Capítulo 47

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Shaoran:

Si esto que estoy viviendo es una pesadilla quiero despertar de una vez. Ahí delante de mí está la mujer que años atrás fue todo mi mundo y mi felicidad completa. Una que se dio en el primer instante que la vi quedando flechado inminentemente por ella.

Sus ojos aceitunas y su hermoso cabello negro y largo siempre fueron mi perdición completa. Más aún cuando la hacía mía a cada instante. Nuestras miradas se cruzaron y mi corazón se detuvo, sus ojos se abrieron de par en par y yo sigo sin moverme, es como si estuviera con mis pies pegados a la base del suelo. El tiroteo continúa pero no escucho nada y no veo a nadie.

La están llevando para ponerla a buen recaudo pero está a punto de caerse. Con rapidez llegué a su lado y la tomé entre mis brazos cayendo desmayada no sin antes verme una vez más. Veo su rostro y está como la última vez que estuvo a mi lado, ese día fatídico donde fue sacada de nuestra casa junto con mi hijo por órdenes de ese maldito. Su cabello brillante es igual de hermoso pero; su cuerpo está mucho más delgado, sus ojos tienen un modo hinchado. Ahora que la veo mejor siento que algo pasa con ella.

—Señoria—la voz de Yuna hace que sienta pasos acercarse—. Debemos llevar a la señorita a un hospital, todas por no decir la mayoría está bajo efectos de drogas.

—Haganse cargo de todas—ordeno—. Yo velaré por ella personalmente.

—Jefe—hablo Eriol, lo mire y así como yo está incrédulo de ver que ella está viva—. Tenemos que salir de aquí, todos han sido capturados.

Oir eso me llenó de coraje, levanté a Tomoyo entre mis brazos y sin mirar a nadie me dirigí a mi auto, sin dar explicaciones me fui al hospital. Como un loco ordené atención médica para ella. Al verme furioso es que actuaron con rapidez. Poco a poco fueron llegando el resto de mujeres que así como Tomoyo han estado en ese lugar.

Son tantas preguntas y dudas que tengo que averiguar, pero algo dentro de mí me dice que ese desgraciado la ha tenido todos estos años con ella solo para hacerme sufrir peor que un niño pequeño. Ese maldito no se imagina cómo me sentí cuando supuestamente la enterré junto con mi hijo, no comí ni dormí y mucho menos quise vivir después de que me arrebató todo. Ahora me doy cuenta que está es su venganza por haber matado al cabecilla de su organización. Su abuelo Giokuzo Wong fue todo para él y haberme metido con él hizo que se cobre de la misma manera.

Mientras espero fuera de la habitación recuerdos del pasado llegan a mi mente como una cinta de vídeo, el día que la conocí, nuestro primer beso, nuestra boda, el nacimiento de nuestro hijo y…

El día negro que me hundió en la más mínima depresión.

Flashback:

Ese día estaba en Japón, llegué a un congreso de altos mandos de la policía. Tenía que estar ahí porque me preparaba para mí examen de ascenso a futuro capitán. Tuve excelentes recomendaciones y Eriol como siempre fue mi mano derecha y mejor amigo.

Después del congreso que fue todo un éxito decidimos cambiarnos en el hotel y en la noche dar una vuelta por el centro de Tokio. Pero conociendo al cabrón quería disfrutar de un buen trago y alguna buena compañía. En mi caso no estaba interesado en eso. Pero como le debía el favor de haber llegado conmigo acepté resignado.

En la noche las calles estaban muy iluminadas y el ambiente muy movido y agradable. Llegamos a un lugar tranquilo donde solo se pide el trago de tu preferencia e incluso hay karaoke incluido. Más allá de nosotros había otra mesa donde varias jóvenes se empezaban a reunir. Al principio no le di importancia, hasta que mis ojos se iluminaron al ver a la mujer más hermosa que mis ojos hayan visto.

𝑨𝒍 𝑭𝒊𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝑨𝒎𝒐𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora