Capítulo 52

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Los ojos ámbar de Shon ponen en una situación complicada a su madre que no sabe qué hacer y qué decir ante ésta situación. Su hijo no es tonto y es díficil engañarlo. Sakura recuerda que aún conserva el número telefónico de Shaoran y una idea pasa por su mente. Pero así como lo piensa rápidamente la descarta por culpa del temor a no ver más a sus hijos.

—Llámalo mami—insiste el pequeño, Sakura ante sus súplicas es tan débil que no puede negarse—. Jen y yo queremos verlo, decirle que no se vaya más y se quede con nosotros. Contigo.

—Cariño—susurro con las ganas inmensas de llorar, está en un gran problema que; si no lo resuelve a tiempo será mucho peor y no sabrá después cómo salir de él—. Intentaré hacerlo¿De acuerdo?

La pequeña sonrisa que emana su hijo es la misma de su padre, los mismos hoyuelos que posee Shaoran los tiene Shon, a comparación de Jen que no los ha sacado, según Fujitaka la pequeña Jen tiene la misma sonrisa de ella cuando tenía esa edad. Después de haber tranquilizado a su hijo lo arropó y dándole un beso salió de la habitación nerviosa y angustiada.

Viendo que todos están en sus habitaciones se dirigió a la suya donde cerró con seguro para no ser molestada. Busca en el fondo de su cajón de la cómoda un celular. Uno donde guarda los contactos de Leran, Feimei y de Shaoran. No sabe a ciencia cierta si aún conservan sus números personales ya que; al llegar a Inglaterra lo apago completamente y desde ese momento jamás lo volvió a prender.

Intenta prenderlo pero está tan muerto que no sabe dónde dejó el cargador. Sin darse cuenta recuerda el día que se enteró de todo y al salir despavorida del hospital regresó a Hong Kong y estando en el departamento dejó algo muy importante para ella pero que; al seguir casado no le servía para nada y si lo conservaba lo hubiera significado mucho dolor y sufrimiento.

Entró con rapidez al departamento, sin mirar nada entró a la habitación y sacó su maleta donde metió toda su ropa, zapatos y objetos personales. Durante todo ese proceso no dejo de llorar en ningún instante sintiendo su corazón romperse más y más.

En la puerta de la habitación se quedó estática por un momento viendo la gran cama, esa donde durmieron juntos y las veces que han aguantado las ganas que ser uno solo, en eso recuerda la última vez juntos. Esa cama fue testigo de toda la pasión que se desató dejándola sin aliento y con más ganas de él, de su cuerpo, de su piel y de su amor.

Esa entrega fue de amor puro y sincero, uno que se quedó en ese espacio y que ahora debe abandonar por el bien suyo y de él también. Cuando está jalando la maleta se da cuenta de algo importante. Ve su mano y en el dedo medio el anillo que le dio antes de irse a Heng Yen. Sonrió de manera tan triste que sin pensarlo tanto se lo retiró de su dedo viéndolo una vez más.

Estaba completamente segura que ese lugar sería el prometo en el que él la buscaría y siendo así debe dejar ir todo lo que concierne a él y a lo poco que tuvieron y vivieron juntos. Le dio un pequeño beso al anillo mientras sus lágrimas caen sin poder evitarlo. Deja el anillo encima de la cómoda al costado de la cama y viendo una vez más el espacio y todo el departamento es que se fue para siempre de la vida de Shaoran.

Sakura cierra los ojos con tanta fuerza que sus lágrimas no la ayudan, recordar a Shaoran y ese día tan negro es abrir una herida demasiado profunda y que no será fácil que cicatrice alguna vez. Es consciente que él no tuvo ni tiene culpa de que haya sido víctima de un engaño de más de diez años. Todo culpa lo tiene el maldito destino que hizo que se conocieran y sin poder evitarlo se enamorara de él tan perdidamente que siente que no podrá amar a nadie más como lo hace con él.

Buscó un cargador y rápidamente el celular comenzó a cargarse, para poder tener la carga lista debe esperar varias horas y viendo el reloj ya es muy tarde y debe descansar para que al día siguiente rinda mucho en el trabajo. Se lavó los dientes, se puso su pijama y se acurrucó en la cama tratando de dormir pero es inútil. La insistencia de sus bebés en conocer a su padre la tiene demasiado nerviosa y alterada.

𝑨𝒍 𝑭𝒊𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝑨𝒎𝒐𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora