Capítulo 16

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Shaoran:

Esto no me puede estar pasando. La mirada de Lina es tan intensa que por un momento me quedé estático por todo lo que acaba de acontecer. Veo a Himaka y en sus ojos hay un brillo intenso mezclado con indignación, además no sé porque siento que tiene ganas de¿llorar?

—Xiao-Lang disculpa que llegue así y divulgue nuestra relación pero…—se queda callada y en ese momento es donde actúo, le retiró sus brazos que me tiene abrazada y con una mirada sería que la avergüenza baja la cabeza—. Ya no podía seguir callando.

—¿Se puede saber qué está pasando aquí?—mi madre habló con un tono autoritario—¿Vas a explicar Xiao-Lang?

—Señora Li una gran disculpa pero esto es un problema familiar y salgo sobrando—interrumpió esa mujer que nos mira sin ninguna expresión—. Iré a descansar un momento si me disculpan.

—Descuida querida—respondió mi madre con una expresión que denota incomodidad—. Te pido una gran disculpa por esto.

—Para nada señora ya he pasado por esto antes—respondió y no sé porque me sentí aturdido—. Los acompañaré a cenar.

—Eso es genial—respondió mi hermana, siento que Lina está bufando pero ella y yo tenemos que hablar—. A reponer fuerzas Sugey.

La susodicha asintió, me miró y sus ojos grises son tan penetrantes que por un momento sentí que mi respiración se acortaba. Lina la mira con enojo y no entiendo porque se sigue comportando como si de verdad ella y yo fuéramos algo.

Cuando se fue mi madre nos miró con seriedad y en señal de una explicación. Estoy a punto de decirle la verdad cuando Lina otra vez toma mi mano, un gesto muy íntimo. Feimei está sorprendida y mi madre se cruza de brazos.

—¿Entonces es verdad que ustedes dos…?—dijo mi madre.

—Bueno señora Li quisimos decirlo antes pero…

—¿Puedes dejar de mentir Lina?—hable con enojo soltandome de ella—¿Quieres que delante de mí madre y mi hermana lo que siento por ti? Muy bien entonces lo haré para que de una buena vez quede claro.

Sus ojos grises están muy abiertos y a punto de llorar pero ya sobrepasó el límite. Mire de reojo las escaleras, siendo tan intuitivo sabía que ella estaba ahí escondida.

—Xiao-Lang—susurró despacio Lina—. Pensé que…

—Te lo dije en el hospital y te lo vuelvo a repetir, te veo como una amiga y nunca te veré cómo algo más—el silencio reina por un momento y si no suelto todo no podré hacerlo otra vez—. Te voy a pedir encarecidamente que nunca más vuelvas a mentir con respecto a nosotros, sea la persona que sea. De lo contrario no serás bienvenida aquí nunca más.

La susodicha retrocedió asombrada por lo que acabo de decir, si la lastime lo siento mucho por ella pero es lo que siento y pienso. Mi madre ahora le da una mirada de seriedad y mi hermana solo mueve la cabeza en señal de no estar de acuerdo con ella de tomarse atribuciones que no le corresponden.

—Lina necesitamos hablar—dijo mi madre con firmeza—. Acompáñame en el despacho.

Antes de irse sus ojos grises me vuelven a mirar pero esta vez no le hago caso. Esto que acaba de hacer hizo que llegue a mi límite de paciencia con ella. Feimei me pide con la mirada un poco de compresión pero no puedo hacerlo. Lo pienso un poco y no sé porque no le seguí la corriente con esa mentira. Con cualquier otra mujer lo habría hecho pero con Sugey…

—Hermano¿Porque lo hiciste?—preguntó Feimei con una mirada algo traviesa—¿Es por ella verdad?

Su mirada se centró en las escaleras y mi corazón comenzó a latir, dejando de lado mis emociones me puse serio, no sé qué me pasa con esa mujer pero tampoco deseo averiguarlo.

𝑨𝒍 𝑭𝒊𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝑨𝒎𝒐𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora