Capítulo 64

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Sakura:

Siento un ardor en todo mi cuerpo, necesito apagarlo desesperadamente porque si no lo hago no sé qué será de mí. Las caricias y besos de alguien me calman pero yo quiero mucho más. Siento que le retiró la ropa y mis ansias son terribles, tanta que incluso busqué a tientas sentir su cuerpo para besarlo de una y mil maneras.

Los gemidos que emite cerca a mis oídos me recuerdan tanto a un solo hombre, uno que es y será siempre el dueño de mi corazón, acaricié su cabello tan suave y lento, sus manos tocan mi cuerpo sintiendo y pidiendo que me posea de una buena vez. Su lengua se pasea por mis pechos gimiendo con ímpetu. Ese ímpetu que tengo a que me haga suya y que después de esto pueda sentir alivio.

Su olor varonil me aturde, estoy segura que lo conozco y en sus brazos me siento en el paraíso, deja besos húmedos en mi vientre, mi cintura y caderas. Estoy tan eclipsada de placer que jale de él besándolo profundamente. Me dice cosas que no entiendo pero no me importa ahora. Solo quiero pagar esta llama que me quema y ahoga tanto.

—Sakura—oigo que me llama en el momento en que siento al fin entrar muy al fondo de mí—. Te amo tanto, solo ruego que me entiendas y me perdones amor mío.

No le tomé atención a nada porque al sentirlo dentro y moviéndose con intensidad me volví completamente loca. Seguí su ritmo cayendo en lo más profundo de su ser. Entra y sale de mí con una delicia que se está quedando impregnada en mí para siempre. Una, dos, tres, cuatro cinco y hasta muchas veces más entra y sale de mi centro haciendo que lo desee más. Abrí los ojos que están nublados por culpa de la excitación sexual que tengo y lo que veo me hace sonreír débilmente.

—Shaoran—gemí bajito, sus labios me besan con suavidad, sus cabellos chocolate están húmedos así como todo su cuerpo—. Mi querido Shaoran.

Sus labios acallan los míos volviendo a devorarlos y ahora soy yo la que tiene el control. Lo volteé debajo de mí mirando su cuerpo de infarto. Mordí mis labios sensualmente, vagamente veo que se relame los labios acariciando mis pechos. Sentir sus manos me encienden una vez más y no me siento cohibida para nada. Cabalgue y retoce encima suyo, su miembro despierta con más fuerza mordiendo mis labios para no gritar por esta pasión desmedida que siento.

Toma mis caderas con fuerza subiendo y bajando de él, sus gemidos son música para mis oídos que siento que el clímax hará mella en mí. Un gruñido que más pareció rugido escapa de su garganta profunda, su cuerpo se contrae por lo que acaba de sentir que me contagia a mi también gimiendo justo cuando un temblor se apodera de todo mi cuerpo. Fue una liberación tan poderosa, nunca había sentido una así y me siento satisfecha.

Caí encima de él que está agitado igual que yo, ahora solo me siento cansada y deseo dormir sin ser molestada. Siento que me acaricia y es la sensación más placentera del momento. Me acurruque en sus brazos sintiendo su respiración acompasada y sus besos tampoco faltaron en este momento tan único y especial. Uno que jamás olvidaré por qué aunque no lo haya visto bien sé que es él quien está aquí a mi lado.

•••••

Abrí los ojos tratando de acostumbrarme a la luz, la cabeza me va a explotar por el dolor intenso que estoy sintiendo. Veo a mi alrededor y no reconozco este lugar. Deseo levantarme pero al hacerlo siento un bulto a mi lado, giré lentamente para ver con los ojos muy abiertos a un cuerpo muy bien proporcionado y definido. Sus cabellos chocolates están desordenados ocultando su rostro, sus brazos están casi al lado de su cabeza y su piel, esa piel canela siempre ha sido inolvidable para mí.

Mis lágrimas están cayendo sin poder evitarlo, empiezo a recordar lo que pasó la noche anterior en la fiesta de cóctel. Después de tomar la copa que Demetrios me ofreció me acerqué a Akiho, le pregunté si estaba bien a lo que fue amable diciéndome que si. Le pregunté sobre su situación con Kaito y quedamos en conversar. Le entregué mi número telefónico y con una reverencia se fue, su rostro estaba muy triste y no era necesario saber por quién. No soy tonta y entre ella y Kaito hay mucho más profundo de lo que pensé.

𝑨𝒍 𝑭𝒊𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝑨𝒎𝒐𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora