De ser un cumpleaños que debe ser desde hace cinco años donde todo es apariencia e hipocresía para Akiho se está convirtiendo en un juego sucio del destino. Uno donde el hombre por el cual tuvo que sacrificar demasiado empezando por mentirle de la manera más vil está ahí, frente a ella.
La mirada que le brinda ya no es más la misma de hace cinco años atrás, sus ojos violáceos la quieren traspasar hasta el alma hasta hacerle pagar por lo que le ha hecho y por todo lo que tuvo que pasar para superar la peor parte que fue salir de la maldita depresión en la que se había sumido por culpa de su rechazo y verdadera careta. Akiho siente el poder de su esposo en toda su cintura incluso le da un pellizcon para que salga del aturdimiento y sonría como si nada hubiese pasado.
-Señora Yuna, joven Yuna, bienvenidos-hablo la susodicha disimulando demasiado bien su estado y claro lo feliz que se siente y dar por sentado que la presencia de Kaito no la está afectando-. Padre, hermano, ustedes también.
-Felicidades querida-saludo Zuria ante la atenta mirada del tipo que la ve con ojos maliciosos-. Espero que no se incomode por hablarle asi a Akiho pero la conozco desde que era una niña.
-Para nada-rechino los dientes al mismo tiempo que sus uñas se clavan con más fuerza en la cintura de la joven reprimiendo un gemido de dolor, Zuria lo nota y rápidamente acerca a Akiho a su lado ante la mirada perpleja del hombre que se ha sentido descubierto-. Por favor adelante están en su casa.
-¿Qué haces tú aquí?-hablo Levine con desprecio hacia Kaito-. Pensé que no volveríamos a verte.
-Levine-advirtió Tim que observa a Kaito fijamente, del muchacho delgado ya no hay nada, ahora se ve todo un hombre listo para tomar las riendas de su legado en Yuna comunicat, sabe que decidió dejar todo por ser un simple comandante que está dispuesto a ayudar en las causas justas. Eso fue uno de los motivos por los cuales no permitió que tenga un final feliz con su hija. Si él no estaba listo para tomar las riendas de Yuna comunicat entonces no valía la pena para Akiho-. Es una gran sorpresa verte de nuevo muchacho.
-Lo mismo digo señor Shinomoto-respondió con total frialdad-. Y con respecto a tu pregunta, puedo venir cuando me dé la gana. Es mi país y mi madre vive aquí.
Los puños de Levine están reprimiendo golpear a Kaito por ser tan soberbio, Zuria le pidió a su hijo que se controle con la mirada a lo que miro a otro lado para controlarse. Akiho está con su corazón sin dejar de latir desde que lo ha vuelto a ver. Verlo tan cambiado y más apuesto que antes se da cuenta que su corazón siempre va a amarlo así él la desprecie por siempre, porque en sus ojos se ve todo el desprecio y resentimiento que le profesa.
-Deseo ir al tocador¿Akiho puedes acompañarme?-pidió Zuria con pena.
-Será imposible señora-interrumpió el hombre-. El momento de dar el agradecimiento ha llegado y Akiho como mi esposa y festejada debe estar a mi lado.
-Ya veo-hizo una mueca en forma de sonrisa, Kaito está observando a su madre y su intuición no le falla.
Algo extraño está pasando.
-Deja que la acompañe hombre-interfiere Tim apretando los dientes de su yerno-. No es para tanto.
-No tardaremos-Zuria agarró a Akiho de la mano saliendo de ahí antes que su esposo diga algo. La joven le da una mirada a Kaito que la mira con algo de indiferencia rompiendo su corazón en pedazos.
El hombre se retira un momento disculpándose con los tres hombres que se han quedado frente a frente. Levine mira a Kaito con enojo y molestia pero para él no es irrelevante, está por retirarse y ver una mesa donde sentarse cuando el susodicho lo detiene haciendo que cuente mentalmente para no ser grosero y mandarlo a la mierda.
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𝑨𝒍 𝑭𝒊𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝑨𝒎𝒐𝒓
RandomEl un comandante de la policía, ella una modelo cotizada del momento. ¿Que tendrían en común? Cuando ella irrumpe en el peor momento de su vida, su corazón, sus emociones y toda su coraza de hombre frío se verá amenazado por el amor desinteresado, l...