Sakura:
—Puede pasar pero solo por unos momentos—asiento, al fin después de una semana puedo ver a mi padre, lo único que recuerdo es que estuvimos abrazados para luego oir una explosión que me perturbó, sentí que él me protegió pero luego no recuerdo más—. El paciente no puede hablar mucho todavía.
—Entiendo muchas gracias—se retira y al dejarme sola no evitó llorar, por mi culpa es que él está en este estado, por mis impulsos y temperamento rebelde y caprichoso ahora está alguien muy especial para mí en estas condiciones—. Lo siento mucho papá, por culpa de mis impulsos es que estas así.
Abre los ojos con mucho cuidado, al verlo no evito llorar nuevamente, levanta su mano y acaricia mi rostro, su sonrisa sigue intacta, a pesar de la situación no deja de hacerlo.
—Mi pequeña Sakura—tomo su mano y le doy un beso—. Me alegra tanto que estés bien.
—No hables mucho por favor, aún no estás en condiciones—le pido—. Perdoname por favor.
—No tengo nada que perdonarte, lo haría una y mil veces sin que me lo pidas—tose con dificultad haciendo que me preocupe—. Cuando me recupere hablaremos.
—Esta bien—acaricio su cabello, tengo que decirle la verdad, pensaba ocultarlo pero ahora con lo que ha pasado no puedo dejarlo pasar, aunque no quiera tendré que confiar en ese gruñón, solo lo hago por mi padre.
—El paciente debe descansar—la enfermera ingresa, pero no está sola, esos ojos ámbar que veo por todo lado están aquí, bufo por ello—. Debe regresar a su habitación, usted también aún está débil.
—Estoy bien—doy unos pasos y si no es por sus brazos fuertes es que hubiera caído, odio verme débil y más aún con él—. No te molestes puedo sola.
—¿Porque saliste de la habitación? Te dije que no lo hagas hasta que estés recuperada—aprieto los labios—. Eres muy testaruda.
—Solo quería ver a mi padre, no iba a estar tranquila hasta que lo veo con mis propios ojos—me aprieta un poco más a su cuerpo—. Eres exagerado.
—¿Exagerado yo? Pufff, miren quien lo dice, la que no hace caso a una simple orden, por lo visto no me creíste cuando te dije que estaba bien—su mandíbula está apretada—. Creo que tendré que amarrarte en la pata de la cama.
—¡No te atrevas porque lo vas a lamentar!—amenazo.
—Por favor, estamos en un hospital, respeten—olvide por completo que vi estamos solos, veo a mi padre y está tranquilo y con una sonrisa extraña—. Salgan por favor.
—¡Papá!—quiero explicarle pero él no me deja, me toma de la cintura y regresamos a mi habitación—¡Ya llegamos sueltame!
Con enojo es que me suelto, no quiero que me toque, su cercanía me pone muy nerviosa e incómoda, sus ojos me miran con intensidad y no evitó temblar.
—Hable con el médico y en dos días te dan el alta—levanto una ceja—. Dado que ese ataque que sufriste fue por culpa de ese tipo, volverás a mi casa.
—¡No!—grito molesta—¡A cualquier lugar, menos ahí, no quiero ver a esa mujer ahí!
Su sonrisa es burlona, juro que quiero darle con lo que tengo a mi alcance, cierra la puerta con seguro para acercarse y ocupar todo el espacio que yo estoy usando.
—¡Estas invadiendo mi espacio personal¡Retirate!—le empujo pero no siente nada por ello, se acerca más a mi lado y está vez estoy atrapada entre la cama y su cuerpo—¡Que pretendes!
—Deja de gritar, ¿quieres que te saquen y no ver más a tu padre?—me contengo para no insultarlo—. Eso es, sé una buena chica.
—Mira Li, ahora me doy cuenta del peligro que estoy corriendo—me mira con atención—. Estoy dispuesta a aceptar tu ayuda, pero no lo hago por mí, si no por mi padre, por él te haré caso, pero tampoco te ilusiones.
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𝑨𝒍 𝑭𝒊𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝑨𝒎𝒐𝒓
RandomEl un comandante de la policía, ella una modelo cotizada del momento. ¿Que tendrían en común? Cuando ella irrumpe en el peor momento de su vida, su corazón, sus emociones y toda su coraza de hombre frío se verá amenazado por el amor desinteresado, l...