Capítulo 65

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Cuando Leran y Feimei se dieron cuenta de la desaparición de Tomoyo, rápidamente ordenaron a los vigilantes de seguridad buscarla por los alrededores de la gran manzana donde está la mansión Li.

Rogaban que solo esté por ahí cerca para así no llamar a Shaoran y arruinar el momento que pensaba tener con Sakura y sus hijos. Lamentablemente no daban con ella haciendo que se pongan nerviosas y sin más remedio tenían que llamar al castaño para solicitar movimiento de las autoridades.

Están por llamarlo cuando una llamada telefónica las sorprende. Al decirles que llaman de la clínica inglesa de Londres y que tienen una paciente con el nombre de Tomoyo Li no perdieron el tiempo y llegaron con rapidez. Preguntaron en admisión por ella y sabiendo donde estaba fueron hasta ahí justo cuando un hombre alto y apuesto está saliendo de la habitación donde se encuentra la susodicha.

—¿Arthem Shinomoto?—preguntó sorprendida Feimei—¿Qué hace usted aquí?

—Señora y señorita Li—saludo con respeto—. Fui yo quien lamentablemente atropelló a la señora Tomoyo—respondió con lástima y tristeza.

—¿Pero cómo está ella?—pregunto Leran mirando la puerta donde está la mujer—. No le echamos la culpa de nada, ella salió de la mansión sin ser vista y…

—¿Ella es la esposa del coronel Li no es así?—mas pareció afirmación que pregunta, Leran y Feimei se miraron algo complicadas, desde que Tomoyo reapareció en la vida de Shaoran la han tenido bajo estricto control de seguridad desde que empezó a tomar la rehabilitación contra su problema contra las drogas y estupefacientes, Arthem sólo las observa con fijeza, ver la tristeza en Tomoyo le ha causado un gran impacto y ahora entiende el porqué—¿Porqué no está él aquí?

—Bueno el…

—Tiene una reunión de suma importancia con los griegos—interrumpió Feimei cortando a su madre que se ha quedado muda—. Usted estuvo anoche en la fiesta y sabe que acabamos de firmar una sociedad con los Chrysomallis.

—Si es cierto—respondió con dudas—. Pero siendo su esposa debe ser su responsabilidad primero antes que todo.

—Y lo es—aclaro Leran—. Solo que nos avisaron sobre este incidente cuando él ya se había marchado. Antes de llamarlo deseo saber el estado de mi nuera y así avisarle a mi hijo.

Arthem solo sonrió de manera sarcástica, pero ninguna de las dos mujeres lo notó. Cuando se presentó ante Tomoyo estaba tan nerviosa con su presencia que se sonrojo retirando su mano y dejando por sentado que es una mujer casada. Al escuchar aquello reconoce haber golpeado su corazón un poco. Pero luego otro pensamiento paso por su mente. Si su esposo no la valora entonces él estará cerca de ella. Pensaba volver a China para ayudar a su hermano con las acciones en las empresas Li. Ahora teniendo una razón poderosa piensa quedarse aquí. Al meno hasta que Tomoyo salga de ese lugar.

El médico que está monitoreando a Tomoyo sale de la habitación y las dos mujeres lo abordan. Los ojos azules de Arthem no están nada contentos. Es algo estúpido inmiscuirse en problemas de pareja pero desde que vio a Tomoyo no evita preocuparse por ella y ser su bastón. Uno donde pueda salir de su problema contra las drogas¿y por qué no? Ser una nueva oportunidad en su vida.

—¿Cómo está mi nuera?—pregunto Leran.

—Tiene un golpe en la cabeza por culpa del impacto del golpe que recibió por parte del auto que la atropelló pero que no es de cuidado—ambas suspiraron aliviadas—. Además de algunos raspones que poco a poco desaparecerán con el transcurso de los días.

—¿Nos la podemos llevar?—preguntó Feimei con esa esperanza—. No desean avisar a Shaoran sobre esto. Al menos no por ahora.

—¿Ustedes son familia de la señora?—pregunto mirándolas con atención.

𝑨𝒍 𝑭𝒊𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝑨𝒎𝒐𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora