Capítulo 21

261 36 19
                                    

Shaoran:

Abro los ojos lentamente, siento como si un camión me hubiera pasado encima, parpadeo para acostumbrarme a la luz que ingresa por una ventana cerca a dónde me encuentro. Por más que intento recordar qué ocurrió mi mente está en blanco. Trato de reconocer donde me encuentro pero es imposible.

Bajo la mirada hacia mi ropa para darme con la sorpresa que es blanca, un olor a alcohol rápidamente inunda mis sentidos y siento ganas de vomitar. Antes de hacerlo la puerta se abre y mi sorpresa es mayor, mi madre ingresa con cautela pero al verme despierto abre sus ojos sorprendida acercándose rápidamente a mi lado, tocó mi frente y con un supervisión rápida suspira aliviada.

—¿Madre?—pregunte confundido—¿Que pasó, porque estoy aquí?

—Tuviste una droga muy poderosa en tu cuerpo hijo—me sorprendo por ello—. Cuando Ming nos avisó salimos de casa con rapidez, tu hermana también estaba muy angustiada.

Por más que intento recordar es inútil. Solo recuerdo que cené con Lina, luego vi algo desagradable con respecto a Sakura y Yuna para impulsivamente agarrar a Lina y subir al bar donde tome como un idiota. Antes de irnos recuerdo que tomé un trago diferente y de ahí…

—Madre¿Dónde está Lina?—pregunte con sospecha—¿Dónde fue que me encontraron?

—Ming nos avisó que te quedaste en su casa, se preocupó mucho y no pudo ocultarnos la verdad, cuando llegamos a casa de Lina ella ya había llamado una ambulancia.

Fruncí el ceño, si en verdad eso pasó ¿porque Lina no me llevó de inmediato a un hospital? ¿Qué pasó en todo ese lapso de tiempo que me tuvo con ella?

—Necesito hablar con ella—pedí con seriedad—. Es la única que estuvo conmigo y que puede ayudarme a dar con los responsables de esto.

—Está muy asustada y preocupada—cerré los ojos para controlarme, puede que esto sea obra de mis enemigos y debo actuar ya—. Feimei está con ella ahora.

—Quiero verla—esta por irse cuando mi ansiedad por saber de ella me empujan a preguntar—¿Kinomoto está bien?

—Bueno ella…—duda en decirme la verdad y algo dentro de mí me dice que ella y Yuna...—. Ella no volvió a casa anoche. El comandante Yuna se comunicó con tu hermana avisando que estaba con él y que no nos preocupemos.

Mis puños así como mi mirada se contraen, así que desde la noche anterior están juntos, maldita sea, una mujer así no vale la pena para nada. Coqueta de primera que solo con una sonrisa y palabras bonitas cae instantáneamente como todas las demás.

—¿Hijo estás bien?—volví a mis sentidos rápidamente, estaba apretando la sábana con fuerza y no debo perder el control, además esa mujer y yo no tenemos nada que ver, su vida privada es muy aparte de lo que está pasando—. Iré por Lina.

Sin decir nada salió tirando un vaso de agua al suelo, después de muchos años es que siento todo lo que ésta maldita mujer me está haciendo sentir; celos, desesperación, ansiedad pero sobre todo, pertenecía.

Busqué mi móvil y afortunadamente está aquí. Marque un número telefónico, dándole unas instrucciones decidí ponerlo en modo silencio. La puerta es tocada y al ver que es Lina la que entró me relaje un poco. Con la mano le pedí que se siente, tenía que llegar al fondo de la verdad y ella como pieza clave tiene que hacerlo.

—Xiao-Lang por fin estás despierto—hablo con voz lastimera—. Estaba muy preocupada por ti.

—Si eso es cierto ¿porque no me trajiste al hospital Lina?—pasa saliva con algo de temor—¿Que pasó para que me haya puesto así, y que pasó en tu casa antes de llegar aquí? Exijo toda la verdad.

𝑨𝒍 𝑭𝒊𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝑨𝒎𝒐𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora