Capítulo 38

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Sakura:

Aún sigo sin poder creer que haya estado casi un mes en un coma profundo. Cuando abrí los ojos y vi a casi todos por una ventana de cristal me sentí muy conmovida llorando de felicidad. Si, esa es la palabra porque los dioses me la han dado y ésta vez estoy decidida a disfrutar la vida y la felicidad a lado del hombre que se ha convertido en todo mi mundo entero así como mi familia. Veo a papá, a Feimei, Fye, la señora Li pero…

¿Dónde está mi amado coronel?

Los médicos me examinaron y al darse cuenta que todo está aparentemente bien conmigo sonríen y empiezan a comentar que es un milagro que esté viva y sin ninguna anomalía en mi cuerpo por culpa del amoniaco anhidro que inhale ese día que fui secuestrada. Me quedé un poco desconcertada al enterarme que al parecer quisieron matarme.

Pase saliva porque solo una persona viene a mi mente pero…sin pruebas en su contra será imposible detenerla. Además en este tiempo enferma¿Habrá aprovechado en acercarse a mi coronel?

—Señorita Himaka será trasladada a una habitación donde sus familiares podrán estar con usted—un sentimiento de alivio y ansiedad me embargan—. La familia Li en verdad la aprecia mucho, en especial el coronel Li. Afortunadamente el accidente que tuvo no pasó a mayores.

¿Accidente? Entonces por eso no está cerca de mí.

Quise hablar y exigir que me diga lo que ha pasado pero mi voz está tan cerrada que es imposible hablar. Hago gestos con mis manos en señal de que necesito saber de él cuando las máquinas comienzan a alterarse así como yo. Saber que Shaoran está en este lugar herido y solo me llena de dolor, varios médicos entraron para calmarme pero no puedo, quería verlo y saber que estaba bien. Lamentablemente sentí un pinchazo en mi cintura y en contados segundos comencé a cerrar los ojos y caer en un vacío.

Cuando desperté ya estaba en otra habitación, parpadeé para acostumbrarme a la luz cuando varias sombras se acercan. Mi vista se aclaró y al fin puedo ver a mi padre, Fye y Feimei que están con sus rostros cansados y algo demacrados. Sentí impotencia por ello volteando la mirada hacia un costado. No quería que vieran como me sentía.

—Hija mía—papá me abrazó tan fuerte que se dio cuenta al instante de su error, se sonrojo por ello pero solo sonreí—. Lo siento cariño estás recién despierta y yo…

—Disculpame papá—eso le sorprendió mucho—. Disculpenme todos, no voy a permitir que algo como esto vuelva a suceder.

—Sakura no es tu culpa—se acercó Feimei con cariño—. Fuiste víctima de alguien que te tiene mucha envidia pero afortunadamente estás de regreso con nosotros. Xiao-Lang se pondrá tan feliz.

—¿Qué le pasó?—pregunté, mi voz parece el maullido de un gato y solo espero que sea momentáneo—. Necesito verlo por favor.

Ella me contó todo, desde el día del secuestro mi coronel no ha dormido y mucho menos se ha alimentado bien sintiéndome miserable por eso. Unas lágrimas salen de mis ojos sin poder evitarlo, Fye se acercó y me dio un pañuelo desechable, me estoy imaginando a mi amado sin comer y sin dormir, además de no ir a trabajar por estar conmigo. Juro que al salir de aquí me voy a cerciorar que coma y duerma a sus horas.

Saber que se quedó dormido en la carretera por culpa del agotamiento físico me lastimó demasiado pero saber que sólo tiene unos rasguños y que está descansando me alivia un poco pero hasta verlo no estaré tranquila. Feimei me ve y sabedora de lo que quiero intenta persuadir mis deseos. En parte tiene razón y debe descansar para poder vernos y llenarnos de besos y caricias que tanto he extrañado.

—Lo siento pero deben desalojar la habitación, la señorita acaba de salir de un coma profundo y debe descansar—una enfermera ingresó haciendo que todos salga de mala gana, sonreí para transmitir calma y vaya que funcionó. Papá se acercó a darme un beso retirándose, Fye me abrazó despacio y Feimei también me abrazó como si me tratase de una hermana suya.

𝑨𝒍 𝑭𝒊𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝑨𝒎𝒐𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora