Capitulo 153

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Aúnque me hubiera gustado seguir disfrutando de la delicia de coño que tiene mi diosa entre las piernas, tuvimos que detenernos pues Eva se ha metido en problemas con los gerarcas y algunas personas de la villa pues la pequeña disfruta de hacer travesuras cuando esta lejos de la visión de su madre.

O eso es lo que ella cree...

Por lo que ahora las dos como madres salimos a buscarla y solucionar el conflicto.

Lo que sabemos es que la pequeña se escapó junto con su pequeño tío usando a este de guía en la villa.

El conflicto es que la pequeña llegó a la villa tomando cualquier cosa que le parecía interesante o controlando a mujeres que encontro lindas para que la consientan en sus caprichos de niña.

Voy caminando apresurada escuchando el crujir de mis zapatos con la nieve, mientras obcervo a mi amada Miranda en el cielo como cuervos.

Cómo quisiera tener alas para volar junto a ella.

Pronto me deshago de mis pensamientos cursis cuando estoy frente a la villa captando mi atención de forma inmediata un montón de gente reunida en el centro y entre ellas están Moreau y Alcina.

- ¿Que esperas niña?, devuélveme a esas doncellas - Alcina reclama a Eva que está rodeada de hermosas mujeres que la protegen de la multitud.

- Y a mi devuélveme a mi esposa - reclama un hombre mayor.

- Y a mi hija - reclama un anciano.

- Devuelve el retrato de mi madre - reclama Moreau tartamudeando.

- ¿De que están hablando?, conozco está aldea y se que viví aquí, entonces me pertenece, así como ustedes sus habitantes y cada una de sus pertenencias - Eva responde indiferente de las quejas.

Mientras mi hermano algo apartado de la multitud intenta obcervar entre la gente a su sobrina acorralada.

- ¿Y tú quién te crees para decir tal estupides mocosa engreída? - continua diciendo Alcina con rabia.

- Pues yo te diré ahora mismo quien me creo...- la obcerva por unos segundos - gigante mujer de grandes atributos.

- Engreída y vulgar, ¿de dónde has salido?.

- De la vagina de mi madre señora, es obvio o ¿eres tonta? - Eva continua provocando a la mujer - Y tú señor horrible, la diosa de el retrato no es tú madre es mía.

- ¿¡Que!? - todos exclaman asombrados.

- Sí, es mi mamá Miranda y yo soy su hija Eva dueñas de el mundo y de todo lo que conocen ahora - Eva finalmente obliga a apartarse extendiendo unas enormes blancas y emplumadas alas.

- ¡Es una diosa! - los aldeanos gritan.

Se que debería hacer algo estando aquí, pero es tan interesante ver cómo la pequeña Eva está manejando la situación. Su semblante es arrogante y dominante al mismo tiempo que es inocente y tierna.

Parece que está jugando un poco con esta gente al discutir con ellos pues fácilmente podría estar controlando las mentes de cada uno para hacerlos callar.

Todo esto siendo una niña y me imagino como será siendo adulta.

Incluso mi amada Miranda se ha quedado para obcervar, estando sus cuervos sobre los árboles y techos de las casas al rededor de la escena.

- No puede ser, eres tú... - Alcina parece asombrada - ¿Dónde esta tú madre?.

- Ahí esta - la pequeña oculta sus alas y apunta con su pequeño dedito índice a uno de los cuervos - Esa es mi otra mami - ahora me señala a mí en cuanto me encuentra con los ojitos - Y tú mujer gigante vas a ser mía.

Flor De AmapolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora