Capítulo 61

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Shaoran:

Hace mucho tiempo que no me sentía tan bien, ver a mis hijos comiendo y riendo me ponen a pensar en que los dioses me están dando una nueva oportunidad para vivir y ser feliz. Veo de reojo a la mujer que amo y aunque esté dolido por la manera en como me ha ocultado la existencia de mis bebés el amor que le tengo es tan fuerte y poderoso que será imposible que se rompa.

Su mirada conecta con la mía y su sonrojo adorable me enloquece. Tengo tantas ganas de hacerla mía y no descansar hasta saciar está sequía de tres años que me tienen en abstinencia por haberse ido. La comida está deliciosa, el señor Fujitaka es un excelente cocinero, ahora entiendo de dónde saco la sazón mi amada. Mis hijos están disfrutando el pastel hecho por él y verlos embarrados de fudge por toda la boca bo evita que me carcajee por ello. En especial por Jen.

—Han salido a ti—comenta mi madre mirándome con burla—. Amas el chocolate.

—Es verdad pero no solo el chocolate—respondi mirando detenidamente a mi diosa de ojos verdes que se sorprende poniendose roja de la vergüenza, en el fondo amo verla así—. Entonces los voy a consentir mucho con ese dulce—le hablé a mis hijos.

—Te recomiendo que no los mal acostumbres a comer tantos dulces—llamo mi atención ella—. Deben comer muchas más comida saludable.

—Solo será de vez en cuando—le respondí—. Lo recomendable es que me dejes estar con ellos unos días para saber sus gustos y preferencias.

—¡Eso no!—levanto la voz dejándome atónito—. Si deseas verlos y estar con ellos será aquí. No pienso exponerlos.

El lugar se quedó mudo, mis hijos ven a su madre confundidos, ella lo nota y rápidamente se lleva las manos a su cabeza. Esta vez se ha pasado de intensa y no lo voy a permitir. Me levanté rápidamente con la intención de irme pero mis hijos me rodean poniéndola impotente.

—Quedate papi por favor—rogo mi bella nena—. Puedes quedarte con Shon en su habitación sí mami no quiere que te quedes.

—Jen no es eso—respondio ella avergonzada, el resto solo están de espectadores sin decir nada, mi madre me pide un poco de tiempo pero no puedo, quiero estar con ellos y darles todo así como comprarles muchas cosas—. Es solo que tú papi está cansado y talvez necesite descansar.

—¿Y porqué no permites que nos lleve con él?—pregunto Shon con el ceño fruncido—. Por favor mamá, queremos ir con papá.

Pasa saliva y está sin saber que hacer, si acepta me los llévate al hotel donde estuve hospedado al principio sí el temor de ella es que van a la mansión que este año tranquila. Jamás podría tener a mis hijos bajo el mismo techo que Tomoyo. El timbre de la casa disipó un poco el ambiente, Flowright va a ver quién es y al ver de quién se trata me levanté para saludarle.

—Espero no importunar—saludo a todos, observa a mis hijos y una sonrisa dulce y complacida se manifiesta—. Son hermosos, felicidades Sakura.

Ella se sonroja sintiendo bajando la cabeza, por el movimiento al momento de la desaparición de mis hijos la señorita Shinomoto se comunicó con él ayudándola a ella en el proceso para que ellos vuelvan a casa sanos y salvos. Estoy profundamente agradecido a los dos por esto.

Lo invitaron a almorzar declinando la oferta, me pidió encarecidamente hablar en privado. Pedí prestado el pequeño despacho que tienen en su casa, al estar ahí me entrega el reporte del incidente de esa mañana. Rápidamente abrí el sobre y mis puños se contraen por culpa de la ira que me corroe.

—Esos sujetos tenían órdenes explícitas de que tu auto se vaya directo al abismo—explico mi amigo con seriedad—. Es lo que logró decir el tipo que estaba con vida al sacarlo del auto que había explotado. Tenía el ochenta por ciento de su cuerpo quemado, el otro falleció cuando cayeron al barranco y su cuerpo quedó irreconocible.

𝑨𝒍 𝑭𝒊𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝑨𝒎𝒐𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora