Capitulo 122

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Me detengo al ver que Miranda con gran rapidez a logrado detener a Rose, pues sacando una de sus raízes de el suelo y con ella aprisionando a la mocosa.

- Sorin tú no deberías estar aquí - dice Miranda al verme salir de mi escondite.

Rose forcejea entre las raízes de Miranda por obtener su libertad de nuevo.

- Creí que tal vez necesitarías ayuda...

- La necesito contigo en la cueva - continúa consentrada en mantener capturada a Rose entre sus raízes - Vuelve y cuida de Eva.

- Pero Eva está a salvo.

Rose con una fuerza que no se de dónde ha sacado logra abrir las raízes con sus propias manos. Pero su libertad dura muy poco pues en unos segundos mi amada vuelve a capturarla con un otro par de raízes.

- ¡Rose! - gritan ambos de sus padres preocupados.

Ethan aprovechando la distracción de Mia, la empuja para comenzar a disparar contra Miranda.

Por parte de mi amada por última se desvanece en el suelo en un charco negro.

Y en ningún instante suelta a Rose e incluso sus raízes han comenzado a apretar el cuello de la adolescente, asfixiandola hasta dejarla inconsciente.

- Miranda deten esto - exclama Mia preocupada por su hija y esposo.

Y como si mi amada hubiera escuchado la petición de esta mujer, sus raízes se abren entregando a Rose a su madre.

Cuando ya tiene a su hija en sus brazos.

Miranda vuelve a aparecer físicamente, frente a Ethan tomándolo por sorpresa. Y de una le arranca el corazón, por fin deshaciéndose de ese molesto sujeto.

Al mismo tiempo que sucede esto, la montaña comienza a temblar como si se tratara de un terremoto.

Concentrándome en las vibraciones de el suelo puedo darme cuenta de que vienen desde la cueva.

Es Eva y debe estar preocupada al no estar, ni yo ni su madre con ella.

- ¡Ethan! - Mia dolida grita al ver la vida de su esposo desvanecerse frente a sus ojos.

- Se lo que se siente que arranquen tú corazón - murmuro volviendo la mirada la escena que tengo en frente.

- Sorin, lleva a Mia y a Rose a la iglesia - ordena mi amada aún sosteniendo el corazón de el hombre en la mano mientras este yace muerto en el piso - La extracción de sus poderes ya no será en el laboratorio, por que Eva y Rose no pueden estar en el mismo lugar. Ya las alcanzaré - ordena por última vez antes de convertirse en cuervos que vuelan en dirección de la cueva.

- Ya escuchaste Mia tenemos que ir en esa dirección - le tiendo mi mano a la ahora madre viuda.

- Vamos, terminemos con esto de una vez - limpia sus lágrimas y sostiene con más firmeza a su hija en brazos.

Juntas tomamos el vehículo en el que Mia me dijo que viajaba guiada por Miranda, antes de que se armara todo este conflicto con Ethan.

Es una de las camionetas todo terreno de el escuadrón lobo de Chris.

- Sabía que esto pasaría, Ethan jamás entendería que esto que estaba haciendo era por el bien de Rose - murmura mientras conduce.

- ¿Como es que se enteró? - pregunto curiosa.

- Me descubrió en una llamada y sus sospechas fueron confirmadas cuando me vio conduciendo lejos de el ejército de Chris siguiendo los cuervos de Miranda - comenta aún con los ojos inundados en lágrimas pero sin apartarlos de el camino que yo le voy indicando. Sorbe la nariz y continua dándome los detalles - Él me apunto en la cabeza con la pistola para hacerme detener este vehículo y fue ahí donde Miranda tuvo que intervenir - de repente acelera la velocidad con la que iba conduciendo.

- Más cuidado, no vayas a chocar - advierto.

- Lo tengo bajo control - sujeta con fuerza el volante.

Rose inconsciente en los asientos de atrás va tambaleándose un poco.

Cuando llegamos a la iglesia, se ve tan invadida por las raízes de Eva como la villa.

Al abrirnos paso entre estás Miranda ya estaba ahí esperandonos en el altar, lista con las jeringas ya llenas con la sustancia que ayudarán a remover los poderes de el cuerpo de Rose y Mia.

- Vengan rápido no hay tiempo que perder.

Apresuradas por mi amada colocamos a Rose sobre el altar usándolo como una camilla donde Miranda estaba por comenzar con el ritual.

Pero justo en ese momento Rose despierta y vuelve a lanzarse contra mi amada.

- ¡Eres una perra! - gruñe furiosa.
Miranda logra detenerla de nuevo con sus raízes y así se mantienen ambas en una batalla donde la menor intenta liberarse - ¡Lo mataste!, ¡mataste a mi padre!.

- Rose por favor... - Mia intenta intervenir.

- ¡Cállate tú ya no eres mi madre! - grita con furia arrancando las raízes de Miranda de sus extremidades.

- Mi poder me abandona - Miranda exclama por primera vez viéndose asustada y de su ojo derecho comienzan a salir lágrimas en color negro.

Esa estúpida mocosa esta absorbiendo sus poderes.

Ya no me puedo quedar de brazos cruzados tengo que matar a Rose.

Flor De AmapolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora