Shaoran:
Me pregunto ¿Hasta cuándo piensa ese maldito hacerme la vida miserable? No sólo a mí, Tomoyo fue la principal víctima en todo esto, la tuvo cautiva en contra de su voluntad, no puedo imaginar las veces que ha intentado tratar de escapar de su yugo y en todas no tener éxito.
Mató a nuestro hijo, mi hijo, lo más maravilloso y preciado que nuestro amor nos regaló. Solo por cumplir con mi deber y sacar del medio a una escoria como lo fue Kiyokuzo Wong, ha hecho mi vida y mis emociones una montaña rusa de cambios de humor drásticos y sobre todo, un hombre frío y despiadado en busca de justicia. Y no voy a descansar hasta lograrlo. Ahora Kiyokuzo está en el infierno y su nieto no será la excepción.
Todos los empleados de la mansión Li están frente a mí, algunos me observan asustados así como confusos y otros están calmos, veo a cada uno estudiando sus gestos, mi mirada a veces intimida sirviéndome para empezar ésta guerra de dos bandos enfrentados a muerte.
—Madre—hable sin dejar de mirarlos, en total hay diez empleados—. Cuando llegó de Hong Kong¿Había cantidad de personas aquí?
—La verdad es que no recuerdo hijo—respondió impotente—. La última vez le pedí a Mery que contrate más personal para la lavandería y jardinería. Supongo que están aquí.
Veo a dos personas que desde que entraron al gran salón se miran de reojo bajando la cabeza. Rápidamente estuve frente a ellos que me observan asustados, mis ojos los puede hacer polvo si me lo propongo. El resto de empleados junto con mi madre observan todo estupefactos.
—¿Quién los contrató?—pregunté sin rodeos.
—Mery—habló la mujer, mi madre se acercó recordando que fue ella la que le dijo que Tomoyo estaba desaparecida cuando se accidentó.
—Enséñeme su contrato—ordene—¿Y usted?—pregunté al tipo alto y desaliñado que está nervioso.
—Ella me trajo—la señaló a la mujer que se pone pálida—¡Yo no quise hacerlo, ella me obligó yo solo…!
La mujer sacó un arma dejándonos atónitos, nos apuntó a todos y su mirada ahora es la de un demonio. Traté de sacar mi arma pero un golpe de su parte me dejó aturdido. Afortunadamente mis hombres la señalan con sus armas de fuego dejándola estática pero su mirada llena de furia no se borra.
—¡No me importa que nos hayan descubierto!—levantó la voz volviendo a mis sentidos—¡Mi jefe el señor Wong acabará contigo y con todo lo que te rodea, te dará el golpe de gracia donde más te dolerá así como mataste a su abuelo!
—No tengo miedo a esa basura—respondí fríamente haciendo que se congelara en su sitio—. Pero tú no vas a ir a una simple comandancia de policía, irás a donde yo lo diga¡Ya saben lo que tienen que hacer!
Cinco de mis hombres agarraron a los dos, la mujer es muy fuerte, es tan belicosa y peligrosa que ese desgraciado hizo un buen trabajo al meterla aquí. Ahora debo saber cómo es que ingresaron aquí sin haber pasado un control antes.
—Señor—habló el tipo bajando la cabeza—. Si hice esto no es por qué lo quise, estoy bajo amenaza, mi hermana desapareció hace dos años descubriendo que ese hombre la tiene. Me prometió dejarla ir si lo ayudaba con esto.
—Esa basura jamás te devolverá a tu hermana—respondí con frialdad—. Mi esposa fue su víctima, y estoy seguro que matará a tu hermana si es que no lo ha hecho ya.
Su rostro es pálido y moviendo la cabeza se lo llevaron a los dos a la central de riesgo de la Interpol. El único autorizado en este tipo de asuntos relacionados con este tipo de casos. El resto de empleados logró demostrar tener un certificado de trabajo donde avala una firma de mi madre y del jefe de recursos humanos de la empresa de empleados. Cuando todos se fueron a sus obligaciones Tomoyo salió del despacho custodiada por mis dos hombres que la tenían bajo vigilancia.
ESTÁS LEYENDO
𝑨𝒍 𝑭𝒊𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝑨𝒎𝒐𝒓
RandomEl un comandante de la policía, ella una modelo cotizada del momento. ¿Que tendrían en común? Cuando ella irrumpe en el peor momento de su vida, su corazón, sus emociones y toda su coraza de hombre frío se verá amenazado por el amor desinteresado, l...