Capitulo 6

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Llegamos a una cueva, al adentrarnos en ella se vuelve cada vez más onda, hueca y oscura pero el camino se ve iluminado por una luz roja que provenía de una enorme planta con forma de feto.

Es como el símbolo que ví en la villa.

Después de pasar por ahí llegamos a lo que parece ser un laboratorio.

Con fotos pegadas en las paredes de distintas criaturas deformes.

Nos adentramos más al lugar hasta llegar a un pasillo donde está una cabina y afuera de esta hay más personas esperando a madre Miranda.

Estoy confundida ahora...Son mujeres y algunos hombres mayores que yo, de echo soy la única adolescente en la habitación.

Me miran con desagrado.

- Miren aquí está la favorita - escucho susurrar a un sujeto.

- No es justo es tan joven y bella - susurra una mujer.

- ¿Que?.

- Espérame junto a ellos conejillo.

Obedesco y me coloco a un lado de las personas un poco apartada, son 16 en total si los contamos.

Se nota que vienen de el pueblo.

Madre Miranda toma asiento en un trono que está frente a todos nosotros, seguido otra mujer vestida de negro y con un velo cubriendo su rostro sostiene un bebé mientras una muñeca aterradora flota atrás de ella.

Entrega al bebé en los brazos de madre Miranda.

- Bienvenidos todos - madre Miranda comienza a hablar arrullando al bebé - Algunos tienen dudas de por qué estamos aquí reunidos, enseguida se las aclaro. Esta es mi adorada hija Eva que solo tiene unos meses de nacida, desafortunadamente no tengo el suficiente tiempo para cuidar de ella, es ahí donde entran ustedes, pues estoy en busca de un buen anfitrión que logré ganarse mi corazón y tener el privilegio de cuidar a esta pequeña a mi lado.

- Esto no puede estar pasando - digo en lo bajo.

Entonces todas estas palabras que me ilusinaron fueron falsas, me siento traicionada yo pensé que era la única para madre Miranda...No voy a llorar otra vez..

- ¡Que empiece el primer desafío! - dice lo último para dirigir la mirada directo a mi - Sorin empezare contigo - todos me abuchean - ¡Silencio! - grita en dirección de los abucheos para luego volver a dirigirse a mí - Entra en la cabina conejillo.

Hago lo que me dice caminando a pasos nerviosos con la mente nublada.

No sé que es lo que pasará pero este es un buen momento para decir que yo sere quien se ganará el corazón de Miranda.

La mujer de negro toma una jaula con un pequeño animal en su interior y entra conmigo en la cabina.

Me hace tomar asiento en una silla que esta frente a una pequeña mesa blanca. Coloca al animal sobre esta, es un conejillo de indias.

Después me entrega un enorme cuchillo afilado.

- Matalo - la muñeca habla sacándome un susto - ¡Matalo! - insiste con su voz chillona

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- Matalo - la muñeca habla sacándome un susto - ¡Matalo! - insiste con su voz chillona.

- No.

- Tienes que matarlo para pasar la prueba - carcajea, miro a la mujer detrás de la muñeca parlante, es como un fantasma.

- No quiero - digo acariciando al adorable roedor que se pasea con sus patitas por la mesa.

- ¡Matalo!.

Miro a madre Miranda atraves de el cristal, ella hace igual, de nuevo analizando mi comportamiento.

- ¡No puedo! - exclamó frustrada dejando caer el cuchillo. La mujer atrás de la muñeca lo recoje de el suelo y lo pone en mi mano obligandome a tomarlo.

- ¡Matalo!.

- ¡No lo haré!.

- Suficiente Donna - interviene madre Miranda - Sácala de ahí.

- Si madre Miranda - responde la mencionada Donna con una voz suave y tímida.

Abre la puerta y me hace una señal para que salga. No tardo mucho en hacerlo resibiendo las maldiciones e insultos de los otros anfitriones que están aquí por la misma razón que yo.

- Que pase el siguiente - dice indiferente.

Todos se amontonan en la puerta hasta que un hombre logra entrar.

La muñeca se apresura a cerrar la puerta, no permitiéndole el paso a los demás.

El hombre se coloca en la siga dónde yo estaba, toma el cuchillo y el animal.

Entonces viendo fijamente a madre Miranda, le clava el cuchillo en la cabeza degollandolo.

Pero no obtuvo más que otra reacción indiferente- Siguiente.

La muñeca ríe al presenciar el sanguinario sacrificio de el pobre animal.

¿Pero que es esto?...no voy a llorar, no voy a llorar.

Pero al final se me escapan las lágrimas traicioneras.

- Sorin - me llama madre Miranda - ven acá. Me acerco a ella y su bebé - Se que estás confundida conejillo, pero tienes que ser fuerte, no me decepciónes - acaricia mi cabeza como a un cachorrito.

- No lo haré - digo mirando a la bebé.

Ella ríe tiernamente alegrandome un poco la noche.

Flor De AmapolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora