Sakura:
Debería estar feliz por lo que acaba de pasar, pero por alguna razón no lo estoy, oírlo decir que me vaya fue como si me estuviera dejando ir, algo que es inverosímil. Pero le daré el gusto, por lo visto esa mujer es muy importante para él.
Estoy por irme a la habitación para acomodar mis cosas cuando la veo parada con su mirada llena de burla y triunfo, me pongo algo pálida¿Habrá oído nuestra conversación?
—Así que Xiao-Lang no te quiere más en su casa—se mofa acomodando su cabello y eso me está llenando de coraje—. Sabía que esto no era normal, él jamás entablará una relación con alguien como tú.
—Y según tú¿Cómo soy?—se lleva una mano a su mentón como pensando pero es tan pedante que quiero agarrarla de los cabellos—. Entonces tampoco estará contigo.
—Para tu mala suerte tengo el apoyo y la aprobación de su madre y su hermana, las personas más importantes para él, algo que tú jamás tendrás ya que...—se acerca lentamente retrocediendo por instinto—. No lo voy a permitir.
Me guiña un ojo y pasa de largo dirigiéndose al despacho de él, juro que quiero golpearla la muy descarada me acaba de decir que piensa conquistarlo, pero antes que eso pase me dejó de llamar Sakura Kinomoto.
—Shaoran y yo solo tuvimos un malentendido, algo que lo solucionaremos con el método que a él le gusta—me acerco con una sonrisa en los labios—. Le encanta una buena cena, pero lo que más lo vuelve loco, es tenerme a mí como el plato de fondo.
—¡Tú…!—le guiño un ojo, me encanta verla así, mientras esté en esta casa no permitiré que se le acerque.
—Ahora que sabe cómo están las cosas será mejor que se mantenga al margen, él nunca te hará caso—paso de largo, ahora soy yo la que entrará al despacho—. Soy una fiera cuando se trata de preservar lo que es mío.
Cierro la puerta en su cara, pero doy la vuelta y sus ojos ámbar me miran con intensidad, paso saliva para disipar mis nervios, me dispongo a explicar pero me toma del brazo y se pone a un lado de la puerta, siento un poco de dolor en mi corazón, parece que en verdad esa mujer le interesa y es importante para él lo que piense de nosotros.
—Asi que nuestros problemas se solucionan con una cena y tú siendo el plato de fondo—mi mandíbula tiembla, el muy maldito se está burlando de mí—. Déjame decirte que eso jamás pasará. Te lo vuelvo a repetir, no me gusta y…
—No te ilusiones que tú tampoco me gustas, antes de estar con alguien como tú prefiero volverme lesbiana—eso le borra la sonrisa, con eso le estoy dando en su orgullo de hombre, a ninguno le gusta que lo comparen con una mujer, se acerca pero yo retrocedo—. Si avanzas un poco más juro que voy a gritar.
—Sigue provocándome porque te juro que me vas a conocer y no precisamente como ahora—me burlo de él—. Vete a empacar tus cosas ya que en una hora te llevaré a otro lugar.
—Da la casualidad que no me voy a ir de acá—frunce el ceño—. No voy a dejar que tú y esa mujer me vean la cara de cornuda.
Su carcajada me pone mucho más enojada, estoy siendo humillada y a este infeliz le encanta por lo visto.
—Esta es mi casa y no quiero que estés acá—sentencia.
—Prefieres a esa mujer ¿no es así?—no lo hago notar pero mi pecho está doliendo demasiado—. Si tanto te gusta confiesale tus sentimientos.
—¡Tú no sabes nada, así que mejor cállate!—muerdo mi labio, en verdad está molesto pero ¿por qué?—. Te vas y no hay marcha atrás.
Se va del despacho dejándome con una sensación de vacío y de molestia conmigo misma, pero soy muy orgullosa y no voy a permitir que me lastimen ni pisoteen. Salgo de ahi para alistar lo poco que tengo, pero al pasar por la sala esa mujer está tan cerca de él que al verme se pone más coqueta y se atreve a poner sus manos en su cuello sin que él la aparte. Eso es lo último que puedo soportar, antes de subir por las escaleras sus ojos me miran con algo de sorpresa pero subo sin decir nada.
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𝑨𝒍 𝑭𝒊𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝑨𝒎𝒐𝒓
RandomEl un comandante de la policía, ella una modelo cotizada del momento. ¿Que tendrían en común? Cuando ella irrumpe en el peor momento de su vida, su corazón, sus emociones y toda su coraza de hombre frío se verá amenazado por el amor desinteresado, l...