las plantas hasta la "bodega de carga", lugar donde llegaban camiones y proveedores de alcohol y trabajadores de almacenamiento.

A mitad de trayecto, Shirabu los sorprendió. No dudo para encañonar a los dos chicos. Un disparo que iba dirigido hacia Y/n impactó en el hombro de Kiyoomi, quien cubrió a la fémina con su cuerpo. El pelinegro no tardó en devolverlo, apuntando a la pierna del chico con flequillo para derribarlo 3 plantas a bajo y así tener más tiempo para correr y no preocuparse en si los venían siguiendo.

Por fin llegaron a la bodega de carga y apenas abrieron la puerta un impacto de bala los sorprendió, afortunadamente golpeó la puerta de metal y no hirió a nadie. Al abrirse paso por esta, nuevamente fueron encañonados.

Esta vez Semi era quien los amenazaba.

— ¡BAJA EL ARMA!— gritó Sakusa.

— ¡NO VOY A DEJAR QUE TE LA LLEVES!

— Semi no quieres hacer esto...— habló Y/n, pero un disparo qué pasó a su costado la interrumpió.

— ¡DEJEN DE SUBESTIMARME CARAJO!

— Semi necesito que me escuches...— repitió Y/n, aún con su vista en el joven de cabellos cenizos— Eita mírame, tranquilo, tus ojos en mi.

Se percató que se hallaba muy nervioso, su agarre en el arma era tembloroso y su dedo en el gatillo dudaba para ejercer más presión.

— Semi no quieres hacer esto, no eres un asesino, no eres como ellos. No le debes nada a Ushijima— Afirmó la joven, dando un paso que fue en vano, pues nuevamente el chico disparó para que retrocediera.

— ¡NO TE ACERQUES O JURO QUE TE MATO!

Otro disparo de alerta se escuchó, esta vez por parte de Kiyoomi— No si yo lo hago primero.

— No lo harías, Semi eres un chico de buen corazón que siente que no tiene otra salida en su vida— Y/n aún mantenía sus brazos arriba, respiración agitada pero trataba de controlar su tono de voz a una más suave y gentil con el, recordarle que ella no es una amenaza.— Pero si hay una salida, y soy yo. Ayúdanos y te prometo que tu vida va a cambiar.

— ¿¡COMO PIENSAS HACER ESO?! ¡ESTOY ATRAPADO, NO PUEDO SALIR! ¡QUIERO QUE SE DETENGA!

— Si me ayudas le diré a Kita que te saqué del país, que te ayude a fingir tu muerte o algo por el estilo. Te dará libertad si se lo pido, Él me escucha. Puedo hacer eso, te prometo que lo haré. Solo ayúdanos.