Capitulo 16

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Están todos afuera formados en filas como si fueran soldados. La muñeca poseída parecía estarles dando indicaciones. Cuando me ve llegando se detiene para hablar conmigo.

- Madre Miranda te está esperando dentro de la cueva - dice con su voz aguda como de una niña.

Sonrío emocionada ignorando los insultos y abucheos.

Entro casi corriendo dentro de la cueva asta llegar al laboratorio.

Miranda parece estar trabajando en algo, pues mezcla sustancias que parecen ser dañinas en distintos recipientes de vidrio.

Eva está dentro de una carreola jugando con una sonaja de juguete.

- ¿Que es esto? - me acerco preguntando.

El líquido en el resipiente de vidrio pasa de ser rojo a negro intenso.

- El veneno más letal de el mundo - dice tomando con pinzas una daga y unde su hoja en el resipiente con el líquido mortal. Al sacarla la envuelve en una funda de cuero y me la entrega - Esto te servirá para sobrevivir la prueba, Sorin - la tomo y me quedo viendola por un rato - No la pierdas.

¿Que es a lo que me enfrentare en esta prueba?, debe ser algo demasiado grande y peligro como para que tenga que usar un arma tan temible como esta.

Guardo la daga entre mis ropas y vuelvo a mirar a mi futura mujer.

- Volveré con vida lo prometo.

Miranda sonrie y me abraza pegandome a ella, yo correspondo, ocultando mi cara en el hueco de su cuello, aspiro su aroma para tenerlo memorizado el tiempo que dure la prueba. Me aparto un poco para verla a los ojos, la iluminación de las velas hacen que parescan dos preciosos diamantes.

Le robó un beso rápido, aunque no debería hacerlo, aún así ella no me aparta y al contrario me aprisiona el rostro en sus manos para volver a besarme. Este es uno de aquellos besos que roban el aliento, aquellos que más que besar los labios besan el deseo que sentimos la una por la otra, que detienen la respiración, es un beso que me transmite la cálida sensación de sus suaves labios.

- Miranda te amo - digo al terminar el beso.

Pero ella no me responde, simplemente hace como que no lo a escuchado y camina asta donde está su hija para atenderla.

¿Que esperaba al decir algo así de la nada?, obviamente iba a ser ignorada. Aunque lo sabía no pude evitar sentir una pequeña punzada de dolor en mi corazón.

°°°

Fue momento de salir a reunirme con los demás, estamos siendo guiados por la mujer con la muñeca.

Estamos tomando el camino a la villa destruida, una vez que llegamos seguimos avanzando asta la entrada de el castillo.

- Alcina Dimitrescu, ya e traído tu alimento a domicilio - se burla la muñeca - Consideralo un pequeño regalo de madre Miranda, es carne fresca justo lo que necesitas.

¿Dijo comida?.

La mujer de el sombrero que había visto antes en retrato sale abriendo las puertas que yo antes había abierto con intención de descubrir más información de Miranda. Ella es más alta de lo que pensaba.

Nos mira a todos como si fuéramos insignificantes para ella, no se quién es pero se que es peligrosa.
Mis compañeros parecen temerle muchísimo pero aún así no hacen por marcharse.

- Que pase la gentuza, a mis hijas les encanta jugar con estos mortales - ríe maliciosa y se da la vuelta.

La muñeca nos da la indicación a todos de seguirla para luego despedirse de nosotros.

Entonces como animales de ganado todos vamos detrás de la gigante.

También estoy asustada, pero viendo el lado positivo al fin podré husmear y conocer dentro de ese castillo que tanta curiosidad me daba.

Nos adentramos a la puerta que no me atreví a abrir y caminamos por un pasadizo rocoso asta dar con lo que parece un jardín de la muerte con cuerpos reales de hombres muertos usados como espantapájaros

Flor De AmapolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora