Capitulo 56

525 62 27
                                    

Dos semanas han pasado desde entonces.

Y es justo como Miranda lo dijo, somos como una familia normal ahora.

A dejado de preocuparse sobre el asunto con la BSAA pues está segura de que nunca seremos encontradas por la alianza mientras nos mantengamos viviendo en tranquilidad.

Mientras que Eva comienza subir la talla de su mameluco y a probar de más alimentos que no son la leche de Miranda.

- Ma...ma - Eva balcucea extendiendo las manitas a su mamá que está alimentándola con una cuchara de el puré de manzana.

- A dicho mamá - digo emocionada dejando de leer para mirar en dirección de mis dos amadas reinas.

Miranda se ve conmovida al escuchar una mejor pronunciación de la palabra en la vocecilla de su pequeña hijita.

- Eva yo también soy tú mamá - digo intentando llamar su atención.

Eva gira sus ojitos del otro lado de la mesa en dónde estoy yo, pero solo obtuve una risita con algunos pequeños saltos sobre su periquera.

- Ya lo suponía, tanto maquillaje me hace ver cómo payaso, por qué solo se ríe de mí.

- Estoy segura de que también eres como una madre para ella - le da otro bocado de su papilla.

Rio - Eso espero por qué aveces me mira como una rival.

- ¿Es sierto Eva? - la pequeña continua moviendose inquieta y riendo mientras recibe el cariño y el amor con el que es alimentada por su madre.

Al ver esta escena no puedo evitar sentir un extraño vacío y me quedo por un momento pensativa recordando a mi madre.

No pudo protegernos a mi y a mis hermanos pero siempre estuvo ahí para nosotros.

Que inoportuna es mi memoria...

Sacudo la cabeza de esos recuerdos y le doy un sorbo a mi taza de té para seguir leyendo el cuento escrito en inglés.

- La cena está lista señora Miranda - avisa la cocinera a lo que Miranda le indica que solo me sea servido a mí.

La cocinera es buena en su trabajo pero prefiero mil veces el sasonar de Miranda. Si la cocinera es buena pero Miranda es una diosa en todo lo que hace...

Pienso apartando el libro para dar el primer bocado.

Eva ya no quiere más el puré y empieza a pedir la leche de su madre tocando su escote.

- Una más - Miranda le acerca la cuchara insistiendo en que siga comiendo de la papilla.

- Eva se pondrá triste si no consume de nuevo de tú leche.

- Ella estará bien, solo le falta acostumbrarse.

Pobre de la pequeña, comprendo lo difícil que es el no poder tener almenos una probada de esos jugosos pechos.

Obcervo fijamente su escote para luego seguir consentrada en consumir por completo la cena.

Cuando terminamos tanto Eva como yo con nuestros alimentos nos reunimos en la sala de estar para reproducir la canción que prometimos escuchar juntas aquel día que me dió a conocer por completo la mansión.

La canción suena en el reproductor y Miranda me traduce la letra que está en español.

Tú tienes eres todo y simplemente
No tienes nada que esconder
Aveces sonrió
Los árboles se pixelan
Me baño en el río, la corriente me libera...

Yo busco algo diferente
Yo sé que hay algo que perder

Tenemos un vicio
Aullar a la luna llena
Me quedo contigo
Y tú dejas que se pueda

Por qué contigo yo sueño despierta
No sé, te mueves en cámara lenta
Flor de amapola
Creces entre la herva...

Siento que está canción describe muy bien las sensaciones que siento cuando Miranda y yo tenemos acercamientos íntimos...

- Al final no tienes tan malos gustos conejillo - acaricia mi cabeza - ¿Te gusta la poesía, ¿no es así?.

- Si, me agrada.

Ríe - Podrías empezar a escribir algo parecido, tienes talento en eso.

- Viene de familia - digo refiriéndome a la canción de cuna que fue de mi madre para mí - Aunque en verdad tu serías mi mayor inspiración - tomo su mano y la acaricio - Podría escribir cientos de poemas hablando solo de tus parpadeos.

Ríe - Ya me lo imagino - entonces, de súbito, se inclinó hacia delante quedando muy cercas - Me cautiva tanto tu sensibilidad a mi presencia...- dice al separarse y contemplar como me a dejado ese breve roze.

De no ser por el cadou seguramente estaría más que derrotada después de todos los infartos provocados por Miranda.

Flor De AmapolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora