𝑨𝒍 𝑭𝒊𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝑨𝒎𝒐𝒓

Capítulo 68

Cuando Tomoyo abrió los ojos y ver que no estaba en la clínica comenzó a tratar de recordar qué había sucedido para estar en un lugar desconocido para ella. Su ropa ya no es blanca, ahora está con una pijama, ve su muñeca y el catéter venoso sigue estando en el mismo lugar. Se agarra la cabeza con la otra mano libre y parpadeando de manera confusa todo el bonito espacio.

La puerta se abre lentamente, rápidamente se cubre con la manta la totalidad de su cuerpo. A excepción de la mano que tiene el catéter venoso. Pero lo que ve es al mismo hombre que la atropelló y por consiguiente el que la auxilió también. Verla despierta hizo que suspire con alivio. Se acercó a ella que empieza a temblar por su cercanía, él lo nota y rápidamente trata de tranquilizarla. Sería lo último que hiciera para alterarla.

—Tranquila—le habla con suavidad, Tomoyo está temblando, piensa que él también le hará daño así como Fei Wong—. Me llamaste¿No lo recuerdas?

—Yo…

—Descuida—le dice con mucha ternura—. Estás muy alterada y perturbada, descansa un poco más.

—¿Donde estoy?—pregunto mirando un poco más el lugar.

—Estas en mi casa—respondió rápidamente—. No debes temer, nadie te hará daño mientras estés conmigo.

—Ese tipo tarde o temprano me encontrará—murmuró más para sí misma pero que Arthem oyó muy bien—. Para él nada se le escapa.

—¿De qué tipo estás hablando?—pregunto frunciendo el ceño—¿Habla de tu esposo, el presidente Li?

—¿Conoces a Xiao-Lang?—pregunto sorprendida.

—Mi familia tiene negocios con la suya—respondió mirándola profundamente—. Responde mi pregunta¿Él te ha hecho daño, de él estás huyendo?

Ella movió la cabeza frenéticamente, no podía permitir que Arthem piense mal de Shaoran. A esas alturas debe estar desesperado buscándola por todo Londres. El guapo hombre está más confundido con la negación de Tomoyo. Pensó que Shaoran era el responsable directo de todo lo que tuvo y sigue pasando la bella mujer de ojos aceitunados.

—Necesito comunicarme con él—pidió de manera desesperada—. Debe estar preocupado y…

—Antes de llamarlo¿Podrías contarme todo?—Tomoyo pasó saliva—. Necesito saber de quién huyes, si no es de tu esposo entonces de quién?—tomo su mano haciendo que Tomoyo se tense—. Quiero ayudarte, siento que estas sufriendo mucho y acá me tienes para lo que necesites.

Tomoyo lo miró conmovida, hace muchos años no tenía delante de ella a una persona que desee ayudarla además de protegerla. Cuando estuvo cautiva en las manos de Fei Wong intentó muchas veces pedir ayuda de su propia gente tratando de sobornarlos e incluso buscando la forma de escapar, lamentablemente todo el lugar donde estaba recluida tenía muchos hombres de la confianza de Wong y era imposible que alguno de ellos la haya podido ayudar. Arthem está en espera de su descargo pero teme que solo sea una fachada para sacarle información para luego llevarla con ese hombre que destruyó su vida por completo.

—Quiero ver a mi esposo por favor—suplicó casi llorando—. Necesito decirle que quieren matarme y que él debe cuidarse así como…

—¿Porque escapaste de la clínica?—Tomoyo estaba en una tremenda disyuntiva, no estaba segura de confiar en él—. Confía en mí, te juro que voy a protegerte.

La bella mujer pasó saliva llena de impotencia y resignación. Suspiró hondamente antes de decirle todo, a estas alturas ya no tiene nada a dónde aferrarse.

—Te contaré todo desde el principio—respondió mirándolo fijamente—. Después de hacerlo, comunícate con él.

Arthem prometió hacerlo, jaló una silla cerca de ella, Tomoyo a verlo presto a oírla volvió a suspirar para comenzar con el relato más horroroso de su vida. Uno que será difícil alguna vez superar.