Capitulo 41

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No debería traer a Eva a un posible peligro pero tampoco quiero dejar a su madre sola con eso.

- Sorin vuelve adentro.

- ¿Y que pasará si es algo muy grave?.

Se aleja de la puerta para darme un beso tranquilizador.

- Yo lo solucionare, mantén a salvo a ti y a Eva - después de decirlo se aleja otra vez.

Si lo dice así solo hace que me asuste y no pueda controlarme, aún con todo eso vuelvo a duras penas a la sala de estar.

Afortunadamente solo fue un accidente de coche enfrente de el hogar y realmente nadie resultó herido o almenos los dos conductores pero es cosa de ellos.

Miranda regreso con nosotras para encender las velas de el pastel y continuar con la celebración de la pequeña. Así es como gran parte de la noche fue de ella hasta que se quedó dormida.

- Que bonito angelito, cuando crezca seguro será una rompecorazones como su madre.

- ¿Rompe corazónes?...

- Vas conquistando a todo aquel que te vea...- espera, había olvidado que realmente si rompe corazones.

Recibo una nalgada por parte de mi amada.

- No realmente - Eva se mueve en sus brazos con los ojitos cerrados - Las personas de la villa eran un caso diferente.

- Pero yo no fui de la villa - digo pensante.

- Eres la única excepción - besa mi mejilla.

- Que suerte el encontrarte a ti y a la villa en ese entonces...

Miranda iba a decir algo pero el timbre de su nuevo celular suena con la foto y el nombre en la pantalla, "Donna".

Preciona en contestar ahora mostrando en pantalla la cara de la muñeca pegada a la camara.

- Madre Miranda, esto es mucha tecnología - dice sin despegar su aterrador rostro de la pantalla - Miren ahí está el conejillo.

- Si quitarás tu carota podríamos ver - la chupa sangre aparta a la muñeca.

- Madre Miranda y...

- Sorin...

- Felicitaciones por lo de Eva, yo también sería capaz de mover medio mundo por el bienestar de mis hijas. Estamos celebrando de igual manera en el castillo, esperamos verte algún día visitando Rumanía.

- Ahí estaré cuando pueda.

Tomo a la bebé de los brazos de Miranda para llevarla a su habitación pues se está moviendo muy incomoda.

Cuando volví la vídeo llamada ya había terminado.

Enciendo el reproductor de música haciendo sonar una tomada suave.

Los celulares modernos son como una tele pequeña, pienso tomando el pequeño aparato en mano para analizarlo.

- Te lo mostrare después más a detalle - sirve vino en una copa y da un sorbo - De momento ven acá - me invita a sentarme en su regazo.

Cuando ya estoy ahí se dedica a cariciar mi cabello planchado.

- ¿Visitaremos el castillo de esa mujer gigante?.

- Aún no lo sé - vuelve a beber de la copa - ¿Todavía les temes?.

- No en verdad, es solo que sería extraño verlas de nuevo después de que las creí muertas - acaricia mi pierna.

- Aún existe esa posibilidad.

- Entonces, ¿ellas no tienen el antídoto de mi veneno?.

- No - besa mi cuello causandome cosquillas con su respiración lo que me hace erizar la piel - Pero eso que importa ahora - deja mi cuello para ir por mis labios.

Flor De AmapolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora