𝑨𝒍 𝑭𝒊𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝑨𝒎𝒐𝒓

Capítulo 5

Sakura:

Abro los ojos con lentitud, poco a poco me voy acostumbrando a la luz, parpadeo y mientras lo hago unas figuras borrosas se manifiestan en mi campo de visión.

Las imágenes se va aclarando hasta encontrarme con un anciano de mirada apacible y una mujer también algo mayor,  froto mis ojos para fijarme en el lugar donde me encuentro, es una bonita habitación, la cama donde estoy acostada es enorme, a comparación de la mía, una puerta más allá que de seguro es el baño, sigo viendo todo un poco desorientada.

Hasta que recuerdo lo que pasó, no podía dormir y al ver por la ventana un tipo horrible me dio una mala espina. El grito de uno de los hombres me escarapela la piel y salgo corriendo a las escaleras que dan al jardín. Logré saltar justo cuando la casa explotó. Por el ruido me quedé desorientada no sé por cuánto tiempo.

Ahora veo esta inmensa habitación y me pregunto ¿Dónde estoy?

—Señorita¿Cómo se siente?—el anciano pregunta con una dulce sonrisa—. No tema en este lugar está a salvo.

—¿Dónde estoy?—pregunto—¿Quien es usted?

—Soy Wei, y ella es Momo—la señora también me saluda con una sonrisa, me cubro con la sábana y avergonzada los saludo—. Esta en la mansión Li.

Escuchar ese apellido significa una cosa:

—¿El comandante Li?—pregunto sin creerlo.

—Asi es, él la trajo hasta acá después del incidente—me acerca una charola con comida, mi estómago gruñe avergonzandome por completo—. Desayune, de seguro que tiene hambre.

Le agradezco en silencio, mientras voy comiendo estoy pensando en porque ese amargado me ha traído a su casa, otro me hubiera mandado a un hotel, puede haber pedido a sus hombres que me vigilen ahí. Pero pensándolo bien ese tipo de  sitio es fácil de rastrear y encontrar.

—Estoy a su entera disposición señorita, dígame Momo con confianza—la señora amable retira la charola después de haber comido—. Después de más de quince años el señor trae a una mujer a esta casa.

—¿El señor amargado no es casado?—me tapó la boca avergonzada, lamentablemente soy así, sin filtros y cuando hablo no hay quien me detenga expresó lo que siento en su momento—. Lo siento yo no quise…

—Descuide para todos es un hombre frío y sin sentimientos pero la verdad en el fondo es un hombre que también es amoroso, solo que no hay nadie que lo descubra—me guiña un ojo antes de salir de la habitación.

Estoy perdida, está mujer ha dicho que no traía a una mujer hace muchos años. Me hago un montón de preguntas, que…

Estoy muy interesada e intrigada de conocer y saber de él.

—Señorita, el señor Li me ha pedido que cuide de usted hasta que regrese y hable con usted—Wei me anuncia lo que ese hombre ha dejado para mí. Como si fuera una más de sus hombres.

Bufo interiormente, me pongo de pie para poder al menos estirarme. Una ventana muy grande es la que adorna la habitación, veo por la luna el inmenso jardín que rodea la casa. Estoy con ganas de salir a dar una vuelta por esa belleza verde que me saluda.

Veo mi ropa y es demasiado grande para mí. Busco en el clóset que está empotrado en la pared pero al abrirlo está vacío.

—¿Y ahora que me voy a poner? Juro que le pateare las pelotas cuando llegue.

Como si Wei me leyera la mente toca la puerta y entra con unas bolsas que contienen ropa para mujer justo a mi medida.

—El señor manda esto para usted—agarro las bolsas agradeciendo a Wei. Se retira para cambiarme.